El Foro Económico Mundial en su Global Future Council on Mobility ha publicado ocho directrices prácticas para diseñar y planificar la transformación que está sufriendo la movilidad urbana con la implementación de nuevas tecnologías en las ciudades.
El objetivo de las Directrices para la movilidad de la ciudad es mejorar la movilidad de carga y pasajeros al compartir datos de viaje, minimizar el uso del espacio público, responder a las necesidades de las comunidades, garantizar condiciones de trabajo adecuadas y aumentar la movilidad compartida.
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- Compartir datos. Los diferentes agentes de movilidad y las ciudades deben compartir y aprovechar los datos, agregados y anonimizados, para optimizar de manera eficiente la planificación y gestión de la movilidad. rn
- Uso del espacio público e integración de la infraestructura. Esto se consigue permitiendo la implementación de soluciones digitales inteligentes. rn
- Seguridad. Colaboración entre la ciudad y los diferentes agentes de movilidad para garantizar la seguridad física, la seguridad de la información y el bienestar de todas las personas. rn
- Inclusión y equidad. Permitir servicios seguros y sostenibles para todos, con especial énfasis en incorporar comunidades marginadas para lograr un crecimiento económico equitativo inclusión. rn
- Trabajo justo. Garantizar condiciones de trabajo adecuadas para proporcionar servicios seguros, sostenibles e inclusivos. rn
- Movilidad compartida y ‘agrupación’. Aumentar la movilidad compartida eficiente y la agrupación de pasajeros y la carga conjunta de mercancías, con el fin de disminuir la cantidad y el volumen de vehículos privados de ocupación única y vehículos de carga que no estén llenos. rn
- Transición limpia. Hay que trabajar para lograr flotas públicas y privadas de cero emisiones en alineación con el Acuerdo de París y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. rn
- Integración multimodal. Generar soluciones de movilidad como servicio y que integren múltiples modos, ya sean públicos o privados, para expandir la cobertura de movilidad y reducir la demanda de uso de vehículos privados de ocupación única o sin completar su carga. rn
Uno de los ejes se centra en ayudar a las ciudades a “crear un sistema de transporte urbano sostenible, ético e inclusivo”, porque en 2050 habrá 2.500 millones de personas más viviendo en nuestras ciudades.
Con cada innovación que afecta a la movilidad, “se agrega una nueva complejidad al sistema de transporte y a los marcos de gobernanza actuales, que no están diseñados para abordar adecuadamente estas nuevas preocupaciones”. La clave está en un enfoque colaborativo.
Las ciudades y los nuevos agentes de movilidad que van surgiendo, como Uber o las empresas de patinetes eléctricos, por ejemplo, pueden trabajar juntas para ayudar a reducir la circulación de vehículos privados con un solo ocupante y sin estar completamente cargados, en el caso de las mercancías, con el objetivo de mejorar la movilidad en la ciudad.