El vertido de pellets que afecta a la costa del norte de España ha puesto el foco mediático sobre un problema que no es nuevo y que comienza con la pérdida de contenedores durante el comercio marítimo.
Se calcula que alrededor de 1.500 contenedores caen al mar cada año de forma accidental por todo el planeta. Es, aproximadamente, un 1% de todas estas unidades de comercio que transportan los buques, y, en este caso en concreto, las cifras contribuyen a no sopesar de forma precisa su importancia.
Las consecuencias que conllevan estos accidentes para la salud de los ecosistemas marinos y la seguridad de la navegación marítima pueden resultar catastróficas.
"El impacto que supone la pérdida de unos cuantos contenedores, como hemos visto estas últimas semanas es enorme, además de que año tras año se acumulan en el fondo del mar aquellos que no llegan a nuestras costas, lo cual supone un auténtico vertedero marino. Imaginemos lo que suponen los accidentes de mayor número en los que se pierden miles de contenedores".
Habla para D+I Carlos Freire, impulsor del proyecto Cobs, una iniciativa tecnológica española que pone el foco en evitar que los contenedores acaben en el fondo del mar gracias a su sistema de alerta y flotabilidad.
No es la única propuesta con sello español que podría llegar al mercado para solucionar esta compleja problemática. La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), en concreto, el Instituto para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en Comunicaciones (IDeTIC) está detrás de la iniciativa Dilcomar.
Esta solución tecnológica plantea integrar en los contenedores marítimos un dispositivo de comunicaciones, similar al que usan una gran cantidad de barcos desde hace veinte años, conocido como AIS (Automatic Identification System).
"La mercancía que transportan los contenedores puede ser muy variada (plásticos, ropa, equipos electrónicos, etc.), de modo que la contaminación que produce su vertido sobre los océanos puede afectar a miles de especies que habitan los océanos y las costas", relata para D+I el doctor Francisco José Cabrera, investigador principal de Dilcomar.
"Asimismo, muchos de estos contenedores quedan flotando en el mar y son un obstáculo para la navegación de los buques, que podrían colisionar contra ellos si no se cercioran de su presencia", añade Cabrera.
La legislación marítima internacional no contempla soluciones inmediatas para el problema de los contenedores perdidos en el mar.
La Organización Marítima Internacional -OMI, organismo especializado de las Naciones Unidas responsable de la seguridad y protección de la navegación-, a través de diferentes informes del MSC (Maritime Safety Committee) ha solicitado que sea de obligado cumplimiento reportar estos incidentes, y pide que se tomen medidas para la localización y seguimiento de estos contenedores para que puedan ser rescatados", precisa al respecto Carlos Freire.
El emprendedor está convencido que tarde o temprano, "esto se convertirá en normativa de obligado cumplimiento para el sector, por lo que el proyecto tiene mucho sentido".
Pero ¿en qué consiste la propuesta de Cobs? La historia de este proyecto está intrínsecamente unida a la de su impulsor y no se entendería la una sin el otro.
"Los 'pellets' son un tema viejo. Que esto golpee las rías gallegas me frustra, puesto que la tecnología y las soluciones para evitarlo existen"
"El respeto por el mar y su cuidado lo llevo en mis venas desde niño. Soy Vigués y navego desde los seis años. Amo el mar y he crecido disfrutando de las aguas de las rías gallegas. En mi etapa de universidad, además, viví en primera persona el accidente del Prestige y fui, como muchos otros, a recoger chapapote a diario a las Islas Cíes junto a mis amigos. Eso es algo que nunca se olvida", argumenta a D+I.
Ahora, cuando las costas gallegas vuelven a estar amenazadas por la crisis de los pellets, Freire no puede evitar sentir una mezcla de desolación y rabia ante lo que podría ser evitable si se aunaran voluntades y apoyos público-privados.
Una amenaza conocida en el mar
"El problema de los pellets es un viejo enemigo y, por ejemplo en Francia, diferentes organizaciones están reclamando que se solucione -como surfriderfoundation.org-", afirma Freire.
"Que esto golpee las rías gallegas me transmite frustración, puesto que la tecnología y las soluciones existen. Parece que estas no están en la misma ruta que los problemas existentes y nunca se encuentran para hacer match".
