Esta hoja de papel se puede plantar

Se estima que cada español consume al año una cantidad de papel equivalente a 3,72 árboles de 12 metros de altura. Y es que, si lo pensamos, este material está por todas partes, desde facturas hasta notas de amor, pasando por tarjetas de felicitación de cumpleaños, contratos comerciales o regalos de toda índole. El papel es, además, parte fundamental de nuestra propia evolución como sociedad, al ser el principal formato en el que concentrar y difundir el conocimiento (al menos hasta la era digital).

Pero el daño medioambiental que mencionábamos al principio supone un importante hándicap en la concepción de las hojas de papel como soporte de futuro. Una visión negativa de la sostenibilidad del papel que llevó a cuatro emprendedores catalanes a decidir "cerrar el ciclo de consumo" del papel. ¿Cómo? Creando un papel de alta calidad, con algodón reciclado de la industria textil, en el que se incorporan semillas para su posterior plantación.

Hablamos de la startup Sheedo, que se autodefine como la creadora del "papel de usar y plantar, en lugar del papel de usar y tirar". El primer cambio consiste en sustituir la celulosa por el algodón residual. El segundo, introducir en el propio diseño de las hojas semillas para su plantación sencilla en hogares o jardines de toda índole. El tercero, enfocar el producto a los segmentos donde puede ofrecer un mayor valor añadido, como el marketing ecológico, el regalo corporativo o la papelería nupcial.

De hecho, esta opción ha calado con notorio éxito entre empresas que deseaban tener un detalle diferente con sus clientes, partners o empleados. Marcas como Telefónica, Mahou, INDITEX, Booking, Coca-Cola, Danone, Deloitte, SONY o DHL ya han confiado en esta propuesta sostenible; mientras que otras firmas como Calidad Pascual han destacado este proyecto en sus programas de incentivo emprendedor (Pascual StartUp).

Con todo ello, Sheedo cuenta ya con unos 500 clientes corporativos, una facturación de alrededor de 150.000 euros y una producción de 15.000 hojas por semana. "El objetivo es lograr un triple balance: social, medioambiental y económico", indican sus impulsores. Para ello, es fundamental dar el salto fuera de nuestro país ("ya contamos con algunos clientes en Francia y Reino Unido", indican desde la startup) y seguir profundizando en nuevas alternativas de papel, como las hojas de celulosa reciclada sin blanquear con productos químicos.