Bayer baja al terreno, como siempre ha hecho con los agricultores, y enarbola una serie de servicios y herramientas de sostenibilidad. Las engloba en el modelo productivo Food Chain Partnership, en el que trabajan todos los eslabones de la cadena alimentaria para ofrecer al consumidor productos seguros, competitivos y asequibles.
Lleva funcionando más de 10 años. Con el programa Food Chain Partnership trabajan agricultores, muchos de ellos orientados a la exportación. "Los patrones de consumo han cambiado radicalmente. Queremos comer de todo los 12 meses del año, pero demandando alimentos de alta calidad, saludables y asequibles", declara Pilar Masip, responsable de Agricultura Sostenible de Bayer, una compañía que asesora agronómicamente y sugiere buenas prácticas agrícolas a los agricultores para ayudarles a comercializar sus productos en los supermercados europeos.
Por ejemplo se les aporta recomendaciones del uso de productos fitosanitarios adecuados y su manera de usarlos, pero equilibrando el empleo de productos de síntesis, biológicos y enemigos naturales de plagas.
Bayer también trabaja por la salud de las abejas y otros polinizadores con el programa Bayer Bee Care, mediante la promoción de buenas prácticas agrícolas para minimizar el impacto de la agricultura en los polinizadores, como ejemplo podemos mencionar la instalación de deflectores que reducen la deriva de polvo en las sembradoras neumáticas en un 90% o los pulverizadores dropleg para reducir sustancialmente la exposición de polinizadores al insecticida.
El programa Food Chain Partnership es el botón de muestra de cómo Bayer concibe la puesta en práctica de la agricultura sostenible con el foco proyectando acciones colaborativas de manera proactiva, con diálogo abierto y una mayor transparencia, para mantener e incrementar la productividad. Este programa alberga una serie de servicios y herramientas de sostenibilidad que Bayer anima a poner en práctica.
Baydiversity
Los espacios naturales protegidos de España y Portugal tienen un gran peso en Europa. "El proyecto Baydiversity elabora recomendaciones prácticas para gestionar, recuperar y valorizar esas áreas naturales en el entorno de las fincas agrícolas", indica Pilar. Básicamente, es un estudio de la biodiversidad existente en las explotaciones agrícolas catalogando la flora, fauna y hábitats existentes para proponer planes de acción de mejora y conservación.
Numerosos clientes de Bayer han optado por instalarse en sus fincas un sistema llamado Bayer Phytobac. Gregorio Velasco, director técnico del Grupo El Ciruelo, muestra, en una de las fincas donde cultiva uva de mesa, este sistema para degradar biológicamente y en un recinto cerrado, los efluentes generados por la limpieza de equipos de aplicación de fitosanitarios y así evitar contaminación de las aguas.
Otra acción en la que Bayer ha sido muy activa en los últimos años ha sido la formación en regulación de maquinaria de aplicación y en la promoción de sistemas de reducción de la deriva. La colocación de boquillas antideriva en los atomizadores minimiza la pérdida de producto hacia la atmósfera y dirige la pulverización hacia la vegetación. El dispositivo Easyflow evita derrames involuntarios durante durante la carga de fitosanitarios en los tanques de aplicación.
"También ponemos al alcance del agricultor la posibilidad de adquirir un software online que le aporta indicadores de sostenibilidad ambiental, como la Huella Hídrica y la Huella de Carbono, basados en metodologís homologadas en Europa", describe Pilar Masip, de Bayer.
La agricultura está consumiendo, hasta el 70% de agua dulce disponible en la Tierra. Para no gastar ni una gota de agua de más, hay sondas de humedad que ofrecen al agricultor una información del nivel de humedad en el suelo en el entorno de las raíces del cultivo y que le permiten tomar decisiones sobre el mejor patrón de riego para optimizar el uso de este valioso recurso.