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Para conocer el origen de Cobs hay que retrotraerse a 2020. El emprendedor estaba colaborando con Inndux en Valencia, haciendo unos artículos técnicos y surgió la oportunidad de presentarse a la convocatoria del fondo Ports 4.0.
"Como soy una persona que está en constante exploración tecnológica, de ideas de negocio y con marcados valores en torno a la sostenibilidad, tropezó conmigo sin recordar mucho el cómo y por qué una noticia impactante del buque portacontenedores ONE Apus que había perdido 1.816 contenedores".
Alertar y poner a flote el contenedor: el reto
Aquello puso la creativa materia gris de Freire a pleno rendimiento. "Una vez detectado este problema, como ingeniero, navegante desde niño y emprendedor, se me vino rápidamente a la cabeza un concepto: balsa salvavidas. Y es que este problema es similar a lo que sucede cuando una persona se cae al agua. Cuando esto sucede, se activa una alarma que se llama MOB (Man Overboard)".
Su sistema alerta de que un contenedor se ha caído al mar, de qué contenedor se trata, reporta de forma inmediata a los implicados, informa sobre la posición del contenedor de forma periódica, y por último, lo mantiene a flote, para que gracias a este sistema combinado, el contenedor pueda ser rescatado.
Cobs ha superado con éxito la prueba de concepto, a través de su participación en la convocatoria de Ports 4.0, y ha validado su idea y tecnología
El proyecto ha superado un hito muy importante, la prueba de concepto (PoC), uno de los objetivos requeridos de la convocatoria de Ports4.0 en la que participó. Esto le ha servido para poder validar la viabilidad de la idea y la tecnología.
La unión de sinergias con otros actores será crucial, de ahora en adelante, para que la iniciativa tenga opciones de llegar al mercado.
"Siempre he considerado COBS como un proyecto colaborativo en el que se desarrolle tecnología y soluciones a este problema y que se convierta un altavoz a este problema donde participen entidades públicas y privadas".
Esa colaboración será determinante también para que el otro proyecto español en liza, Dilcomar, pueda también ver la luz algún día.
Dilcomar es una prueba de concepto financiada por Puertos del Estado dentro de la segunda convocatoria del Plan de Impulso al Emprendimiento para la Innovación en el Sector Portuario (Ports 4.0) y desarrollada por investigadores del área de las telecomunicaciones en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).
En ella se plantea integrar en los contenedores marítimos un dispositivo de comunicaciones, similar al que usan una gran cantidad de barcos desde hace veinte años, conocido como AIS (Automatic Identification System).
A través de este sistema, tanto buques como satélites podrían detectar y localizar los contenedores cuando caen el mar. Para ello, cada contenedor deberá enviar sus propias señales AIS para compartir información sobre dónde se encuentra, qué tipo de mercancía transporta, qué carguero lo perdió y, por tanto, quién debe responsabilizarse de su pérdida, precisan a D+I desde el equipo investigador impulsor.
Monitorización de contenedores perdidos
"Con ello, se conseguiría una monitorización en tiempo real de contenedores perdidos en el mar, además de generarse alertas que pueden ser recibidas por los buques que naveguen cerca del área de extravío del contenedor, sin que para ello deban utilizar más que un receptor AIS que, en muchos casos, ya integran a bordo.
Francisco Cabrera Almeida y Víctor Araña Pulido, profesores e investigadores de la UPGC, y Nicolás Molina Padrón, investigador y doctorando de esta misma institución, han sido los responsables de completar este proyecto.
Con Dilcomar cada contenedor deberá enviar sus propias señales AIS para compartir información sobre dónde se encuentra, qué tipo de mercancía transporta y qué carguero lo perdió
Su prueba de concepto ha involucrado la programación de transceptores radio y el diseño de circuitos electrónicos, un área sobre la que cuentan con una amplia experiencia.
Tanto el proyecto de Cobs como el de Dilcomar se erigen como las propuestas españolas que podrían contribuir a erradicar, desde el punto de vista de la innovación y la tecnología, los problemas derivados de la pérdida de contenedores en el mar.
No obstante, se trata de una problemática compleja, donde intervienen múltiples agentes e intereses nacionales y transnacionales y que, lamentablemente, escapan al mero poder de la tecnología y la investigación.