La holografía tiene ya más de 70 años, desde que el físico e inventor húngaro Dennis Gabor la presentó al público en 1947. Gabor buscaba mejorar la resolución y definición del microscopio electrónico pero, en su lugar, ideó una nueva técnica para crear imágenes, una nueva técnica para representar la realidad. Los hologramas recogen la información tridimensional de un objeto o persona. En 1971 Gabor recibió el Premio Nobel por este logro.
El cine, la ciencia ficción, ha hecho “popular” esta tecnología. ¿Quién no recuerda a R2D2 proyectando el holograma de socorro de la princesa Leia en Star Wars? Desde entonces, la tecnología ha evolucionado mucho. Y sus aplicaciones también.
Por ejemplo, en el mundo del espectáculo: Hugh Jackman presentó en Madrid la película Chappie, ¡desde Berlín! Fue su holograma lo que los espectadores vieron en la capital de España.
Algunos museos usan hologramas de objetos delicados y valiosos para sustituir a los originales. Es el caso del Hombre de Lindow, una momia de más de 2300 años, que se encuentra bien conservada en una cámara del British Museum de Londres, mientras que su holograma está expuesto al público.
La holografia llega al quirófano
Ahora esta tecnología puede llegar a revolucionar el mundo de la cirugía. La startup israelí RealView Imaging ha desarrollado una tecnología (Digital Light Shaping) con la que permite a los médicos ver el interior del corazón sin hacer una incisión.
Con el Holoscope-i, que ya tienen patentado, pueden tratar las enfermedades cardíacas con mayor confianza y precisión. Los cirujanos pueden rotar, hacer zoom, cortar, marcar y medir dentro de esos hologramas que flotan ante su mirada, sin necesidad de gafas ni pantallas especiales. Sin necesidad de mover ningún ratón, el sistema se activa por comando de voz del propio cirujano.
El Hospital General de Toronto ya ha empleado esta nueva tecnología para reemplazar una válvula quirúrgica desgastada en un paciente sin necesidad de hacer una incisión en el pecho. "Este es un avance extraordinario que mejorará la atención de los pacientes con enfermedades cardíacas”, señaló tras la intervención Barry Rubin el director médico del Hospital de Toronto
La realidad aumentada ya ha entrado con fuerza en los quirófanos de todo el mundo. Es el caso del hospital Gregorio Marañón de Madrid donde ya se ha empleado para complejas intervenciones quirúrgicas como la extirpación de un tumor en la pierna de un paciente. Con la ayuda de la realidad aumentada y la impresión 3D el equipo quirúrgico al completo podía ver el trabajo del cirujano.
Pero el Holoscope-i mejora la tecnología. “Se trata realmente de hologramas – señalan desde la empresa – no de imágenes en 3D”. RealView utiliza una verdadera holografía basada en interferencias para generar hologramas 3D “que puedes tener en la palma de la mano para conseguir interacción naturales y precisas. Generamos los hologramas utilizando moduladores de luz espacial para dar forma a la luz. Además, permiten la interacción directa con sensores avanzados, todo en tiempo real” indican desde la empresa israelí.
En las pruebas de esta nueva tecnología RealView Imaging colaboró con Philips Healthcare para llevar a cabo intervenciones como la apertura de arterias coronarias obstruidas, terapia de ablación con catéter para las arritmias cardíacas y las reparaciones estructurales cardíacas basadas en catéteres (por ejemplo, reemplazos de válvulas cardíacas).
Esta solución facilita, además, el entrenamiento práctico de los médicos y les permite obtener una visión profunda del cuerpo humano. Además de evitar los riesgos en el quirófano, puede emplearse en ginecología para comprobar el estado del feto e incluso operar en arterias complejas.
La holografía se convierte así en una herramienta importante en los procesos médicos terapéuticos, con mayor precisión y con un menor riesgo de errores. Los quirófanos dan así un paso hacia la cirugía del futuro.