Endeavor aspira a ser una auténtica ‘incubadora de ecosistemas’, aunque sus dirigentes no utilicen esa combinación de palabras para explicarla. De entrada, rechazan aplicar la definición de "incubadora" para su fundación sin ánimo de lucro (es su forma jurídica en España), referida a la actividad con empresas y emprendedores. Pero su presidente español, Jaime Carvajal, sí que hace una mención expresa al objetivo de "ayudar a crear un ecosistema" de innovación en los países que, por sus condiciones de desarrollo, carecen de él o apenas poseen una débil estructura.
Esta semana, la organización global de Endeavor está reunida en cónclave en Madrid, para completar uno de sus elaborados procesos de selección, que debe concluir el 26 de abril con el ingreso en sus programas de nuevas scaleups ("no buscamos startups, cuya 'mortalidad' es muy elevada", puntualiza Antonio Iglesias, director general del capítulo español, "sino empresas con un modelo ya establecido y un producto, que puedan crecer").
Para ese proceso de selección, que puede durar más de un año, en esta ocasión hay 30 candidatos seleccionados, en nombre de 30 compañías y otros tantos emprendedores de todo el mundo. "A veces puede haber más de un emprendedor en una misma compañía", aclara Iglesias. De los nominados un tercio son latinoamericanos; otro tercio, europeos -incluidos dos españoles, cuyos nombres por ahora se mantienen en secreto- y el resto se reparte entre africanos y asiáticos.
No hay un número preestablecido de admisiones, ni cuotas. "Si un año no identificamos a ningún candidato que cumpla nuestros requerimientos, no se selecciona a ninguno", señala el director general de Endeavor España, subrayando que en los dos últimos años fueron seleccionadas "ocho y siete desde España, con una gran tasa de éxito local por encima de la media".
El Panel de Selección Internacional (ISP) que ahora está reunido en Madrid lo forman "miembros del patronato y mentores de la red global", que permanecen prácticamente "en aislamiento durante 48 horas enfocados sólo a entrevistar a los candidatos", según explica Carvajal, "sin recibir nada a cambio. Incluso se pagan sus gastos".
Pero, a todo esto, ¿qué es la muy poco conocida Endeavor?
"Es que no solemos acudir a los medios…", justifica Carvajal. "Endeavor fue creada en 1997 por Linda Rottenberg, como una ONG en Argentina para el emprendimiento social, bajo la premisa de que 'lo más social no es hacer vivienda, salud, o educación -que también- sino crear puestos de trabajo'. Nuestro objetivo es identificar quiénes crean esos puestos de trabajo. En una gran encuesta a 80.000 empresas y emprendedores vimos que los que crean puestos son un 5%, que genera el 80% de los empleos. Es lo que llamamos 'emprendedores de alto impacto' y nuestra misión es ayudarles".
La ONG de Rottenberg dio lugar primero a un Endeavor latino y ahora se extiende a 33 países. A España llegó hace ahora cinco años y presume de contar en ese tiempo con una carpeta de 38 seleccionados (de más de 500 candidaturas), entre los que se incluyen emprendedores y compañías como Juan de Antonio (Cabify), Andoni Goikoechea (Goiko Grill), Verónica Pascual (Asti), Javier Andrés (Ticketea), Eloi Gómez (Mr Jeff)… y así hasta los casi 40.
La organización, que funciona "como una red" con alcance internacional, se basa en cada país en dos patas: los patronos ("que pagan por ofrecer su tiempo", indica Carvajal) y los mentores, que tampoco cobran. Entre los 15 miembros del patronato español, presidido por Carvajal, figuran entre otros, a título personal, Francisco Ribera (Gestamp), José María Álvarez Pallete (Telefónica), Carlos Torres (BBVA), Marc Puig (Grupo Puig)… y dos de los primeros patrocinados por la organización, De Antonio y Goikoechea. "No hay en España una empresa del Ibex con un consejo como este", valora Carvajal.
Los mentores son en España más de 70 profesionales acreditados, "con muchos perfiles diferentes", que durante 2018 dedicaron más de 300 horas a la tarea.
Iglesias detalla que el modelo de actuación de Endeavor se basa en cinco puntos: 'Lanzar', que es la búsqueda del compromiso de tiempo e inversión de líderes locales para el desarrollo del ecosistema; 'Seleccionar' los emprendedores; 'Escalar' los proyectos; 'Multiplicar' y 'Reinvertir', con la acción de los emprendedores que van alcanzando el éxito y ofrecen a cambio el apoyo a otros, para fortalecer el ecosistema con su mentorización e inversión.
"Para el modelo de ecosistema Linda se fijó en las características del que funciona en Silicon Valley, donde todo venía de una empresa en Mountain View en los años 50", explica Iglesias a INNOVADORES: "Ese origen tuvo un factor de casualidad. William Shockley, que trabajaba en Bell [donde participó en la creación del primer transistor], se trasladó a Mountain View porque su madre vivía allí. Fundó Shockley Semiconductor, pero no se llevaba bien con sus principales colaboradores científicos, a los que llamaron 'los ocho traidores'. Le dejaron y crearon Fairchild Semiconductor. Una empresa que participó directamente en el programa Apolo. Luego, de ahí fueron saliendo los fundadores o inversores de otras empresas que desarrollaron Silicon Valley".
En cuanto al mencionado largo proceso de selección de Endeavor, que sólo suele superar entre un 2% y un 4% de los candidatos, todo empieza con un filtro inicial de evaluación de los aspirantes, que se autopostulan o son sugeridos por otros emprendedores, patronos o personas vinculadas a la organización. Los elegidos son sometidos a una primera entrevista de una hora por el equipo de la fundación.
En segunda ronda las entrevistas pueden ser entre cuatro y seis, en este caso a cargo de mentores. "Esperamos de los candidatos que estén dispuestos a escuchar los consejos de las mentorías", subraya Iglesias.
Luego hay un panel local que vuelve a evaluar y entrevistarlos, para decidir si están preparados para llegar al último paso, que es el panel internacional, precisamente reunido ahora en Madrid. Para que un emprendedor reciba la definitiva aceptación tiene que contar con la unanimidad de los seis panelistas que los entrevistan en esta etapa final.
A partir de ese momento, Endeavor les facilitará su asesoramiento y mentorías específicas y los lleva de la mano para facilitarles el "acceso a capital" (más de 450 millones de los 1.200 que se invirtieron el año pasado en España) y a "otros mercados, aprovechando los contactos de la red". Además, está creando un fondo propio, Catalyst, para aplicar exclusivamente a sus propios emprendedores.
Según las cifras que facilita la organización, los 1.800 emprendedores de Endeavor, integrados en 1.100 compañías, han creado a nivel global un millón y medio de empleos. Y, en el detalle, Iglesias atribuye 450.000 empleos "en todo el mundo" a los emprendedores españoles.
Por cierto, Endeavor, que tiene su sede en Nueva York, cuenta como presidente mundial desde finales del año pasado con el español, Adrián García Aranyos, "ascendido" al puesto desde su posición de primer director general de la fundación en España.