La ONU estima que la población mundial aumente hasta los 8.500 millones de personas en 2030 y que alcance los 9.700 millones en 2050. A todas ellas hay que garantizarles el alimento en un contexto al que, junto a esta explosión demográfica, se unen otras dificultades, como la emergencia climática, el envejecimiento de la población y el cambio de los hábitos de consumo derivado del incremento del número de habitantes en las ciudades.
“Durante el tiempo de pandemia hemos aprendido que hay muchas cosas de las que podemos prescindir, pero no de comer todos los días. Alimentar a nueve millones de personas no va a ser fácil, es más de lo que la industria produce a día de hoy. Ni los métodos que se emplean ni los recursos de los que disponemos serán suficientes”, adelanta Rogelio Pozo, director de Food 4 Future World Summit y CEO del centro tecnológico AZTI, a D+I.
El reto de la industria alimentaria es producir alimentos de forma sostenible y saludable. Esto implica –apunta Pozo– reinventarse para ajustarse, por un lado, a las transformaciones que están experimentando los ecosistemas naturales; y, por otro, a la necesidad de diseñar nuevos procesos productivos más sostenibles unidos a la digitalización.
“Ya se venía trabajando en el uso de la tecnología antes de la pandemia, y es uno de los vectores que ha podido garantizar el suministro alimentario, pero también se han detectado que hay oportunidades de mejora importantes”, reconoce el CEO de AZTI.
Impulsados por esta necesidad, la próxima semana se celebra Food 4 Future World Summit. El objetivo es que este evento se convierta en un escaparate para las empresas que desarrolladoras de estas tecnologías donde puedan mostrar lo que están haciendo. El encuentro, que tendrá lugar del 15 al 17 de junio en el Bilbao Exhibition Centre (BEC), reunirá a 5.000 profesionales del sector de la alimentación y las bebidas, procedentes de más de 20 países.
Evento internacional
Food 4 Future es una propuesta que surgió en el seno de la Unión Europea y a la que la ciudad de Bilbao, con el apoyo de empresas, instituciones y el ayuntamiento, presentó una candidatura que la convirtió en la elegida. “España es una potencia alimentaria y el objetivo es reforzar su apuesta por esta industria”, afirma Pozo. Algo que ya se venía haciendo en esta urbe desde 2018 con la celebración de EIT Food Innovation Forum y que ahora se integra como parte de la primera edición de F4F.
Durante tres días, cerca de 300 ponentes internacionales y más de 56 conferencias expondrán las claves para afrontar los actuales retos de la industria alimentaria. Una agenda que girará en torno a tres temáticas principales: digitalización, sostenibilidad y alimentación saludable. Food 4 Future, organizado por Nebext y AZTI, contará también con representación de más de 200 firmas expositoras que presentarán sus soluciones, equipos, tecnología y proyectos más innovadores; junto con 280 expertos internacionales en biotecnología, ciencia y seguridad alimentaria, digitalización, blockchain, inteligencia artificial, automatización y robótica.
“Es un macroevento donde tendrán cabida todas las áreas funcionales de una empresa y en el que estarán presentes todos los agentes de la industria. Es una oportunidad para ser testigo y debatir sobre lo que vendrá en los próximos años, marcados por la aceleración de unas tendencias que ya se venían produciendo antes de la pandemia”.
“Ahora –añade– hay una mirada diferente hacia el vínculo que existe entre la alimentación y la salud, y las últimas innovaciones”, asegura el director de F4F. La carne cultivada o el uso de insectos por su alto contenido proteico son algunas de ellas. Pozo reconoce que para que el gran consumidor incorpore alimentos tan particulares a su dieta aún falta trabajar más la cultura gastronómica. “Es lógico que existan ciertos prejuicios hacia productos que habitualmente no consumimos”.
“Hay que hacer una labor educativa para explicar que cuando se habla de carne cultivada no nos vamos a encontrar con un chuletón, sino con algo más parecido a la carne picada que se usa para hacer una hamburguesa o unas albóndigas, e igual de nutritiva. Y que se trabaja con los insectos no para comerlos directamente, sino para fabricar, por ejemplo, derivados para los acuíferos y alimentar a los peces”, añade.
'Startups' como impulsoras del cambio
En este punto hay una cuestión que surge sola: ¿Son las startups las que están impulsando este giro en la industria alimentaria? Sin duda, el carácter innovador de sus creadores y, en la mayoría de las ocasiones, con predisposición a asumir ciertos riesgos, facilitan la propuesta de ideas más creativas.
Un argumento con el que Pozo está de acuerdo y al que añade un factor más: “Las multinacionales son organizaciones que están muy estructuradas y romper con ciertos procesos cuesta más, por eso sus movimientos son más lentos”.
Para ellas, para las empresas emergentes, en F4F han creado Expo FoodTech Startup Forum. Entre las actividades programadas, tienen la intención de crear el primer mapa mundial de foodtech donde recoger el mayor número de iniciativas que se están produciendo en este sector. Calculan que son más de 2.000.
“Es necesario aglutinarlas para que los inversores interesados en esta industria tengan un solo lugar al que acudir y las empresas alimentarias busquen esas innovaciones y surjan acuerdos de colaboración”. De todas ellas, los organizadores han elegido a 20 startups para que expongan sus proyectos durante el evento.
Todas ellas, junto a ponentes como Dipika Matthias (directora de The Global Alliance for Improved Nutrition de la Fundación Bill y Melinda Gates), Pere Puigdomènech (experto en seguridad en el consumo de vegetales transgénicos), José María Ordovás (pionero y especialista en nutrigenética y nutrigenómica); chefs como Ángel León (Aponiente), Eneko Atxa (Azurmendi) o Andoni Luis Aduriz (Mugaritz); o empresas como Coca-Cola, Campofrío, Bonduelle, Angulas Aguinaga o Danone, tratarán de dar repuesta a las necesidades de una industria que representa el 11% del PIB mundial y que espera un crecimiento en la demanda de productos alimentarios de hasta el 70% en 2050.