En los últimos 20 años, la economía de Irlanda se vio impulsada por el flujo de inversión extranjera y por el crecimiento en las exportaciones de un 5% anual de media, incluso en la gran recesión de 2009 a 2012. Esto ha hecho de Irlanda “una economía muy abierta”… y también muy expuesta a los altibajos globales de la economía. Hablamos con Alberto Cisterna, director de Enterprise Ireland en España, para conocer los secretos del éxito irlandés más allá de su política fiscal.
Una de las claves para reforzar el tradicional tejido industrial irlandés y reconvertirlo en una especie de hub tecnológico ha sido la apuesta por una política de clúster, sobre todo en torno a la tecnología médica y a la tecnología digital. Una especie de política público-privada impulsada por el Gobierno irlandés.
A partir de esta estrategia, los responsables irlandeses lograron crear y solidificar lo que ahora llamamos un ecosistema de innovación y desarrollo en el que participan “los grandes players [multinacionales] establecidos en el país, ya sea compañías digitales como del sector médico, hasta los centros de desarrollo” e investigación, explica Cisterna.
En paralelo al impulso y al trabajo de estos dos grandes agentes, Cisterna subraya el papel que ha desempeñado “una política en educación muy abierta que ofrece a la empresa privada lo que necesita de talento”. De este modo, se ha conseguido crear una “estrecha colaboración” entre universidad, centros de desarrollo y empresas para potenciar el talento interno irlandés.
Con esta estrategia, en las últimas décadas, se ha fortalecido un ecosistema de empresas y startups relacionadas con estos clústeres que están validadas por las grandes compañías. Esto ha permitido, incide Cisterna, generar “una cultura por empresa para canalizar la ambición por el desarrollo”.
Y llegó el Brexit
En medio de este proceso, en junio de 2016, se aprobó el temido Brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, e Irlanda vio peligrar uno de sus mercados potenciales. En este momento, el país inició una estrategia para diversificar y mitigar esa dependencia de los británicos. “El mercado británico era una extensión del mercado local, ahora esta estrategia de la Eurozona quiere ayudar a empresas irlandesas a fortalecer sus exportaciones en este nuevo mercado”.
El reto es que el tejido irlandés llegue a entender la Eurozona como lo que en su día llegó a ser Reino Unido. Y en esta estrategia, España está desempeñando un rol importante, ya que han crecido las exportaciones un 11% de 2018 a 2019. En concreto, llegan alimentos, tecnologías digitales (26%), construcción de centros de datos (106%) y de empresas especializadas en ciencias de la vida (25%).
Más allá del mercado español, se espera que Irlanda siga incrementando sus exportaciones en tecnología digital, sobre todo en las áreas de ciberseguridad, inteligencia artificial y tecnología financieras (Fintech), sobre todo en pagos.
Covid-19
Según datos publicados por la OCDE, Irlanda ha entrado en el Top 5 de países más exportadores en todo el mundo de productos destinados a la lucha contra la Covid-19, solo por detrás de grandes potencias comerciales como Alemania, Estados Unidos, Suiza y China. En concreto, desde el comienzo de la pandemia, aproximadamente un 7% de todas las exportaciones de este tipo de productos han procedido de Irlanda. Esto es solo un ejemplo de la potencia que está desarrollado este país en tecnología médica (medtech).