España está pendiente de un plan de reindustrialización donde la tecnología y la mujer están llamados a ejercer un papel determinante. La innovación abierta se está convirtiendo en la fórmula que la industria ha elegido para abrazar las nuevas soluciones digitales, encaminadas no sólo a implementar la llamada Industria 4.0, sino también a construir desde este sector crucial en España un modelo económico más sostenible.
La aceleradora de proyectos industriales POLO Positivo, con sede en Burgos, ha unido estos dos conceptos: la disrupción tecnológica y el liderazgo femenino y, para bajo el foco del sector industrial, realizar la radiografía del momento.
A nadie escapa que la industria es un sector todavía muy masculinizado, sobre todo en los puestos de mando donde se toman las decisiones en las compañías, pero también es una verdad a todas luces que la mujer está aumentando su presencia -aún no a la velocidad necesaria- en los consejos de administración.
Así lo deja patente un estudio de la aceleradora burgalesa: el promedio de presencia de las mujeres directivas en las 60 empresas industriales cotizadas de las 122 del Mercado Continuo de la Bolsa de Madrid es de un 33,8% en los consejos de administración y de un 21,90% en los comités de dirección.
D+I conversa con Carmen Pinto, CEO del Grupo Nicolás Correa, única mujer al frente de una compañía industrial cotizada en el Mercado Continuo, sobre cómo se afronta este proceso de cambio de liderazgos.
Y su primera reflexión es categórica y, sin esconder que queda mucho por hacer, supone un canto al optimismo: "Si en el fútbol, hemos conseguido que las niñas y las jóvenes tengan hoy en día referentes femeninos, ¿no lo vamos a lograr en la industria?".
A Carmen nadie tiene que contarle lo que muchas mujeres viven día a día en el sector industrial. Niega haber sufrido situaciones de discriminación por cuestión de género, pero ha vivido en primera persona lo que es ser la en la universidad y en el mundo laboral.
"Si en el fútbol hemos conseguido que las niñas y las jóvenes tengan referentes, ¿no lo vamos a lograr en la industria?
"No somos muchas y en los últimos años hemos retrocedido en las áreas STEAM. Tenemos que construir más referentes para que las niñas y las jóvenes apuesten más por las ingenierías, las matemáticas y las ciencias", explica.
Ingeniera Superior Industrial, en la especialidad de Mecánica e Intensificación en Máquinas, Carmen Pinto, comenzó en 2002 su andadura en Nicolás Correa, donde ha dirigido prácticamente todas las áreas técnicas de la empresa: calidad, producción por mecanizado y montaje.
"Cada uno tiene su talento y el reto está en que todo el mundo pueda encontrar su sitio y se pueda desarrollar. Necesitamos apoyar la industria y tirar de todos esos talentos, también y por supuesto del que aportan las mujeres y los equipos diversos, para reindustrializar el país".
Y hace un llamamiento para que no decaiga la concienciación que hubo tras la pandemia sobre la necesidad de gozar de una industria fuerte en España que evite la excesiva dependencia del exterior.
Los nuevos enfoques de las startups
En este camino, la innovación abierta entre las corporates y las startups es otro de los frentes que más están modernizando el sector industrial español. Carmen Pinto, desde Grupo Nicolás Correa, nuevo socio asesor de la aceleradora POLO Positivo, asegura que la gran industria necesita la "frescura" y "nuevos enfoques" que brindan las startups.
"No hay otra manera. Todos vamos a un mundo donde cada vez todo ocurre más rápido. Nicolás Correa es una empresa tradicional, donde pensábamos que los cambios iban a ir a otro ritmo, pero en dos o tres años todo cambia completamente, porque llegan tecnologías habilitadoras que tú no les veías la aplicación en tu campo, pero que la tienen".
"Y la tienen porque alguien nuevo -en referencia a las startups-, que tiene mucha ilusión y la facultad de ver las cosas desde un nuevo enfoque, lo ha hecho posible".
Eva Santamarta forma parte de esa nueva mirada a la innovación aplicada a la industria de la que habla Carmen Pinto.
"Para una startup que empresas de la solvencia de Grupo Antolín o Grupo Correa te den 'feedback' sobre tu proyecto desde el primer día es muy valioso"
Cofundadora de Moving Robotics, una consultora especializada en procesos logísticos y el diseño de planes de expansión en el sector de la robótica móvil, Santamarta es también ingeniera de formación y, además, también ha vivido de cerca lo que supone ser una mujer en un sector con preponderancia de hombres.
Moving Robotics forma parte del programa Imán de ideas de POLO Positivo, donde se desarrollan las propuestas disruptoras que pueden dar lugar a nuevas oportunidades de emprendimiento.
"El apoyo que nos dan a través de la mentoría es una gran ayuda. Sobre todo el ecosistema, los contactos, visibilidad. El poder presentar tu proyecto ante empresas como Grupo Antolín, Grupo Nicolás Correa y tantos otros, y que sean ellos los que te den feedback de tu producto, es algo muy valioso para las startups como nosotros".
Respecto al papel de la mujer en el emprendimiento industrial, la radiografía no varía entre la corporate o la startup: faltan referentes femeninos. "Hay una cultura machista que persiste, micromachismos a los que te enfrentas. Pero confío en las nuevas generaciones para cambiar esta situación. Mi sobrina, de 18 años, quiere estudiar una carrera centrada en la inteligencia artificial. Son el futuro", indica Santamarta.
Cooperación entre la empresa consolidada y la startup y un talento diverso que ayude a reindustrializar el país con la implementación de las nuevas tecnologías disponibles. El reto es mayúsculo pero el potencial de este país para lograrlo, también.