La insatisfacción por no encontrar actividades y experiencias únicas en sus viajes por Europa llevaron a Pablo López y Daniel Portabella a convertir la necesidad en virtud y alumbrar una herramienta digital que se está consolidando entre los millennials y la Generación Z a la hora de planificar las vacaciones y el tiempo libre.
Cansados de siempre ver las mismas recomendaciones -en muchos casos falsas- por perfiles irrelevantes y anónimos, decidieron embarcarse en la aventura de construir la herramienta perfecta para poder explorar, vivir y compartir auténticos musts.
Así fue como echó a andar Must, la empresa ubicada en Barcelona que conecta a los viajeros, los creadores de contenido local, las empresas locales y los órganos de gobierno de los destinos en una plataforma comunitaria digital impulsada por la experiencia.
De este modo, Must ayuda a formar ecosistemas locales de individuos, empresas y agencias que trabajan juntos para atraer a posibles viajeros.
"Tras la pandemia, las ciudades han dado prioridad a la reactivación del turismo para facilitar la recuperación de las economías locales. Los canales de descubrimiento de experiencias existentes presentan importantes inconvenientes para los viajeros y para los organismos de gestión de los destinos", precisa a D+I Pablo López, cofundador y CEO de Must.
De esta forma, Must se sitúa en "una encrucijada de elementos y sectores sociales, que hasta el momento no han sido explotados eficientemente de forma conjunta: turismo, mapeo de servicios y actividades, canal de distribución y red social, dotando una herramienta completamente disruptiva e innovadora, que integra los citados aspectos, tomando como punto de referencia las experiencias", relata el CEO.
Según explica López, no existe una solución que permita el acceso a la información deseada de manera rápida, directa e intuitiva. "El proceso habitual es la búsqueda a través de Google o Google Maps, acceso posterior a las páginas web seleccionadas y, por último, trabajo de búsqueda y lectura de reseñas y opiniones. Todo de manera individualizada, sin existir un flujo continuo y secuencial de la información".
Para la startup, el sector turístico y, más en concreto, el segmento de ocio, todavía no está suficientemente adaptado al ámbito de comunidad social, de forma que pone más el acento en las webs y los blogs.
Por su parte, las OTAs (agencias de viajes online, por sus siglas en inglés) siguen basando su actividad, explican desde Must, "en la visita a las webs de sus clientes para las reservas de viajes o experiencias, sin incluir en sus procesos disruptivas herramientas de ecommerce, que una plataforma de planificación y comunidad social como la nuestra puede aportar".
Una disrupción que asesora a la OMT
En este contexto, la startup pretende "irrumpir en todos estos sectores de manera simultánea, dando respuesta a una necesidad conjunta, con un enfoque y capacidad, para solventar los principales problemas con los que se encuentran en la actualidad los potenciales usuarios", precisa el cofundador.
Su tecnología ya ha sido reconocida como una de las herramientas más potentes para reactivar el turismo en la era pospandemia, distinción que le llega de la mano de la Organización Mundial del Turismo (OMT) con quien colaborará hasta 2024 aportando su disrupción. También atesora ser una de las startups más relevantes del ecosistema tech de Barcelona.
Entre los objetivos y estrategias de Must en 2022 está superar el millón de usuarios y cerrar una ronda de inversión Serie A. Además, también se ha marcado como meta expandir su tecnología a los mercados de Latinoamérica y Estados Unidos. Por último, la startup también aspira a añadir booking, vídeo y livestream al producto.
Para lograrlo, Must cuenta con un equipo humano conformado por doce personas con perfiles muy diversos que abarcan conocimientos desde áreas más técnicas y tecnológicas a comerciales.