Y si los implantes pudiesen aportar múltiples beneficios, además de su propio efecto mecánico? La empresa española Numat Medtech ha encontrado la clave en dos moléculas: el fitato y un flavonoide. Gracias a ellas, su nanorrecubrimiento permite que las prótesis no solo aceleren la integración con el hueso, sino que aporten poder antibacteriano y antiinflamatorio.
La startup nace a finales de 2016 de la fusión de dos compañías: Sanifit Medtech y Numat Biomedical. La primera, spin off de Sanifit Therapeutics, había desarrollado un producto que permitía usar una molécula, el fitato, para el recubrimiento de dispositivos médicos. La segunda investigaba cómo aprovechar otra molécula, un flavonoide, como biomaterial para implantes. Ambas eran de Mallorca. Ambas trabajaban con una idea muy similar. La unión era cuestión de tiempo. En 2014 vieron la posibilidad de emprender un proyecto en conjunto a través de un instrumento de financiación europeo para seguir avanzando con el fitato. "Fue una buena oportunidad para unir fuerzas", recuerda el CEO de Numat Medtech, Antonio Caldentey.
El objetivo de Numat Medtech es crear recubrimientos que aporten "multifuncionalidad" a las prótesis. "A día de hoy, los implantes cumplen principalmente una función mecánica", indica. Pero este fin puede acelerarse si el material incorpora algún efecto beneficioso. La mayoría de los productos del mercado se centra en la hidroxiapatita para favorecer la osteointegración.
Otros se basan en moléculas de plata con el propósito de prevenir el riesgo de infecciones. "Aunque es complicado, puede generar alergias y en EEUU, por ejemplo, no está aprobado para recubrimientos de implantes ortopédicos", comenta. Otros usan bombardeo de arena para dar rugosidad al material a nivel microscópico y mejorar su integración con el hueso. Pero ninguno logra obtener más de una de estas propiedades al mismo tiempo. Los de Numat Medtech sí.
"Estudiamos las necesidades no resueltas del mercado y detectamos que las infecciones eran un tema crítico", señala el CEO. Por otro lado, los resultados de osteointegración en pacientes comprometidos (como personas diabéticas, bajo de terapias de radiación o con osteoporosis) eran muy bajos. ¿Qué pasaría si el implante acelerase la integración con el hueso a la vez que previniese posibles infecciones? Resulta que tanto el fitato como el flavonoide son perfectos para esta misión. "Aportan mayor funcionalidad al implante".
Ambos mejoran la osteointegración, pero además reducen la adhesión bacteriana que es "el principal foco de infección". "El objetivo es prevenir que las bacterias puedan colonizar el implante", apunta Caldentey. También generan un efecto antiinflamatorio. "Si hay menor inflamación, la integración con el hueso funciona mejor y acelera el proceso de curación", añade. En definitiva, se produce una mejora del bienestar del paciente y del ratio de éxito del implante.
La empresa de Mallorca abordará dos mercados de implantes: el dental, que es «más sencillo a nivel regulatorio», y la ortopedia, tanto para cadera, extremidades, columna o tornillos.
Caldentey especifica que sus nanorrecubrimientos "no modifican la superficie del implante". Además, su tecnología se basa en un proceso de wet chemistry, donde el producto se sumerge en una solución que contiene su formulación. "Se trata de un proceso de fabricación muy sencillo y se puede aplicar a cualquier tipo de superficie, rugosa, lisa o incluso en implantes impresos en 3D", destaca.
Mercado y patentes
Numat Medtech se encuentra en fase de desarrollo preclínico. Arrancará entonces el siguiente paso, que implica un estudio clínico con personas. Ahora tienen en marcha dos estudios con animales, pero ya han desarrollado dos previos. "Hemos demostrado que funciona", dice el CEO. De hecho cada uno de sus productos está protegido por patente en los principales mercados.