Si usted es aficionado a la música, seguro que en alguna ocasión no ha podido interpretar esa canción que tanto le gusta de forma fiel por falta de una partitura oficial.

Sucede desde hace más de 30 años. Apenas se editan este tipo de documentos que indican al músico cómo 'reproducir' una canción original, pero este problema para millones de amantes de la guitarra, el bajo o el ukelele tiene los días contados. 

La digitalización se cruzó en el camino del equipo fundador de Motmo.pro en 2021 y abrió una puerta a la esperanza para zanjar este problema. Bruno de Zabala, Janire Vázquez y Vicente Mozo pronto supieron cómo poner las herramientas que les brindaba la transformación digital al servicio de esta causa.

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No eran unos recién llegados al sector musical ni del emprendimiento, de hecho, llevaban años gestionando derechos de autor y ya habían creado otros negocios con alta rentabilidad en activo, de ahí que la gestación de Motmo diera en el clavo.

La startup ha solucionado este problema para que cualquier persona pueda disfrutar de una canción evitando acabar en páginas de terceros con versiones simplificadas y de escasa calidad o intentando descifrar qué tocan los grupos en sus videos de conciertos en directo.

Para ello han desarrollado una solución que, además de incluir al artista original, incluye un reproductor interactivo.

"Siempre que he querido tocar la canción de otro grupo, o no existían esas partituras originales o tenías que imaginarte cómo hacerlo con vídeos de Youtube que no te ayudaban mucho", explica a D+I Bruno de Zabala, CEO de Motmo.

Equipo de Motmo en las instalaciones de Lanzadera en Valencia.

El emprendedor es músico desde muy pequeño y en 2014 montó una editorial musical, lo que le permitió detectar dónde podía crear una disrupción que revolucionara el mundo de la interpretación musical.

"Debido a la editorial musical, estuvimos gestionando los derechos de autor de muchísimos grupos de música de la zona del País Vasco y vimos cómo las editoriales musicales son las que tendrían que hacer esas partituras. Pero ya no las están haciendo porque otras líneas de negocio como la radio o la televisión les es más rentable", relata el CEO.

A raíz de gestionar derechos de autor vimos nuestra oportunidad en que las editoriales musicales ya no estaban haciendo las partituras

Bruno de Zabala, CEO de Motmo

A través de una suscripción o adquiriendo packs de determinados artistas, cualquier persona puede ya tocar las canciones de sus artistas favoritos de forma fiel al original. De hecho, son los propios artistas los que ayudan al intérprete a conseguirlo.

La plataforma cuenta con más de 700 canciones de grupos como Mägo de Oz, Shinova, Siloé, Kaotiko, Hamlet, Maren, Non Servium, Nunatak o Kaotiko entre otros, clasificadas en cinco niveles de dificultad.

Ronda de 200.000 euros

En este año, la startup cierra una ronda de financiación junto a Startupxplore, plataforma de inversión crowdequity en empresas con gran potencial de crecimiento.  Motmo ha logrado cerrar la ronda pre-seed de 100.000 euros en equity complementada con 100.000 euros de ENISA.

En este proceso se han sumado el fondo de inversión B·Combinator y varias empresas de la industria musical como Mauka, Baga-Biga, Bidean y directivos de compañías como La Cupula Music, E-Commerce News o Stringsfield.

Mejor startup Festival de Cine de San Sebastián

Con esta ronda el equipo de Motmo.pro va a incorporar los perfiles claves para terminar de formar el equipo, incorporar en su catálogo a los nuevos artistas españoles con los que ya están negociando, empezar a incorporar artistas internacionales y desarrollar nuevas funcionalidades en su plataforma.

La tecnología de Motmo.pro no ha hecho más que arrancar y ya cosecha en su haber importantes reconocimientos.

Por un lado, ha recibido el premio a mejor startup estatal en el concurso del prestigioso Festival de Cine de San Sebastián y, por otro, han sido seleccionados como una de las 10 startups, entre cientos de candidaturas a nivel internacional, para formar parte de Culttech Accelerator en Viena. Se trata de un programa de referencia para startups del sector de la cultura que les preparará para expandir su negocio a nivel europeo.