A veces las palabras parecen pesar más que los hechos. Ponga las palabras 'innovación', 'colaboración' y alguna otra de corte similar en un titular de prensa, en un discurso político o en un mensaje de marketing y a muchos les parecerá que la cosa ya tiene contenido, aunque apenas sean unos herrajes con filigranas.
A partir de cierto escepticismo original ("dentro de la empresa, para gestionar innovación, hay pocos que se lo toman en serio y se frustran cuando la empresa ha puesto a cualquiera, que se lo querían sacar de encima…") y sus propias experiencias de "más de 15 años trabajando en innovación", la española Jara Pascual, residente en Amsterdam, se ha convertido en una 'gurú' europea de la materia.
Muestra un currículum que va desde sus inicios en París, en los laboratorios de Alcatel Lucent, hasta la responsabilidad en Adidas, como jefa de innovación IT. Añádase su paso en tales actividades por Tommy Hilfiger y la firma sueca de calzado Ecco.
En los últimos tres años ha desarrollado una plataforma digital, Colabwith.co, que sirve como punto de contacto para empresas que necesitan a un investigador académico, experto en una materia; startups que tienen un proyecto para ofrecer o desarrollar; inversores que sondean actividades donde poner su dinero; o empresas que necesitan adquirir una específica tecnología novedosa.
En sus propias palabras, "es un marketplace de innovación colaborativa", transferencia de conocimiento y financiación. Los puntos que han marcado sus desvelos y grandes objetivos durante años.
Saber cómo hacer una empresa
Para construirla, aprovechó el parón profesional de su segundo embarazo para lanzarse a hacer un MBA en Rotterdam, que le ocupó los fines de semana durante dos años, para "saber cómo hacer una empresa".
Cuando completó el MBA, dejó el trabajo y se puso "a tiempo completo" con su propia empresa para crear Colabwith.
Ahora, Pascual gestiona su compañía, ayuda a otras e incluso organiza para el Parlamento Europeo webinars, como el que montó sobre inteligencia artificial. "El problema no es la IA, sino que hay que cambiar las políticas de todo el resto de las industrias. No es el caso de politiquear con el 'business model', no. Estamos hablando de una transformación brutal en las leyes", dice.
Inmediatamente antes de estallar la covid, organizó en el Europarlamento una exitosa serie de jornadas para debatir y subrayar la situación de las emprendedoras europeas y el limitado porcentaje de financiación que les llega. Apenas el 2%.
Con ese bagaje y experiencia, esta ingeniera de telecomunicaciones, que se aburría durante la carrera, pero encontró el camino que buscaba en una asignatura "de sólo tres créditos" llamada 'ciencia sociedad y tecnología', acaba de publicar lo que podría considerarse un manual de uso para hacer innovación.
El libro, en inglés, se titula 'Innovation and collaboration in the digital era' (editorial De Gruyter), con un subtítulo todavía más expansivo: 'The role of emotional intelligence for innovation leadership and collaborative innovation' (el papel de la inteligencia emocional en el liderazgo y la innovación colaborativa').
A lo largo de diez capítulos desgrana todos los aspectos para entender y participar en el proceso de la innovación. Empezando por el hecho de que hay que saber buscar el conocimiento. Porque, "no está todo en tu calle, en la puerta de al lado, que llamas, están hablando de cuántica y lo tienes todo ahí. No…", señala.
Miedo emocional al dinero
También expone cuestiones más prosaicas que a veces se evitan, como si fueran cosas vergonzosas: "Hay que hablar de dinero. Hay que saber hablar de dinero. Hay académicos que tienen mucho miedo, emocionalmente, a la comercialización, al dinero. A trabajar con la industria y recibir dinero por eso. Es un miedo de autoestima, porque el valor de la universidad es intelectual", explica.
Pascual salpica de anécdotas una larga conversación con D+I en la que, en este aspecto concreto, relata cómo un proyecto de calzado hecho con algas, en el que ya estaba previsto incluso la fábrica que iba a producirlo en México, todo se fue al garete porque el investigador, profesor en una universidad estadounidense, fue incapaz de dar un presupuesto, ni siquiera estimativo.
"Como empresa necesitas saber cuánto cuesta, porque hay que pedir el dinero. En innovación no tienes millones para gastar. Te dan un poquitín y luego, por proyecto, vas pidiendo… Pues fue imposible. Se ponían excusas que… ¡uff!", rememora.
Admite que en su libro ha "bajado al barro", para explicar conceptos básicos y también se ha elevado para brindar asesoramientos avanzados, formas de proceder y modelos de comportamiento.
Cuadros sinópticos
Ofrece guías de uso, apoyadas en cuadros sinópticos y diagramas de flujo para la toma de decisiones, que pueden servir desde la planificación de un proyecto concreto ("¿qué necesito?, ¿qué prioridades?, ¿dónde lo encuentro…?"), hasta la construcción de un ecosistema propio de innovación.
