Un bebé duerme unas 9.800 horas en sus dos primeros años de vida (unas 15 horas diarias) y uno de los riesgos que corren es sufrir plagiocefalia postural, el llamado síndrome de la cabeza plana. Para prevenirlo y corregirlo en los primeros meses de vida, el Instituto Europeo de Calidad del Sueño (ESCI por sus siglas en inglés) ha diseñado en España un colchón con nanofuelles.

Estos nanofuelles facilitan la evacuación del aire encapsulado entre las fibras, con lo que se proporciona siempre la temperatura ideal. Este producto, además, mejora el confort gracias a su tejido técnico y acolchado extra de su funda.

El colchón Babykeeper incorpora un troquel, que está puesto si el bebé no desarrolla la plagiocefalia, pero que se puede quitar fácilmente si se produce la malformación. El hueco que queda, con forma de corona, recoge la cabeza y la libera de presiones, potenciando así la capacidad de autorecuperación.

El desarrollo se ha investigado con bebés reales, en colaboración con otros Institutos de investigación expertos en estos ensayos, y se ha concluido que la presión sobre la zona occipital de los pequeños se reducía en un 60% con el nuevo colchón, frente a otros convencionales.

La recomendación médica de acostar boca arriba a los bebés para evitar el síndrome de la muerte súbita ha elevado los casos de plagiocefalia postural en países desarrollados hasta en un 48%, según apuntan algunos expertos en un estudio publicado en la revista Anales de Pediatría.

Esta deformidad craneal puede llevar en algunos casos al abombamiento de una parte de la frente, desplazamiento de una oreja, reducción del tamaño de un ojo e incluso rotación de cabeza, pudiendo acarrear problemas de tortícolis, trastornos en la percepción visual, retraso motor, dificultad en la capacidad de atención y aprendizaje, entre otros. “La prevención y la reacción temprana son las medidas más efectivas ante los primeros síntomas de plagiocefalia”, dice Tomás Zamora, director de Innovación en ESCI.

Por ello, este modelo, además, incorpora otras innovaciones, como la que consigue reducir en un 72% el riesgo de muerte súbita por reinhalación de CO2, en un 48% el riesgo por exceso de calor y en un 60% por problemas de ergonomía.

Asimismo, La funda del colchón está elaborada con un tejido inteligente capaz de modificar su color cuando detecta que el bebé tiene fiebre, e inhibe en un 99% la presencia de la bacteria estafilococo aureus, responsable de infectar las erupciones en las pieles de los bebés.