Cuando llegó la pandemia, los hogares se convirtieron en centros de trabajo, educación, comerciales, entretenimiento y hasta de salud. Según el panel de expertos congregados virtualmente durante CES 2021 algunos de estos usos se quedarán.
Antes de la pandemia nadie pensó que el reloj que se convirtiese en gimnasio o que nos pusiéramos fondos de pantalla para hacer más amenas las llamadas de trabajo. Pero ¿qué funciona y qué no funciona desde la casa?
Más allá de Zoom
Según Paul Lee, jefe de tecnología, medios y telecomunicaciones en Deloitte, tiene claro lo que no se ha hecho bien: “Zoom es fantástico para replicar una reunión pero hacer negocios es algo más que la sala. Falta esa cercanía que nos hace humanos”.
Jennifer Kan, directora de Park Associates, se expresa en esa misma línea: “En educación falta mucho aún. Falta inversión por parte de las escuelas, pero también dinámicas nuevas. Los niños se benefician mucho de socializar. Hay que añadir más tecnología para replicar esa sensación”.
Salud sí, pero con el médico de siempre
La salud es otro de los sectores que más crecen, pero que, a la vez, no termina de explotar todas las posibilidades que ofrece la tecnología. Así lo considera Megan Wollerton, editora senior de CNET, medio que organizaba el panel: “Las consultas por teléfono ya se han normalizado, pero el ecosistema de aparatos conectados en el hogar todavía puede crecer mucho. Estoy pensando en termómetros, aparatos para medir la tensión y similares, que pueden dar mucha información para monitorizar y hacer mucho más efectivas las consultas por videollamada”.
Kent añadió un matiz: “En general funciona, pero sí observamos que los pacientes quieren que les atienda su médico. Para seguimiento y patologías previas, no para urgencias, lo que quieren es seguir con el doctor que ya les trata, no con uno nuevo que está en la aplicación que han bajado”.
Según Wollerton, a pesar de tener tantos aparatos en el hogar, todavía se puede mejorar más allá de los sistemas de seguridad y los asistentes de voz. “Necesitan ayuda con la limpieza, con la colada, para poder cocinar con facilidad. Son muchas las tareas que se tienen que mejorar en el hogar y todavía no se han afrontado de manera conjunta”, sostuvo.
Tener un asistente de voz no es suficiente
Según los datos de Park Associates, no se considera casa inteligente si solo tiene un aparato. Por ahora el más común es el termostato. En parte debido a la adquisición de Nest por parte de Google. Los siguientes son sistemas videovigilancia, donde compiten Google y Amazon, seguidos por gigantes de la industria de la seguridad, así como los candados inteligentes. Ken, experta de esta firma financiera, ve un gran nicho de negocio más allá del aparato en sí, "en la suscripción a servicios de valor añadido".
Wollerton destacó cómo la bajada de precios está ayudando a la adopción de aparatos en general. “Es un primer paso, pero las expectativas son altas. Todavía no resuelven las tareas que llevan más tiempo”, remarcó.
La televisión se reinventa
Lee, en calidad de consultor, sí cree que la televisión, la protagonista del salón desde los años 60, está sufriendo una revolución: “Ya estaba ahí pero ahora mejor a pasos agigantados en usos y calidad. Va más allá del entretenimiento pasivo o los videojuegos. Al conectarse, dan todavía más opciones. Solo en videollamadas ya hemos visto unos avances increíbles, con gran inmersión”.
La industria de la tecnología está pensando en como el 5G cómo se puede integrar también en la casa. Lee puso como ejemplo el uso que ha tenido en Japón, que ha bajado muchísimo el coste de envío de datos, de modo que complementa la línea habitual de la casa con más calidad en conexiones y menos latencia. Kent criticó cómo en Estados Unidos todavía se tiene la sensación de no poder escoger proveedor de conexión, sino que se vive en monopolios basados en dónde se vive.