Hágase la luz. Y la electricidad cambió el mundo. Motor de la Segunda Revolución Industrial, no solo consiguió transformar la economía, sino cada rincón de la sociedad. El hogar, la sanidad, la educación, el alumbrado público... ya nada volvió a caer en la oscuridad. Y ahora, más de un siglo después, podríamos estar a las puertas de una revolución del mismo calado.
"Estamos construyendo un mundo completamente distinto". Son palabras del CEO de una compañía que ha participado en la misma historia de la electricidad. Schneider Electric surgió cuando esta era solo un mercado naciente y hoy está preparada para el gran salto al futuro. La electricidad 4.0. Jean-Pascal Tricoire se ilusiona cuando habla con INNOVADORES por videoconferencia de esta disrupción que, a su juicio, no es más que el resultado de dos transformaciones que tienen lugar hoy.
La primera, la digitalización. "Todo estará conectado y será digitalizado, combinando internet de las cosas, big data o inteligencia artificial (IA), de forma que el mundo que te rodea se adaptará a tu presencia y ahorrará mucha energía para satisfacer tus necesidades", adelanta. Si estas herramientas permiten hacer más eficiente cualquier proceso, ¿por qué no la electricidad? "Son más rápidas de implementar y su coste es menor que las formas tradicionales de buscar la eficiencia", especifica.
Todo eléctrico
El segundo catalizador es que, sencillamente, "todo será eléctrico". Esta tendencia se visualiza a la perfección con el transporte, "cambiando dramáticamente la eficiencia energética y las emisiones de carbono". "El mundo será más eléctrico y esa electricidad será renovable", afirma. De hecho, Tricoire apunta que, a día de hoy, la electricidad solo representa el 20% de la energía que se utiliza en el mundo, pero en los próximos 20 años se duplicará hasta el 40%.
Además de los vehículos eléctricos, el auge de las propias tecnologías de la información, basadas en centros de datos o redes, presentan un consumo eléctrico elevado. Sin olvidar a los edificios, actuales responsables de cerca del 40% de las emisiones de carbono en el mundo, que "pasarán del gas y el combustible al todo eléctrico". "Es la única manera de descarbonizar", destaca el CEO de Schneider Electric.
"Hoy, el 6% de la electricidad es renovable, pero en los próximos 20 años crecerá al menos hasta el 40%". Pero, recalca Tricoire, esa electricidad será diferente porque "estará descentralizada y digitalizada". "Todo estará conectado, todo consumirá energía y generará energía renovable, en el medio tendremos las smart grids para gestionar esa circulación y optimización".
El directivo tiene claro que la clave no está en una única solución, sino en "una combinación de tecnologías que crean un futuro completamente distinto en el ámbito de la energía". Por un lado, destaca el internet de las cosas. "La revolución de toda la conectividad será el 5G porque consume mucha menos energía y es más eficiente". Después, está el big data, esa "capacidad de agregar datos en grandes centros de datos y darles sentido". Para ello, la inteligencia artificial será casi obligatoria.
Tricoire también destaca el potencial de las energías renovables y el almacenamiento junto a las herramientas digitales. Especial importancia cobran las redes eléctricas inteligentes o smart grids, que no han terminado de despegar. ¿Por qué? "En realidad, el reto actual solo consiste en decidir desplegarlas, porque la tecnología ya está ahí", dice. "Hoy, las redes están dimensionadas por su pico. En España, por ejemplo, en verano la electricidad duplica la media por el consumo de aire acondicionado. Con las smart grids podemos mejorar la productividad de todo el sistema eléctrico".
"A veces, cuando se habla de energía, se habla de innovación a 10 años vista, pero nos tenemos que dar cuenta de que ya estamos ahí", razona. "El 99% de las tecnologías que necesitamos ya están aquí, solo tenemos que repensar cómo hacer las cosas".
En CEO de Schneider Electric destaca que "España ha estado a la vanguardia de muchas de estas evoluciones". Primero, adoptando las renovables. "Después, gracias a empresas como Iberdrola o Endesa que han sido líderes en renovables en el mundo y también en smart grids", explica.
