Situar el factor humano en el centro de la tecnología es uno de los mayores retos de la sociedad digital. Las herramientas que brinda esta nueva economía no tendrían sentido sin el valor que deben aportar a las personas; sin esa mejora de la calidad de vida que da sentido al profundo proceso transformador de nuestra era.
La propuesta de Kuvu es el claro ejemplo de cómo un proyecto disruptor puede dar una respuesta conjunta a necesidades de colectivos en momento vitales diametralmente opuestos. Estudiantes y jóvenes que se inician en el mercado laboral y personas mayores de 60 años que viven solas tienen mucho más en común de lo que a priori podría parecer.
Los primeros buscan alojamiento a buen precio y, los segundos, luchar contra la soledad no elegida al tiempo que obtienen unos ingresos extra por alquilar habitaciones en unos hogares que fueron quedando vacíos con el paso de los años.
Presente en 55 localidades de tres comunidades
Kuvu ha sabido conjugar ambos intereses y poner sus conocimientos al servicio de una solución tecnológica que se posiciona como una de las soluciones agetech de referencia en la actualidad tras entrar recientemente en la aceleradora europea Birdhouse.
Está presente en más de 55 localidades de Madrid, País Vasco y Barcelona, y cuenta con más de 270 personas mayores propietarias y más de 2.000 personas demandantes de alquiler, especialmente estudiantes y jóvenes profesionales
Creada por los jóvenes emprendedores Eduardo Fierro (CEO), Jon Ander Fernández (CMO) y Haize Trueba (COO), la startup fomenta "relaciones humanas a través de experiencias de alojamiento compartido seguras", asegura a D+I el CEO.
El proyecto echó a andar en 2017, cuando los cofundadores se plantearon de qué forma podían mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Cuando el equipo realizó el estudio de mercado, detectó que dos millones de personas mayores de 60 años viven solas y, el 65% de ellas, se siente aislada.
A esta evidencia, se suma el hecho de que cuatro de cada 10 jubilados tienen dificultades para llegar a fin de mes.
Por otro lado, existe el problema del arrendamiento de una vivienda digna: "la edad de emancipación juvenil es extremadamente alta, y una persona joven dedicaría de media el 81,9% de su sueldo al arrendar un piso frente al 35% máximo recomendado", relata el CEO.
Este fue el punto de partida para que el equipo fundador de Kuvu diseñara un programa de convivencia intergeneracional que pudiera solventar ambos retos. Como en tantas otras iniciativas emprendedoras, la experiencia personal es determinante para la configuración final de la propuesta.
En este caso, fue crucial la vivencia de Eduardo Fierro. Durante dos años vivió en Canarias con su abuela. "La mejor compañera de piso que he tenido nunca", soslaya. Esta circunstancia le cambió la perspectiva sobre compartir vivienda con una persona mayor.
Unir dos realidades que se complementan
Cuando se mudó a Bilbao para cursar sus estudios universitarios -donde conoció a Haize y a Jon Ander-, le fue muy difícil encontrar una habitación para alquilar que fuese asequible y acabó participando en programas de alojamiento solidarios.
¿Cómo es posible que haya personas que vivan solas sin poder compartir su casa mientras hay miles de personas que tienen dificultades para encontrar una habitación donde vivir?, se planteaba el emprendedor. El 1 de abril de 2019 nacía la agetech Kuvu y Eduardo Fierro empezaba a encontrar las respuestas que había estado buscando.
Pero ¿cómo facilita la startup el manejo de su plataforma por parte de personas mayores que no siempre están habituadas al uso de la tecnología?
Aunque el 80% de las personas de hasta 70 años tienen smartphone en la actualidad, no son nativos digitales y necesitan de soluciones 100% centradas en una buena usabilidad.
La tecnología "es un medio, no el fin"
"Ése es el foco en el que estamos centrados en Kuvu. Por ejemplo, hemos implantado un sistema de firma de contratos por vía telefónica porque, honestamente, es mucho más sencillo. ¿Para qué complicarlo? La tecnología tiene que estar al servicio de las personas, no al revés", manifiesta el CEO.
"Nuestra plataforma está diseñada para que la tecnología no sea una barrera para usarla. Por eso tenemos usuarios de más de 80 años. La tecnología es un medio, no el fin".
El funcionamiento es el siguiente: una vez una persona se registra, Kuvu le realiza una serie de preguntas sobre su comportamiento que están cuidadosamente seleccionadas para poder recomendarle a personas compatibles con su forma de vivir, sus expectativas de convivencia y sus hábitos.
Tras conectar a las personas compatibles, la agetech les facilita su modelo de contrato único en España, que permite proteger la convivencia además del alquiler, y les brinda su cobertura de convivencia que, en definitiva, les permite estar protegidos ante cualquier incidencia.
Casos de éxito
"Además, gestionamos automáticamente todos los pagos de alquiler para que ambas personas solo tengan que dedicarse a lo más importante: vivir", añade el responsable de la empresa.
Pilar recurrió a Kuvu para encontrar una persona con quien compartir su casa y también, los gastos. La experiencia no ha podido ser más satisfactoria.
Kuvu es uno de los dos proyectos españoles -junto a la startup Tucuvi- que han sido seleccionados para participar en la gran final de la quinta edición de los Premios a la Innovación Social que promueve Fundación Mapfre en colaboración con IE University.
"Nos supone una oportunidad valiosísima para dar a conocer nuestro proyecto y, ojalá, optar al premio de 40.000 euros que esperamos dedicar para lanzar la aplicación móvil que nuestros clientes nos llevan demandando ya desde hace tiempo", afirma al respecto el CEO.
Acelerada por Birdhouse, el referente en Europa
"Además, hemos entrado a formar parte de la comunidad Innova con IE University lo que ya nos está permitiendo aumentar nuestra red fuera de España, conectar con otros emprendedores sociales y esperamos que amplificar nuestro impacto social".
Este 2022 la startup prevé multiplicar por cinco su facturación, consolidar su proyecto en España y comenzar a testear su modelo en una primera ciudad europea. En este objetivo jugará un papel determinante su entrada en Birdhouse, la aceleradora especializada en agetech referente de Europa.
Para ello, el capital humano de Kuvu se convierte en su principal baza. "Acabamos de dar la bienvenida a dos cracks del desarrollo de software con experiencia en empresas referentes americanas: Jacobo Cantorna que se incorpora como Chief Technological Officer y Alberto Rial como senior full-stack developer".