Observar la Tierra desde el espacio para mejorar la defensa de la Unión Europea. Con este objetivo la pyme española Satlantis lidera un proyecto europeo (OPTISSE) para desarrollar tecnologías críticas con las que implementar una misión de vigilancia marítima. En concreto, se están creando un sistema opto-mecánico avanzado, uno de control de actitud ágil, un filtro de detección en tiempo real y un transmisor-receptor de alta velocidad de datos para la descarga de información.
Con esta monitorización marina, el sistema que desarrollará Satlantis en este proyecto europeo servirá para realizar seguimientos de la costa para vigilar desde el narcotráfico, el contrabando o la pesca ilegal, hasta para misiones de ayuda humanitaria por la inmigración a través del Mediterráneo. “El reto es crear una especie de barrara digital intensiva de supervisión en áreas críticas como el sur del Mediterráneo, el Báltico o la línea vertical del Atlántico”, explica a D+I Juan Tomás Hernani, CEO de Satlantis.
El proyecto OPTISSE, que forma parte del programa de financiación de la Comisión Europea EDIDP (European Defence Industrial Development Programme), es el único liderado por una pyme española. Satlantis, que coordina en este proyecto un consorcio de seis pymes de cinco países europeos, quiere poner de relieve el sector espacia español y el papel que puede desempeñar una pyme de 40 empleados compitiendo “al más alto nivel” en un sector estratégico.
Se trata de hacer “una cámara más grande, el doble que las actuales, que permita aproximarnos a unas altas capacidades de resolución que hoy son exclusivas de los grandes satélites”. El reto es lograr este dispositivo y que pese menos de 100 kilos, porque, de este modo, se podrán acelerar los plazos de despliegue.
El objetivo de Satlantis es alcanzar una resolución espacial de 50 centímetros con una carga útil óptica miniaturizada. “Es el límite de la tecnológica porque, hoy en día, las resoluciones espaciales más precisas son de 30 centímetros en satélites que pesan una tonelada”, puntualiza Tomás Hernani.
“Nuestro concepto binocular nos permite escalar en un eje a dimensiones más grandes y mantener el otro eje en dimensiones más pequeñas. Es decir, vamos a mantener un eje en infrarrojo a dimensiones más pequeñas y el eje visible lo vamos a hacer crecer a dimensiones mayores”.
Con este proyecto se pretende generar “muy alta resoluciones aplicadas a la observación y el uso de un espectro amplio visible e infrarrojo” para poder cumplir una serie de requisitos operativos de defensa europea, “con una aproximación diferente a los antiguos satélites”.
Plazos récords de ejecución
En menos de un año este consorcio empresarial quiere tener “despejadas las incógnitas principales” para el desarrollo de todas estas tecnologías. Cada pyme del proyecto se va a encargar de desarrollar una parte del mismo, que Satlantis combinará para generar un sistema completo que se entregará a Europa.
La pyme francesa va a proporcionar una radio de altas prestaciones con 800 megabits; la alemana va a desarrollar una plataforma que permitirá girar con agilidad y precisión la cámara para ver distintos ángulos; la italiana va a crear un filtro en tiempo real de alertas; y la polaca va a fabricar una lente muy grande de 40 nanómetros de rugosidad.
Tras el desarrollo final de este hardware, tendrán que integrarse dentro un sistema de alerta europeo. Para ello, Satlantis propone una constelación de microsatélites, en los que se integraría esta cámara de vigilancia.
De este modo, se intenta cubrir “una problemática común de las necesidades de la Defensa europea” a pesar de su fragmentación nacional, explica Juan Tomás Hernani. “Hay que recuperar el ámbito europeo en temas de espacios, porque hablar de soberanía en este ámbito no es hablar de fronteras”, señala. Hoy en día, apunta el CEO de Satlantis, “la única manera de capturar información de otros países y transmitirla de forma legal es desde el espacio”.
En este sentido, Tomás Hernani apostilla que la entrada masiva en el sector aeroespacial de las grandes empresas tecnológicas, como Amazon, Google o la figura de Elon Musk con su grupo de empresas, “nos recuerda que el espacio está ahí para la producción, gestión y transmisión de datos”, ya sea en el ámbito de las telecomunicaciones o de la llamada observación de la Tierra.
En definitiva, se trata de una “actividad de datos y, por tanto, una actividad digital que debería ser rápida”. Así, el CEO de Satlantis insta a los ingenieros a adaptarse a esta realidad y “no seguir pensando en proyectos de ocho años para temas que tienen que ver con datos de la Tierra”, sobre todo, porque si se quiere competir con el cable “debemos ser ágiles, rápidos, eficientes y económicos”. Es lo que se conoce como la revolución de los pequeños satélites.