Lo peor que puede ocurrirle a un inventor es tener una gran idea demasiado antes de tiempo. Tener una prematura visión futurista cuando ni la tecnología del momento ni la sociedad y los intereses que lo rodean están lo bastante maduros para ella.
A Herbert Gilbert le pasó.
Hoy es un hombre de 87 años, veterano de la guerra de Corea y de diversas aventuras profesionales. Vive tranquilamente retirado en la soleada Florida, paraíso de turistas, pelícanos y jubilados con bastón y caña de pescar. Aunque a veces Gilbert se da un garbeo por el mundo: "Trabajo desde casa y viajo a donde la Organización de Salud Humana Vaporcade quiere que los represente". Con él va también el título de ‘primer inventor del cigarrillo electrónico’. Patentado en 1963.
"Mi esposa, Marlene, y yo disfrutamos viajando para conocer gente en los eventos donde están nuestros productos", explica Gilbert a INNOVADORES. "Me dedico a responder preguntas y firmar autógrafos. También juego a los bolos un par de veces por semana".
¿Cómo se le ocurrió su idea? "En las noticias se empezó a culpar al hábito de fumar de provocar enfermedades. Algunas personas que conocía enfermaron y murieron por el tabaco. Me propuse hacer algo", rememora Gilbert.
"Mi padre venía de una familia de panaderos, antes de dedicarse a la chatarra. Visité la panadería muchas veces y olía muy bien... pero si un edificio arde, lo primero que gritan es ‘tiraos al suelo’ ¿Por qué? Porque el humo te mata. La lógica me dijo que me deshiciera del fuego sustituyendo el humo por aire caliente, húmedo y con sabor".
Gilbert no era precisamente un científico ni un ingeniero. "No, no lo era", reconoce. "Me gradué en Arte en el college y trabajé en el negocio de la chatarra y en una empresa llamada CQ+, que fabricaba objetos de plástico". Sin embargo, tirando de "sentido común" supo desarrollar un mecanismo viable para generar el vapor. "Eche un vistazo a una copia de mi patente: es una hoja de ruta sobre cómo reemplazar el humo", asegura.
"Todos los e-cigs y dispositivos de vaping de hoy simplemente están aplicando la tecnología del siglo XXI a mi invención del siglo XX. Los primeros dos párrafos le sorprenderán". Y entonces, ¿qué pasó? "Hice algunos y traté de venderlos. Pero no era rival para las grandes tabaqueras y las farmacéuticas que me declararon la guerra".
Su producto no llegó a ser fabricado. "No. Tan pronto como me fue concedida y publicada la patente, farmacéuticas y tabaqueras hicieron todo lo posible para evitar que tuviera éxito. Y en cuanto expiró, todas corrieron a presentar nuevas patentes con la misma función operativa que mi invención original".
Más de medio siglo después, cuando el cigarrillo electrónico es una industria, Gilbert está ligado al equipo de patentes de "la Organización de Salud Humana y Vaporcade, encabezada por John David Cameron, una de las tres únicas compañías que salvan la línea trazada por la FDA".
Gilbert habla de las consecuencias de su invento como una aportación para la salud humana y admite sin resquemor que jamás obtuvo por ello reconocimiento ni compensación. "No he recibido recompensas y no aplicaría mi patente a quienes están salvando vidas. Ser parte del consejo directivo de la innovadora compañía de las familias Cameron es un reconocimiento suficiente".
De paso, deja un recado para gobernantes que equiparan el vapeo con el tabaco: "La legislación estará continuamente influenciada por las tabaqueras mientras la gente fume. Han creado uno de los grupos de presión más poderosos. Al final, todos despertaremos de esta neblina de humo y nos daremos cuenta de que casi seis millones mueren cada año innecesariamente en el mundo".
Y concluye Gilbert con un mensaje a las "autoridades españolas que quieren evitar los e-cigs. Les preguntaría: ¿De qué lado de la historia quieren estar? ¿El que ha provocado más de 100 millones de muertes en el siglo XX? El tabaco es una epidemia. Quita el fuego y quitas el daño. Los e-cigs no tienen fuego".
¿Y usted usa cigarrillos electrónicos en la actualidad? "Sí, vapeo con orgullo los cigarrillos electrónicos de Safecig. Los sabores están muy bien y la tecnología es de primera clase", responde.