Se estima que cada año mueren en España más de 18.000 personas a causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Una dolencia que es ya la quinta causa de muerte entre los varones, con una tasa anual de 60 muertes por 100.000 habitantes, y la séptima para las mujeres, con una tasa anual de 17 muertes por 100.000 habitantes.
Una buena explicación de tamaña prevalencia y, especialmente, de la gravedad de los casos radica en que se trata de una enfermedad invisible en sus etapas iniciales. De ahí la importancia de gestionar la detección temprana de una manera más eficaz y democrática, que alcance a cuantas personas sea posible. Una necesidad que los fundadores de la startup Breaz vivieron de primera mano.
"Había mucha gente sufriendo de la EPOC en la planta de Neumología del Hospital Hermanos Trias y Pujol en Barcelona" explica James Hugall, cofundador y CEO de Breaz, a D+I - EL ESPAÑOL. "Muchos ni siquiera sabían que la tienen, pero en el hospital ya están en fases más avanzadas. Tuvimos la oportunidad de ver directamente las necesidades no resueltas clínicas de los pacientes y los médicos en este entorno. Presenciamos el sufrimiento de estos pacientes y la necesidad de intervenir más temprano en el proceso".
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Dicho y hecho. Uno de los desafíos identificados por Breaz fue el método tradicional de diagnóstico basado en la espirometría, una técnica que requiere algo tan simple expirar en un tubo. Sin embargo, existe una enorme dificultad a la hora de realizar esta prueba correctamente. En el hospital, enfermeras y técnicos altamente capacitados manejan el proceso, pero la detección temprana no puede depender únicamente de estos entornos especializados, sino que ha de llegar a la atención primaria.
Pero al intentar bajar a ese nivel, nos encontramos con una barrera fundamental: las largas listas de espera y la carga de trabajo en los médicos de atención primaria. "Queríamos ofrecer una herramienta que los médicos de atención primaria o cualquier médico no experto en neumonía pulmonar pudiera utilizar para el diagnóstico y seguimiento de pacientes con EPOC," destaca Hugall.
Del laboratorio a la vida real
La startup, un spin-off del Instituto IGTP asociado con el hospital, encontró una posible solución en una tecnología usada en algunos laboratorios y equipos de investigación. "Sin embargo, esta tecnología es cara y, a menudo, está destinada más a la investigación que a la práctica clínica. La tecnología se centra en medir el grado de obstrucción de las vías respiratorias, un factor crítico en enfermedades como la EPOC, donde la obstrucción progresiva dificulta la respiración", explica el cofundador.
La clave, según Hugall, radica en hacer que esta tecnología sea más accesible en términos de costes y complementarla con otras herramientas. Ahí es donde entran en juego la fusión de datos complejos, capturados de manera sencilla durante la respiración normal de los pacientes, y el uso de la inteligencia artificial para convertirlos en diagnósticos comprensibles para médicos no especializados en mediciones pulmonares.
"Nuestra innovación radica en unir tecnologías de manera que el paciente solo tenga que respirar de manera normal, hablar junto al médico, y el software interpreta los datos complejos en información útil", destaca James Hugall.
En cuanto a los avances actuales, Hugall comparte: "Actualmente estamos en una fase temprana y no puedo proporcionar estadísticas específicas de su funcionamiento. Estamos en la fase de proyecto, llevando a cabo ensayos con nuestro prototipo para recopilar datos. Necesitamos una gran cantidad de datos para entrenar los algoritmos, y al final, nuestro objetivo es equiparar el conocimiento de un neumólogo experto mediante pruebas complementarias dentro de nuestro dispositivo".
Breaz, que ha sido acelerada por el programa de innovación abierta de Lilly, está trabajando en estrecha colaboración con el Hospital Hermanos Trias y Pujol en Barcelona, donde han obtenido la aprobación para llevar a cabo un estudio. "Estamos recopilando datos y verificando que el prototipo funciona según lo previsto," señala Hugall. "En la próxima etapa, ampliaremos el estudio a cientos de personas para continuar el entrenamiento de nuestros algoritmos y validar su eficacia."
"Nos gustaría llegar al mercado en 2026", afirma Hugall. Sin embargo, señala los desafíos inherentes al proceso regulatorio actual, que ha experimentado cambios y complicaciones en los últimos años. "Las leyes de regulación médica han cambiado, lo que hace que el proceso regulatorio sea más complicado y más lento. Actualmente, lleva un año y medio solo obtener el sello de aprobación. Estamos trabajando tan rápido como podemos para acelerar este proceso, pero hay limitaciones debido a las complejidades y retrasos en la renovación de la regulación".
Ello influye, necesariamente, en el ámbito financiero. Hugall destaca que la financiación es el principal desafío, especialmente en el sector de hardware médico. "Es muy difícil conseguir financiación en este sector, ya que los inversores potenciales se ven limitados por el largo plazo y las complicaciones asociadas, como los riesgos regulatorios y de calidad. Estamos buscando financiación privada, pero es un camino difícil. Empezamos con subvenciones públicas que nos permitieron desarrollar la tecnología inicial para abordar la necesidad clínica, pero ahora necesitamos financiación privada para acelerar el proceso y aumentar nuestro equipo".
Breaz ha recibido subvenciones de diversas fuentes, como Acció en Cataluña, el Ministerio de Ciencia del Estado y la Unión Europea a través de EIT Health. Junto a Hugall, la startup está formada por la cofundadora Petra Stockinger y cuenta con el respaldo clave del Dr. Antoni Rosell.
Más allá de la EPOC
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es tan sólo el primer pilar de todo el camino que Breaz pretende construir a hombros de esta tecnología. "Queremos comenzar con la EPOC, pero la visión a más largo plazo es proporcionar una herramienta para todas las enfermedades crónicas respiratorias", reconoce James Hugall. "Queremos que sea una herramienta que, si tienes problemas respiratorios, el médico pueda realizar la prueba en su consulta o en la enfermería cercana y dedicarse a abordar específicamente tu problema respiratorio".
La decisión de iniciar con la EPOC se basó en una necesidad clara y en la alta prevalencia de la enfermedad. Sin embargo, Hugall señala que enfermedades como el asma, que afecta a casi o más personas que la EPOC, también son de gran importancia y estarán en la mira de Breaz. Además, la visión de la startup abarca enfermedades menos comunes pero críticas, como la fibrosis pulmonar, que son más difíciles de detectar debido a su baja prevalencia.
"El problema con estas enfermedades menos comunes es que también pueden desarrollarse mucho más rápido," explica el cofundador de la startup. "La EPOC progresa a lo largo de la vida de una persona, pero las enfermedades menos comunes pueden avanzar de manera más acelerada. Queremos detectarlas rápidamente y hacer las derivaciones correctas para que los pacientes reciban el tratamiento adecuado y eviten el empeoramiento de la enfermedad".
La visión de Breaz va más allá, incluso abordando desafíos contemporáneos como la salud pulmonar post-covid. "La covid, por ejemplo, ha aumentado los números de personas que padecen problemas pulmonares. Queremos tener herramientas que permitan realizar diagnósticos incluso sin la necesidad de un especialista", destaca Hugall.