El origen de este concepto se encuentra en el juego del póker donde algunas cartas son definidas como Wild Cards (comodines). Dichas cartas pueden tomar cualquier formato en particular para el jugador que las posee. En el mundo de análisis de futuros, el significado de estas cartas inesperadas se refiere a eventos de baja probabilidad y alto impacto.
Los autores Simon Beard y Lauren Holt destacaban en un artículo del 2019 para la bbc ciertas catástrofes que podrían suceder en el 2019 según la Royal Meteorological Society. Dichas Wild Cards daban una probabilidad de 0,001% a una erupción súper volcánica, 0,6% a una guerra nuclear, 0,6% a la interrupción de la corriente eléctrica por una sobrecarga solar y 1,5% a una pandemia severa de gripe o similar.
En un estudio del Foro Económico Mundial titulado Global Risks Report 2020 se utiliza la lógica de Wild Cards para analizar los riesgos que pueden amenazar a la humanidad en la próxima década.
Entre las amenazas de mayor impacto y menor probabilidad se incluyen posibles armas de destrucción masiva, enfermedades infecciosas, crisis alimentarias y caídas en las infraestructuras de información y comunicación.
Para poder entender mejor estas amenazas, desde el mundo de la ciencia se pueden usar diversos métodos de pronóstico. Un ejemplo puede ser Delphi que combina el análisis independiente con un gran uso de la retroalimentación, con el fin de lograr un consenso entre los expertos que interactúan de forma anónima.
La cuestión que se examina se distribuye en varias rondas entre los expertos, que comentan sobre ella y modifican las opiniones recabadas hasta que se alcanza un cierto grado de acuerdo entre todos ellos.