Salomé de Cambra, la inversora de la curiosidad perpetua que brinda segundas oportunidades al talento
La 'woman angel' de WA4STEAM vuelca su amplio conocimiento en el sector de la salud en ayudar a las fundadoras a construir un ecosistema emprendedor más diverso e inclusivo.
7 marzo, 2024 01:24"La gente que es capaz de aprender es la que tira adelante". Es la carta de presentación de Salomé de Cambra, una mujer polifacética que siempre ha mantenido la curiosidad intacta por todo lo que le rodea y que es consciente del valor que conlleva conceder una segunda oportunidad.
Convertir un no inicial en un sí es algo determinante en la vida, especialmente en el ámbito del emprendimiento donde Salomé ejerce de woman angel dentro de la asociación W4STEAM.
En esta red ha volcado todo su vasto conocimiento del sector de la salud, cosechado durante décadas en farmacéuticas de referencia internacional -Baxter, Laboratorios Esteve- y en servicios de consultoría -para multinacionales como Novartis-.
Esta médica especialista en medicina preventiva y salud pública siempre se sintió atraída por múltiples áreas del conocimiento y las artes. En su conversación con D+I - EL ESPAÑOL reconoce que optó por la carrera de medicina casi en el último minuto y que podría haber elegido de igual forma filosofía o arquitectura.
"Además, las matemáticas se me dan bien, así que no podía descartar la ciencias de entrada, lo que complicaba la decisión final", reconoce.
Su capacidad de superación la llevó hasta EEUU para formarse en las mejores escuelas de salud pública del mundo y, atraída por la gestión, cursó un MBA en New York, en la Universidad de Columbia, a principios de los años 90 con vistas a lo que sería después su futuro profesional.
"Decidí que cuando acabara la residencia quería hacer un MBA porque la gestión de la salud conlleva ese foco y tenía que saber marketing, planificar, finanzas contabilidadd, etc", relata. Así fue como consiguió una beca de La Caixa para ir a estudiar el MBA en la Universidad de Columbia.
A su vuelta, su camino se dirigió hacia la industria farmacéutica y la consultoría con una perspectiva muy centrada en la innovación y la prevención con el objetivo de contribuir a construir un sistema sanitario más eficiente.
"Al sistema sanitario siempre le van a faltar recursos, porque siempre podríamos estar mejor, y siempre hay oportunidades de mejorarlo", confiesa.
La inversora atesora en su currículo más de 25 años de experiencia en la industria del cuidado de la salud y especialmente en vacunas, salud pública y acceso a los mercados. En la actualidad es la responsable de Asuntos Médicos de Hipra, y en su trayectoria destaca haber contribuido al primer equipo español de desarrollo de la vacuna de la covid.
Su paso por el sector de la salud se caracteriza, de alguna forma, por haber formado parte de proyectos que en el momento de su desarrollo eran demasiado avanzados para su tiempo.
Por delante en innovación
"Me he encontrado con todo tipo de oportunidades para llevar proyectos adelante, desde la primera historia clínica electrónica con los estándares actuales que se pilotó, no se implantó porque estoy hablando de finales de los años 90; a programas de gestión de patologías como la depresión dentro del entorno laboral, o la prevención de riesgos psicosociales, etc", argumenta De Cambra.
"Siempre estuve en proyectos que en aquel momento fueron muy avanzados y que luego han necesitado mucho tiempo más de recorrido para que se adoptaran", asume la inversora.
"Siempre estuve en proyectos de salud que fueron muy avanzados para ese momento y que necesitaron mucho más recorrido para adoptarse"
Esa curiosidad perpetua por avanzar en nuevos conocimientos la llevó a que su camino desembocara en el prolífero curso de IESE financiado por Europa que dio lugar a la asociación WA4STEAM donde Salomé participó en el equipo fundador.
"En ese momento estaba trabajando de consultora freelance y sentí que este trabajo ya no me motivaba tanto, necesitaba alejarme del aburrimiento y reorientar mi actividad", afirma.
