Para contemplar una ciudad llena de drones llevando y trayendo paquetes todavía hay que recurrir a la imaginación o las recreaciones de ficción. Aun así, la industria de los drones tiene un relato en el campo de la logística por construir y no hay que esperar al futuro para ver los primeros avances sobre el terreno.
En este campo la startup italiana FlyingBasket es uno de los nombres propios en el desarrollo de drones de carga.
Echó a andar hace ya siete años de la mano de los hermanos Moritz y Matthias Moroder y su origen va unido a su experiencia en las montañas donde eran testigos de cómo se realizaba el transporte de material a refugios con helicópteros.
Algo fallaba. Los costes, tanto económicos como en términos de contaminación medioambiental, eran muy elevados, lo que les llevó a preguntarse si esos transportes podrían en un futuro realizarse con drones eléctricos.
Ambos hermanos son ingenieros de software y dedicaron los primeros años de la empresa a aprender todo lo necesario sobre mecatrónica y drones para materializar su sueño.
Tenían muy claras y las premisas que debía cumplir su dron de carga: levantar 100 kilos de peso, ser totalmente eléctrico y suficientemente compacto como para transportarlo en una furgoneta.
Con los años se dieron cuenta de que debido a la compleja normativa que rige este tipo de dispositivos, ser solo fabricante de drones no tenía sentido "si esos drones no se podían operar en Europa", explican a D+I fuentes de la compañía.
Colaborador para la elaboración de la normativa
Por ello decidieron dar un giro a su propuesta y convertir FlyingBasket, además de ser fabricante, en una operadora de drones.
Esta dualidad y la mentalidad aeronáutica de la empresa ha hecho que la compañía venga colaborando de forma activa en la creación de la normativa en materia de drones europea y que ayude a las autoridades a pulir aquellos elementos necesarios.
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De esta forma, FlyingBasket ha sido pionera en varias operaciones de carga y de transporte en la categoría especifica en Europa y "es un referente a seguir para poder ver drones de alta capacidad de carga volando sobre nuestras ciudades de forma segura".
Su nicho de mercado es doble, por una parte el transporte de carga y, por otro, el levantamiento vertical. En el caso del transporte de carga, FlyingBasket ofrece soluciones en entornos de bajo riesgo para el transporte de cargas, siendo especialmente útiles en zonas de difícil acceso, terrenos montañosos, entornos marítimos, etc.
"Las plantas offshore, y específicamente las nearshore, son un campo para desarrollar muy interesante para la compañía; también los puertos y los transportes de las embarcaciones antes de que lleguen a tierra", explica a D+I Miguel Ladrón De Cegama, Business Development Manager de FlyingBasket.
De esta forma, "en 2022 nos hemos dedicado sobre todo a desarrollar casos de uso en el sector de las telecomunicaciones, pero también en el sector energético, especialmente en aerogeneradores", concreta.
Sustituyen a helicópteros y grúas
"Pero también nos hemos dedicado a escalar hacia arriba nuestras capacidades tanto de producción como de servicio con el objetivo de aumentar la cuota de mercado y dar salida a todas las demandas que tenemos de diferentes sectores".
Y recuerda: "En muchos casos sustituimos a un helicóptero o a una grúa, con unas ventajas enormes en cuanto a costes, disponibilidad o facilidad de despliegue, además de tener la ventaja de no contaminar al ser vehiculo 100% eléctrico.
Entre sus principales casos de éxito destaca haber sido la primera empresa europea en realizar una operación transfronteriza en la categoría específica, "solicitando permiso a nuestra autoridad, la italiana, para realizar una operación en Alemania".
Además, también fueron los primeros en realizar operaciones de levantamiento vertical en un entorno urbano con carga superiores a 80 kilos y también los primeros en realizar un vuelo BVLOS en entorno urbano con una carga de 30 kilos, informan.
Equipo humano, su capital más valioso
El equipo humano es uno de los mayores tesoros de FlyingBasket. Cuenta con más de 35 personas de 18 nacionalidades diferentes con perfiles jóvenes muy técnicos y también perfiles más senior que aportan la experiencia necesaria al proyecto.
"Es un ambiente muy dinámico de trabajo donde todos nos buscamos la resolución de problemas y donde podemos añadir más valor independientemente de en qué departamento deberíamos estar".
Por lo que respecta a su aterrizaje en España, Ladrón de Cegama asegura que la colaboración con entidades, empresas y organismos está siendo intensa, sobre todo a través de varios consorcios europeos, de forma que no es descartable que a corto y medio plazo la compañía italiana comience a operar en nuestro país y ayude a que esa imagen, todavía tan solo reproducible en nuestra imaginación de una logística urbana bajo el poder del dron, se convierta en una realidad.