El gran reto
Si hubiese que poner el foco en un único sector, el directivo no tiene dudas, ese es la construcción. "El lugar hacia donde más tenemos que movernos es la arquitectura, la forma en la que diseñamos nuestras casas".
El principal problema de esta industria es que sus procesos no están integrados. "El diseño muchas veces no está ni digitalizado". Sin embargo, las tecnologías digitales están cambiando esta manera de trabajar. "Ahora es posible diseñar un edificio en 3D y obtener su gemelo digital una vez que está construido", explica. "El modelo cobra vida en la nube y tenemos muchas fuentes de datos sobre las que actuar". ¿Con qué fin? Por ejemplo, para la sostenibilidad.
"Al final, se puede obtener un 30% de eficiencia en el proceso de la construcción y en los costes de mantenimiento de un edificio que está totalmente digitalizado", subraya. "Si está conectado, primero ves el riesgo antes de que ocurra e, incluso si se produce el problema, sabes dónde está y qué hacer". El CEO también habla de obtener una guía con realidad aumentada al apuntar con el teléfono móvil hacia el panel de control de la instalación.
Pero no es solo una cuestión medioambiental. "La eficiencia en la construcción tiene que ver con la eficiencia en la gestión, la seguridad de las personas y la capacidad de anticipar los riesgos antes de que sucedan", expone.
El ‘empujón’ de la Covid
Aunque la Covid no ha traído nada bueno, Tricoire señala que "hemos aprendido que podemos hacer muchas cosas de una forma distinta". Un ejemplo se produce en su propia empresa, donde, en dos días, el 98% de la plantilla estaba trabajando desde casa. "En definitiva, la digitalización ha sido acelerada de forma masiva por la Covid", comenta.
Otra lección que ha traído la pandemia es que "los clientes se han dado cuenta de la importancia de la resiliencia". "Muchos países han tenido que producir su energía localmente, por ejemplo", añade. "Lo que hemos aprendido en los últimos meses es que tenemos que ser capaces de operar en remoto las instalaciones, desde un hospital a una fábrica, porque la gente no quiere entrar por temor al virus", explica. Y eso se consigue con tecnologías digitales. "Las personas que hace unos meses rechazaban la digitalización, hoy la están acelerando".
Las nuevas fábricas
Si hay un sector al que no le ha pillado desprevenido este cambio, ese es la industria. "Las plantas estaban más avanzadas en términos de digitalización", dice el directivo. "En Schneider hemos trabajado mucho en conectar más objetos para obtener más datos de la fábrica". Sus soluciones permiten desde el diseño y la construcción de una planta hasta su propia operación.
Por ejemplo, las empresas pueden formar a los nuevos operarios con realidad virtual sin poner en riesgo su seguridad y la de la fábrica gracias a un modelo digital de la instalación que tiene todos los objetos conectados en tiempo real. Su software también permite operar en remoto.
"Con realidad aumentada, el mejor experto de un proceso que se encuentra en una ciudad puede guiar a otro compañero que está en otra planta si esta tiene un problema", explica. La automatización, incluso, se presenta como una «herramienta para la distancia social». «Nosotros creemos en las personas en las fábricas, pero no muy juntas, sino con distancia social gracias a la automatización», destaca.
Sostenibilidad: digitalizar hasta el reciclaje
Schneider Electric se ha marcado el objetivo de tener emisiones cero para 2025. No es la única empresa que trabaja en esta dirección. "Se trata de un movimiento masivo al que se han unido muchas empresas", asegura Tricoire a INNOVADORES. "La única forma de reconsiderar la situación climática es usando masivamente la digitalización", comenta. Incluso es clave para materializar la economía circular y el reciclaje. "Tienes que seguir cada recurso para poder reciclarlo".
Seguridad en edificios
Tricoire defiende que la digitalización de los edificios afecta a su seguridad, además de sostenibilidad. Durante la pandemia, Schneider Electric ha monitorizado hospitales para que los gestores pueden ver que no hay problemas en las UCIs o los quirófanos.