Innovadores
Diente de león para fabricar los neumáticos del futuro
Continental presenta un nuevo concepto de neumático que sustituye el caucho natural por un sistema que ha patentado para obtener látex de una planta muy común
26 mayo, 2019 07:00Quién le iba a decir a una mala hierba como el diente de león, que puebla libremente caminos, alcorques, jardines o prados, que terminaría siendo presentada como una de las soluciones más prometedoras para reducir la contaminación que genera la fabricación de neumáticos. Porque sí, mucho se ha hablado en los últimos años de los cementerios de neumáticos como un foco de problemas medioambientales y de la necesidad de dar una segunda vida a estos trastos de los que cada año se desechan miles de millones en todo el mundo.
Pero ¿por qué no empezar por el principio? Eso es lo que hace ya 10 años pensaron los ingenieros del departamento de I+D de Continental, uno de los mayores fabricantes mundiales de este producto. La cuestión viene del principal componente de los neumáticos: en torno a un 40% de ellos está hecho de caucho natural. Este material crece en unas condiciones tan especiales y concretas que el 90% de su producción se concentra en el sudeste asiático. Y el 70% de lo que se obtiene del árbol Hevea brasiliensis se destina precisamente al mundo de los neumáticos. El problema es que países como Indonesia se han dado cuenta de lo rentable que es el negocio, mientras la demanda de automóviles de zonas como China o India no dejan de crecer, y están deforestando sus bosques, cambiando la masa forestal autóctona por este árbol, que además necesita bastas extensiones de suelo fértil.
La respuesta de Continental a este drama medioambiental se llama Taraxagum: un sistema, un proceso y una tecnología que han patentado para obtener de la savia diente de león (esa planta de tallo corto y con mucha hoja verde coronada por flores amarillas que, a veces, se convierten en pelillos blancos) un tipo de látex para sustituir al caucho natural. No se trata solo de buscar una nueva fuente para evitar la sobreexplotación de este árbol y la deforestación, sino de que el diente de león puede crecer casi en cualquier clima y no necesita ocupar suelos especialmente fértiles y por tanto detraer recursos dedicados a la alimentación. Además, al poder instalar sus plantaciones cerca de las fábricas, se reduce la huella de carbono de la producción, porque ya no existe la necesidad de acometer largos traslados de la materia prima. Su idea, de hecho, es alojarlas cerca de las fábricas.
rnHace ya cinco años en Continental iniciaron las primeras pruebas de este material que ha probado con éxito mantener las mismas propiedades que el caucho tradicional y ya se está procesando su certificación. Sin embargo, la homologación de una nueva sustancia para neumáticos de coche o camión es muy lento, de unos diez años. Por eso, su estreno comercial va a ser en el universo de las bicis urbanas, que obliga a unos procesos de homologación más sencillos.
Así, esta semana la compañía ha presentado en Alemania Urban Taraxagum, la primera cubierta comercial, pensada para bicis urbanas, hecha a partir de este nuevo compuesto. La producción será limitada porque, como explica a INNOVADORES Christian Kötz, CEO global de la división de neumáticos de Continental, todavía tienen que conseguir perfeccionar el comportamiento de esta. En colaboración con el Instituto Fraunhofer de Biología Molecular y Ecología Aplicada están desarrollando modificaciones genéticas que permitan que se pueda recoger el fruto de la planta tres veces al año, para garantizar así el abastecimiento necesario.
"Hay más plantas que tienen látex y hay otras empresas que están tratando de desarrollar soluciones similares, pero ninguna está tan adelantada como nosotros. Llevamos 10 años trabajando esta idea y ya hemos conseguido trasladarla a la producción real y escalable", explica Kötz. La necesidad del proceso se debe a que, aunque es posible elaborar en laboratorio cauchos sintéticos, estos nunca tienen las mismas propiedades de agarre y resistencia que el natural. "Desde una perspectiva tecnológica queremos tener una alternativa 100% al caucho natural, en el que las condiciones no cambien", explica.
El reto ahora es seguir mejorando la planta, "desarrollándola, haciendo mezlcas entre distitos tipos para que pueda generar una cantidad suficiente para garantizar una producción eficiente", dice. Y ya están probando con granjeros de distintas zonas su cultivo al aire libre, fuera de invernaderos y laboratorios, para asegurar los resultados. Todo esto forma parte de una estrategia de la firma a largo plazo para apostar por este nuevo tipo de compuestos. De hecho, ha abierto en Alemania un centro de investigación dedicado en exclusiva a este material en el que ha invertido 35 millones de euros. La investigación continuará, y en un periodo de cinco a 10 años confían en lanzar los primeros neumáticos comerciales para coches que hagan de la flor del diente de león su principal compuesto.