Alrededor del 20% de la población española sufre intolerancia a la fructosa, lo que impide a las personas que la padecen consumir la mayoría de frutas y verduras, además de muchos otros alimentos del supermercado -sobre todo procesados-, ya que al hacerlo, sufren síntomas como hinchazón, dolor de estómago o náuseas.
Como consecuencia de esta dolencia, las personas intolerantes tienen carencias en todo lo esencial que la fruta nos aporta: vitaminas, minerales o fibras. Las alternativas disponibles en el mercado ofrecen a los intolerantes alimentos sin fructosa, pero centran su oferta en alimentos ultraprocesados, de bajo valor nutricional, cargados de azúcares y carentes de fruta.
En este contexto, la startup de biotecnología FreeShakes brinda a estas personas una gama de productos aptos para intolerantes a la fructosa que, además, supera el hándicap de los alimentos ultraprocesados, ya que su propuesta se aleja de estos productos y ofrece una nueva generación de productos sin fructosa, mínimamente procesados, a base de fruta y de gran valor nutricional.
Beneficios extensibles a otras dolencias
Batidos de fruta sin fructosa, fruta congelada sin fructosa, comida para bebés y una familia de snacks saludables son algunos de los productos desarrollados por FreeShakes.
Aunque en principio su biotecnología va dirigida a los intolerantes a la fructosa, otras personas como diabéticos o pacientes con SIBO, con intestino irritable y otras patologías digestivas también podrían verse beneficiados de su gama de productos.
Como en tantas otras propuestas disruptoras e innovadoras, una experiencia personal motivó el germen del proyecto. FreeShakes no es una excepción.
La iniciativa surgió hace dos años en Elche (Alicante) cuando Antonio Fenoll y Álvaro Valdés, cofundadores de la startup, estudiaban el Grado en Biotecnología. "Una compañera de clase empezó a faltar bastante y le preguntamos cuál había sido el motivo de su ausencia. Nos respondió que tenía intolerancia a la fructosa y que sufría problemas digestivos como dolor de estómago y náuseas", afirma a D+I Álvaro Fenoll.
Ambos emprendedores se pusieron a investigar sobre la intolerancia a la fructosa y descubrieron que había muchas personas con el mismo problema y que el mercado no ofrecía una alternativa adecuada.
Así echó a andar FreeShakes. "Nos presentamos a un certamen de ideas de empresa en la Universidad Miguel Hernández (UMH) y lo ganamos. Gracias a ello accedimos a la Maratón de Creación de Empresas de la UMH, una formación de seis meses donde aprendimos muchos conceptos sobre el desarrollo de una startup".
Además, reconocen que "el apoyo de nuestro tutor del Parque Científico de la UMH, Germán, durante todo el camino ha sido crucial para dirigir el proyecto a buen puerto. Durante el último año, varias personas se han unido al proyecto para hacerlo completamente viable", añaden los cofundadores.
Aunque Antonio y Álvaro son quienes descubrieron el problema, pronto se percataron de que el arduo camino que se abría antes sí para mejorar la calidad de vida de los intolerantes a la fructosa no lo podían recorrer solos.
En primer lugar, el Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández se sumó al proyecto, y les facilitó el acceso a un laboratorio, oficina y asesoramiento de expertos.
Por otro lado, varios asesores han acompasado la trayectoria de FreeShakes en diferentes áreas como la biotecnología alimentaria (Daniel Valero) o la microbiología (Manuel Sánchez).
Pero los fundadores de la startup no estaban conformes. Las altas aspiraciones de Álvaro y Antonio les hicieron entrar en el programa Team Up, donde encontraron a alguien que se volcó en su objetivo, Monta Rozenburga, que es la chef y emprendedora que ejerce como principal responsable de desarrollar nuevos productos alimenticios sin fructosa y con buen sabor.
Tras ello, otros asesores como Xavier Arola y Joaquim Escura han contribuido a mejorar el plan de negocio y la propuesta de FreeShakes, y Steffen Lindner (Berlín) está aportando su granito de arena en la estrategia de I+D.
Alimentos cero azúcares en el futuro
Aunque su prioridad ahora en abastecer a los intolerantes a la fructosa de una nueva gama de productos nutritivos y alejados de los alimentos ultraprocesados, los fundadores ya están pensando en el futuro y en cómo diversificar su oferta.
"Si miramos el proyecto con perspectiva de futuro y más global, claramente hay una preocupación cada día más notoria respecto al consumo de azúcares. Este proceso se podrá aplicar para la producción de zumos, batidos, bebidas o postres, generando alimentos cero azúcares, más saludables que las alternativas actuales".
La estrategia actual de FreeShakes se centra en la I+D y en la obtención de la financiación necesaria para desarrollar todo el proyecto.
"Con nuestra principal línea de investigación actual, hemos conseguido reducir más de un 30% el contenido en azúcares de algunas frutas como la fresa y el melocotón, pero nosotros buscamos el 100% y estamos seguros de que vamos a alcanzarlo", puntualizan a D+I.
Tercer premio en Team Up, de EIT Food
Para ello, la startup necesita nutrirse de capital humano y mejorar el set-up del laboratorio, para poder acometer una serie de experimentos más complejos, "con los que vamos a conseguir reducir la totalidad del azúcar, a la vez que producimos un edulcorante natural", aseveran.
Por otra parte, cabe destacar que FreeShakes ha sido reconocida en Team Up, un programa impulsado por la iniciativa de innovación alimentaria EIT Food. Concretamente, la startup alicantina ha recibido el tercer premio, dotado con 15.000 euros.
Shaky, su primer producto para 2022
Este impulso económico se suma a los 6.000 euros que Freeshakes recibió tras ser uno de los proyectos seleccionados para la segunda fase de este programa.
"Este programa europeo nos ha permitido adquirir mucho conocimiento en la creación de un negocio y el management de equipos. Pero sobre todo, nos ha ayudado a conocer a muchísima gente con experiencias parecidas y a personas relevantes en el sector. Además, nos ha servido para encontrar a una tercera integrante del equipo, Monta", afirman.
La startup está centrada en este 2021 en la recaudación de capital para llevar al siguiente nivel su I+D, y de cara a 2022 prevé optimizar la tecnología para eliminar completamente los azúcares, y empezar a hacer catas de diferentes versiones del que será el primer producto, el Shaky.
Noticias relacionadas
- Vía libre de Europa para que la startup que convierte el sabor ácido en dulce comercialice la miraculina
- ADBioplastics: la 'spin off' que 'germinó' de la naturaleza ultima su salto al mercado
- Adiós al debate del 'chuletón': IA y biotecnología crean la superproteína del futuro a partir de residuos agrarios