Francia y España son países hermanos, no sólo por compartir los Pirineos, sino también por presentar mercados similares en madurez y aceptación de tendencias tecnológicas.
Quizás por ello, firmas como la gala Devoteam han fijado sus miras en nuestras fronteras como su principal mercado internacional, prioridad absoluta en su estrategia de futuro.
En este caso, como explica Sébastien Chevrel, director general de Devoteam, la apuesta pasa por la adquisición de la patria Drago; operación tras la que el grupo espera obtener un crecimiento anual de entre el 7% y el 10%, con el reto de lograr una facturación total de 1.000 millones de euros en 2020 (el pasado año, los ingresos se situaron en 540,4 millones).
"Para serte sincero, si son 950 millones también estaría bien, lo importante es seguir transformándonos a la velocidad de nuestros clientes, como hemos hecho durante los 21 años de vida que tiene esta compañía", añade el ejecutivo.
Una reinvención continua que, en este caso, pasa por convertir a España en "el centro de excelencia para las tecnologías de datos del grupo", el reenfoque en sus mercados más potentes de EMEA, una potente alianza con Google en la arena cloud o el ambicioso abordaje de algunas de las tendencias más en boga actualmente como el desarrollo ágil, la experiencia de usuario o la ciberseguridad en arenas y verticales tan dispersos como la banca, las ‘telco’ o el retail.