Reconoce que asistió al curso con dudas sobre si podría encajar en el mundo de la inversión, pero fue finalmente "todo un acierto". Su curiosidad ante un reto nuevo que la sacaba de su zona de confort se había reactivado.
"El curso estuvo fenomenal, pero lo mejor vino después. Tuvimos la suerte que Regina Llopis el último día nos propuso crear una asociación con toda la estructura jurídica que se requiere para invertir en proyectos liderados en mujeres y con el foco en STEAM. Me pareció que valía la pena y que Regina tenía mucha razón", afirma.
Aquella decisión le ha proporcionado en estos años "una experiencia casi vital" de la que se siente muy orgullosa y satisfecha.
Además, el área de la salud y la biotecnología es una de las que aglutina mayor presencia femenina, justamente, donde Salomé de Cambra puede aplicar sus conocimientos y experiencia durante su etapa anterior en la industria farmacéutica y la consultoría.
"En biotecnología el 60% son mujeres porque hay una parte técnica importante, pero a las mujeres les motiva muchísimo la finalidad de su proyecto, el impacto, y aquí lo encuentran. Es normal que nos lleguen proyectos muy buenos de este sector".
De su labor como inversora, reconoce que el asesoramiento, ese trabajo de couch que tanto necesita el emprendedor en fases tempranas es lo más valioso. "La experiencia te hace detectar antes si algo tiene sentido o no".
El valor de las segundas oportunidades
Sin embargo, De Cambra no es de las personas que toma decisiones categóricas e inamovibles. De hecho, asegura que su etapa en el sector del emprendimiento como inversora le ha demostrado que hay que conceder segundas oportunidades porque "un no ahora puede ser un sí mañana".
"Hay proyectos que vuelven tras un tiempo y han aprendido; hay que darles esa segunda oportunidad. También hay que tener la modestia de decir voy a cambiar de opinión porque me han demostrado que valían. La gente que es capaz de aprender es la que tira adelante", sentencia.
"La gente que es capaz de aprender es la que tira adelante; hay proyectos que vuelven tras un tiempo y han aprendido"
De alguna forma, De Cambra aplica en su faceta inversora lo que es una máxima dentro del ámbito investigador: los errores son parte del camino para confirmar o refutar una tesis. "Cada vez que no se obtiene lo que se espera, se convierte en una pieza de información que fortalece la tesis".
De su porfolio de startups invertidas recuerda con especial cariño su paso por Goodgut, una biotech que desarrolla soluciones para el bienestar digestivo, y que, de alguna forma, se cruzó en el camino de W4STEAM en los primeros compases de la asociación.
El aprendizaje en inversión
"Entramos en una fase que ya no era tan temprana, queríamos haberlo hecho antes pero nos pilló con la constitución de la asociación y fue imposible", se lamenta con una media sonrisa en el rostro por la rentabilidad que hubieran obtenido de hacerlo en aquel momento incipiente de la startup.
Aun así, fue un proyecto del que aprendieron muchísimo y al que pudieron aportar todo el valor de la red WA4STEAM. "Nada más entrar nosotras, llegó el covid. Tuvimos que reajustar económicamente, fueron momentos complicados y me tocó hacer mucho coaching", recuerda.
Finalmente, una biotecnológica de Gerona enfocada a la salud veterinaria adquirió Goodgut para virar su foco e introducirse también en la salud humana.
"En menos de dos años sacamos un rendimiento muy interesante, para haber pasado el covid. Los que invirtieron en esa primera fase sí que obtuvieron rentabilidades magníficas -sonríe-, qué le vamos a hacer, pero a cambio obtuvimos un gran y valioso aprendizaje como inversoras".
Ese es, en última instancia, el mayor regalo de esta red de inversoras que continúa aportando lo mejor de cada socia en la construcción de un nuevo ecosistema emprendedor más diverso e inclusivo en España.