"Somos lo que comemos". La famosa frase formulada por Ludwig Feuerbach, filósofo y antropólogo alemán, ha tomado mayor relevancia si cabe en la actualidad con un resurgimiento del interés de la sociedad por conocer el origen de los alimentos que consumimos, un comportamiento muy enmarcado en por la emergencia climática y la necesidad de evolucionar hacia un modelo productivo más sostenible.
Si en personas sanas cuidar la alimentación es una cuestión clave para mantener su estado de salud, mayor importancia tendrá si cabe vigilar qué se come cuando nuestro organismo está atravesando una enfermedad.
"La nutrición no se está utilizando en los hospitales como herramienta terapéutica y tampoco la psicología y mucho menos el ejercicio físico. En nuestra experiencia, la información que reciben los pacientes con los que trabajamos es 'come lo que quieras' o con un poco de suerte 'come una dieta mediterránea'".
[Cáncer de colon: los tres alimentos con fama de inocentes en España que se vinculan con el tumor]
Habla Julio Madrigal, cofundador de la startup alicantina Ibions, especializada en el acompañamiento personalizado a pacientes oncológicos a través de la nutrición, el deporte y el apoyo psicológico.
"Eso no es suficiente, las personas no sabemos qué es una alimentación sana o mediterránea, nos tienen que enseñar. Además de los obstáculos con los que se encuentra una persona con cáncer a lo largo de su tratamiento y que hacen que haya que introducir ajustes en su alimentación de forma frecuente", manifiesta a D+I.
Para suplir esta carencia nació Ibions en septiembre de 2021 -aunque la idea surgió mucho antes pero el Covid se cruzó en su camino- de la mano de Julio Madrigal, Doctor en Biología Molecular y Sara Bañón, médico especialista en Medicina Interna.
"El origen de Ibions proviene del interés que tanto Sara como yo teníamos sobre el impacto de lo que comemos en nuestra salud y en el origen de las enfermedades. Sara es médico internista y siempre se sorprendía de la poca importancia que se prestaba a esta faceta dentro de los tratamientos", relata el cofundador.
[Doctora Cuervo, la española que triunfa en EEUU con una nueva vía para tratar el alzhéimer]
En aquel entonces, Madrigal trabajaba en su investigación postdoctoral en Nueva York, en el laboratorio de Ana María Cuervo. Allí investigaba el papel de la autofagia, un sistema de reciclaje y limpieza celular, en el origen de enfermedades metabólicas.
Una experiencia personal de Sara Bañón fue el detonante de que el germen de Ibions viera la luz.
"Un día que estaba a punto de coger el avión en Madrid de vuelta a Nueva York, Sara me contó que a su amiga le habían diagnosticado cáncer de mama. Recuerdo estar en el avión sintiendo que teníamos que hacer algo, desde el conocimiento que teníamos, para ayudar y tratar mejor a las personas con cáncer, poniendo nuestra experiencia a su servicio", relata el cofundador.
A finales de 2019 Madrigal dejó su trabajo en Nueva York para darle forma al proyecto que llevaba un tiempo imaginando. Por su parte, Sara dejó el hospital; pero la pandemia se interpuso en sus planes.
El punto de inflexión, tras la covid
"Sara decidió volver al hospital para ayudar durante la Covid. Hasta el verano de 2021 no nos fue posible recuperar la idea que daría lugar a Ibions en septiembre de aquel mismo año", puntualiza.
Desde entonces Ibions es una realidad y se está convirtiendo en una de las empresas españolas de referencia al incorporar la alimentación al tratamiento hospitalario de los pacientes.
A través de consultas online, Ibions ofrece un acompañamiento personalizado con foco puesto en la nutrición, pero también un concepto más amplio de la salud que engloba el apoyo psicológico y recomendaciones de ejercicio adaptado a cada paciente.
"En quince días ya se nota un cambio en la calidad de vida de los pacientes. Se notan menos hinchados, con mayor vitalidad. Muchos no saben qué comer y desde la oncología cuesta incorporar estas pautas de nutrición a los tratamientos", afirma a D+I la doctora Sara Bañón.
Desde su puesta en marcha, el equipo de Ibions ha ido aumentando en función de las necesidades detectadas en sus pacientes. De esta forma, se incorporó a una gastrónoma, María Carrasco, que ayuda a los pacientes en la parte práctica, es decir, facilitar la implementación de los cambios nutricionales que sugerimos a las circunstancias y gustos de cada persona.
"Incluso varios pacientes nos han comentado que, gracias a esta ayuda, la cocina se ha convertido en un hobby y una vía de escape durante el proceso oncológico".
Otra necesidad que cubre su asesoramiento online hace referencia a la esfera más psicológica del paciente oncológico. "Las personas necesitamos ser escuchadas y, en el caso concreto de una enfermedad como el cáncer, nos enfrentamos además a múltiples emociones que surgen, tanto el paciente como seres queridos".
Por esta razón Ibions sumó al equipo a un psicólogo, Ángel Vergara que ayuda a los pacientes a incorporar los cambios en la alimentación dentro de sus hábitos de vida, "ya que no suele ser sencillo dentro de un proceso tan complejo y estresante como es un tratamiento oncológico".
Escuela 'online' para pacientes oncológicos
Además, Ibions ha lanzado una Escuela online para pacientes oncológicos en la que pueden aprender de forma autónoma a mejorar su alimentación y hábitos de vida a través de vídeos cortos, actividades y clases en directo para que podamos resolver sus dudas.
"Nuestro objetivo actual es crear una aplicación que pueda ayudar a los pacientes oncológicos a sentirse acompañados en todo momento, tanto a nivel nutricional como médico, esta es nuestro principal reto tecnológico y esperamos poder desarrollarlo con la ayuda de Lanzadera", precisa el cofundador.
Una de cada tres personas vamos a tener cáncer. No debemos olvidar que la prevención es el mejor tratamiento
Y es que Ibions entró en la última convocatoria de la aceleradora impulsada por el empresario Juan Roig. La experiencia servirá ahora para ahondar en la parte más tecnológica del proyecto y desarrollar una aplicación para mejorar todavía más la comunicación y atención con sus clientes.
"Una de cada tres personas vamos a tener cáncer. No debemos olvidar que la prevención es el mejor tratamiento. La mayoría de las veces, solo buscamos un cambio cuando ya es tarde".
Medicina integrativa
"Nos llama mucho la atención cómo desde el hospital se minusvalora el efecto que tiene la nutrición, no solo en el riesgo de desarrollar cáncer, sino también tras el diagnóstico", insiste el emprendedor.
Y apela al valor de la medicina integrativa. "Probablemente ha habido mucho intrusismo en el mundo de la nutrición y el estilo de vida, y se han hecho, y se siguen haciendo, tratamientos sin ninguna base científica. Pero cada vez hay más profesionales competentes en este campo". Ibions, es, sin duda, parte de este grupo.