Los pequeños municipios de España se convirtieron durante la pandemia en refugio de miles de personas que volvieron a mirar con interés hacia el medio rural y convirtieron a la España vaciada en una atractiva alternativa a la gran ciudad para sobrellevar la fase más dura del confinamiento.
La vuelta a la normalidad ha puesto de manifiesto el potencial que, de la mano de la disrupción y la tecnología, brindan a estos pueblos de interior una oportunidad para recobrar la vida de antaño.
El efecto de la pandemia se ha prolongado hasta nuestros días, en una nueva normalidad que ha demostrado que es imposible regresar a la casilla de inicio. La transformación digital de la economía y los modelos de trabajo híbridos que combinan presencialidad y jornadas en remoto evidencian que estamos ante un nuevo tiempo.
En este contexto, a principios de este año echó a andar BeHappy Investments, fruto de la voluntad de un grupo de directivos y profesionales de diferentes sectores por modernizar el medio rural y asumir el desafío de la España vaciada a través de iniciativas sostenibles y beneficiosas para el sector primario.
Se trata del primer fondo de este tipo financiado al 100% por capital español. Se creó con un capital inicial de 600.000 euros. "Aunque en el primer año ya hemos doblado esa cantidad, y aspiramos a invertir 10 millones de euros en los primeros años con el objetivo de obtener una rentabilidad neta anual de en torno al 20%".
Así lo explica a D+I Miguel Ángel Rodríguez, fundador y presidente de BeHappy Investments.
"La idea es hacer crecer el valor de las inversiones apoyando con capital y conocimiento a las empresas elegidas que, a su vez, trabajarán para mejorar el mundo rural, el sector primario o el medio ambiente; tenemos primordialmente una función social, es un fondo de impacto".
Su finalidad es invertir en iniciativas y startups que luchen contra la despoblación de las provincias rurales del interior de España a través de la creación de empleo y riqueza. De esta forma, el vehículo permitirá que estos proyectos consigan respaldo económico sin necesidad de acudir a entidades bancarias.
Por el momento, el fondo ha analizado proyectos relacionados con la agricultura, la reutilización de residuos orgánicos y las energías renovables, entre otros. El responsable asegura que en breve se conocerá qué proyectos serán los primeros en recibir su inversión.
De sustitutivos del plástico a alimentación ecosostenible
"Uno de los que hemos estudiado a fondo, por ejemplo, convertía residuos orgánicos en materiales sustitutivos del plástico; otro transformaba basura del mar en elementos para la construcción, y otra de las propuestas generaba recursos alimenticios de forma ecosostenible", detalla.
Según destacan desde BeHappy Investments, su valor diferencial no se basa tan sólo en el apoyo financiero que brindan a estos proyectos disruptores, "el cual se puede obtener de un banco o de cualquier entidad privada", matizan.
"Lo que nos caracteriza es el expertise y las ganas de aportar de los miembros fundadores, cuyo bagaje profesional puede contribuir al éxito de estas iniciativas. De hecho, en los procesos de selección se están teniendo en cuenta distintas variables y no solo las puramente numéricas".
Así se está valorando el atractivo del proyecto en su conjunto, la posibilidad real de materializar la iniciativa, la capacidad para cambiar la sociedad y el medio rural, etc. "Variables más 'románticas' que el beneficio o la rentabilidad, pero a las que damos mucha importancia", insiste Rodríguez.
En los procesos de selección se están teniendo en cuenta variables más 'románticas' y no solo el beneficio y la rentabilidad del proyecto
Entre ellas, destaca el papel que debe desempeñar las personas que lideren esta disrupción. "Son las piezas fundamentales para que algo pueda triunfar. El equipo es el 80%", soslaya el fundador.
Entre sus objetivos a corto plazo destaca incrementar su capital durante el segundo semestre de 2022 y financiar al menos tres proyectos durante este ejercicio.
A largo plazo, "nos gustaría haber invertido 10 millones de euros y haber financiado entre 10 y 15 proyectos en los próximos cinco años".
Los fundadores del fondo están convencidos de que éste era el momento idóneo para alumbrar una iniciativa de este tipo en España.
"La despoblación del medio rural es un problema que España lleva arrastrando desde hace años. Sin embargo, a raíz de la pandemia, se produjo un éxodo por parte de la población de las grandes ciudades hacia las áreas rurales, que ha permitido recordar y poner en valor las ventajas y las grandes oportunidades que ofrecen estos lugares", revela el fundador.
Según datos del estudio Movimientos de población hacia el medio rural, elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, entre 2018 y 2021 se empadronaron más de 200.000 personas en pequeños municipios, lo que propició que pueblos de menos de 1.000 habitantes presentaran un saldo positivo.
Un cambio de tendencia constatado
"Es decir, han llegado más de los que se han ido. Aun así, una población envejecida y la baja natalidad hacen que el saldo global sea negativo. Otro dato relevante es que de las más de 57.000 personas que llegaron a municipios de menos de 5.000 habitantes en 2021, el 46% tiene menos de 35 años", indica Miguel Ángel Rodríguez.
El fondo quiere aprovechar este cambio de tendencia para atraer empresas, innovación, inversión y talento al medio rural. "Por esta razón decidimos apoyar que no solo tengan un gran potencial de crecimiento, sino que también cumplan una función social aportando soluciones y beneficios para el medio rural, el sector primario y la sostenibilidad", concluye.
En unas semanas, se conocerán los primeros proyectos en ver la luz para devolver la vida a esta parte tan importante del entramado social y económico de nuestro país.