La Universitat de València (UV) acaba de constituir y reconocer como spin-off a la empresa química Porous Material in Action (PMA), compañía que irrumpe con determinación en el contexto de la actual transformación digital y tecnológica para aportar un salto cualitativo a la industria de la mano de los materiales MOF.
Los Metal Organic Frameworks (MOF) son una familia de materiales porosos –cristalinos y flexibles– que, por sus múltiples potencialidades, están revolucionando la industria en ámbitos muy diversos y que, de alguna forma, se convierten en los "LEGO de la química" por sus múltiples potencialidades de uso de forma respetuosa con el planeta.
PMA está participada principalmente por personal investigador del Instituto de Ciencia Molecular (ICMol) y por la propia Universitat y su objetivo es producir este tipo de materiales porosos, ponerlos en valor para su integración en aplicaciones tecnológicas y hacerlos asequibles a la industria.
Sector medioambiental y energético
La rectora de la Universitat de València, Maria Vicenta Mestre, y la totalidad de socios de la empresa rubricaron el pasado 15 de noviembre el contrato de licencia de la patente en la que se basa la empresa, y el convenio de apoyo y reconocimiento de spin-off de la nueva compañía química que se ubicará en el Parc Científic de la institución académica.
Se trata de la segunda iniciativa empresarial que la UV reconoce este año 2021 como spin-off.
A partir de ahora, PMA trabajará para facilitar la aplicación de los materiales MOF en sectores como el almacenamiento de gases útiles como combustibles verdes, la catálisis, la captura de contaminantes, el suministro y potabilización de agua o la purificación ambiental, entre otros.
"Para la Universitat es un orgullo participar y reconocer iniciativas empresariales como esta, que se basa en una tecnología muy puntera generada en nuestra institución", afirma la rectora Maria Vicenta Mestre.
"La industria está a la expectativa de los avances que los materiales tipo MOF pueden aportar a sectores tan importantes como el medioambiental o el energético; y prestar apoyo a este proyecto es una manera de cumplir con la misión que toda universidad tiene de transferir los resultados de investigación para la mejora del tejido productivo", concluye.
Por su parte, el investigador del ICMol y principal impulsor de la empresa, Carlos Martí-Gastaldo, sostiene que "lo realmente interesante de los MOF es su enorme versatilidad; son como un LEGO químico", lo que abre un sinfín de posibilidades aún por explorar.
"La porosidad, la flexibilidad y la estabilidad química de estos materiales permiten el diseño de poros con tamaños y funciones químicas concretas, que aumentan y diversifican sus propiedades, lo cual aporta muchísimas posibilidades al desarrollo tecnológico de productos mejores y más sostenibles”, añade el investigador.
La creación de PMA deriva de los resultados de un proyecto europeo –Chemical Engineering of Functional Stable Metal-Organic Frameworks (MOFs): Porous crystals and Thin-film Devices–, liderado por Martí-Gastaldo, que ya ha generado más de una patente de MOF titularidad de las universidades de València y de Granada.
Plataforma de visibilización
Es el caso del MUV-10 (PMA-1000 por su nombre comercial) para la captura y degradación de contaminantes con luz, o del MUV-101 (PMA-3000) para su uso en la degradación de insecticidas, pesticidas o agentes de guerra química, patentes como la que ahora la Universitat licencia a favor de la nueva spin-off.
Porous Material in Action tiene la singularidad de que, además de trabajar en el desarrollo de MOF más sostenibles y de abastecer a la industria, actuará como plataforma de visibilización de los materiales tipo MOF y como aceleradora para su transferencia a la empresa.
El reto: MOF accesible para toda la industria
También proporcionará asesoramiento acerca de la integración de estos materiales de enorme potencial en aplicaciones tecnológicas.
"Nuestro primer objetivo es llegar a producir 1 kilo de MOF a un precio razonable, de manera que cualquier empresa pueda plantearse la posibilidad de innovar con sus propios productos sin necesidad de ser un gigante", explica Martí-Gastaldo.
"Además de asumir el desafío que supone producir a un coste asequible, adquirimos el compromiso de dar a conocer a la industria en general estos materiales de gran versatilidad y altísimas capacidades, poniéndonos a disposición de los parques tecnológicos y de las empresas que podrían beneficiarse del potencial que poseen los MOF", concluye.
La Universitat de València tiene actualmente reconocidas 15 spin-offs relacionadas con los sectores de ingenierías y tecnología, ciencias de la vida, industria química y ciencias sociales y humanidades, en línea con la diversidad propia de una universidad generalista.