La metodología del libro, que por eso funciona como un auténtico manual, incluye en cada capítulo una parte de reflexión, teoría, ejemplos, descripciones prácticas y didácticas, "metáforas e historias, para la gente que sí que lo entiende. Y para que la que no sabe de innovación, lo pueda empezar a entender y, luego, ir ya a profundizar técnicamente", explica Pascual, poniendo énfasis en los índices, resúmenes, citas de expertos y cuadros sinópticos.
La estructura incluye 35 entrevistas, repartidas por cada capítulo, con variados personajes. Todos son tecnólogos o políticos implicados en la innovación, desde el fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, hasta el príncipe real Constantijn van Orange-Nassau, líder de la aceleradora para el ecosistema holandés Techleap, con el curioso cargo de 'enviado especial' de Países Bajos para su conversión en una 'nación unicornio'.
Los puntos que recopila Pascual son tan eclécticos como pedirle al experto Ricardo Baeza-Yates que explique "cómo encontrar cosas en Google. Y cómo están los algoritmos, que son un desastre de sesgos, para trabajar buscando la información que sale al final del algoritmo".
Hoja de ruta para la planificación
Los propios títulos de los capítulos ya pueden servir como hoja de ruta básica para planificar un modelo de innovación: descentralización del conocimiento; cómo conectar ecosistemas locales para crear un ecosistema global virtual; colaboración entre academia, startups, industria, gobierno, proveedores, centros de investigación…
"Todo super práctico", asegura Pascual. "Hemos hablado de toda la teoría, lo qué significa esto [cualquiera de los puntos]… pero, ahora, ¿qué significa para ti?, ¿cómo lo puedes aplicar a tu empresa?".
"Primero tienes que entender lo que necesitas", prosigue. "Descubrir, como empresa, qué necesitas para innovar, cuando está todo repartido por ahí. No puedes ir buscando aleatoriamente, tienes que saber lo que necesitas".
También habla de algunos proyectos de índole europea: "Lo he intentado hacer [el libro] un poco objetivo. Pero he criticado lo que no está bien hecho. Es que hay que decir la verdad, ¿no?".
Otra de las cuestiones fundamentales en las que se detiene es la idea del "digital trust" (confianza digital) como piedra angular de la digitalización.
"Hay una plataforma en la que contratas 'baby sitters', que es el máximo de la confianza como padres: confiar en alguien que no conoces de nada, que venga a tu casa a cuidar a tu hijo cuando no estás", comenta. "¿Cómo crean esa confianza en el usuario digitalmente? Eso se puede extrapolar a los negocios".
Inteligencia emocional
Pascual habla del uso de la inteligencia emocional para la innovación y la colaboración, empezando por recetas sencillas: no acudir enfadado a una negociación, primero conviene calmarse; procurar ir a un 'brainstorming' en estado de excitación, "con super energía para decir 'sí, esto se puede hacer'", porque si estás "en fase de criticar", todo parecerá imposible.
También advierte que "quería ayudar a que la gente supiera lo que realmente es innovación y que la colaboración es una parte súper importante, no te la vas a hacer solo en tu mesa. Y tampoco la innovación es un brainstorming. Quien te venda eso… no es verdad. Quería desmitificarlo".
Incluye un cuadro sobre "cómo gestionar con tu equipo, y tú mismo, la inteligencia emocional. Primero, cómo te encuentras, cómo se encuentra el equipo".
Vocabulario de emociones
Acerca a un vocabulario de emociones, "gestión del conflicto, que es muy importante", y valores de colaboración, "lo que respeto, escuchar… eso es básico", detalla.
¿Y todo eso no significa que aplicar inteligencia emocional es en la práctica cuestión de sentido común?, le preguntamos.
"No, es algo mucho más desarrollado", replica Pascual, situando el sentido común en conceptos más básicos de la innovación. Pone como ejemplo "cosas irracionales que se están haciendo en la innovación, como lo de los pañales de los bebés con un sensor, para saber si ha hecho pipí".
Toma aire para explicar, es un caso real, que "el papá tenía una app, para ver si ha hecho pipí su hijo. Es el colmo del absurdo, nada sostenible, porque tienes electrónica en cada pañal y se utilizan unos cuantos al día…".
"El pañal se hace gordo", prosigue. "Si sabes que tu hijo va a sobrevivir, ¿para qué quieres saber si ha hecho pipí, cuando estás en el trabajo? No puedes cambiárselo. Y si estás con él, ya vas a ver que se engorda. ¿O estás todo el rato mirando el teléfono…? Mala educación de padre. En fin, que la innovación puede ir por otro lado".
Adquisición de conocimiento
La guía de uso recorre otras cuestiones, como las formas de adquisición de conocimiento e innovación ("procurement") en grandes empresas, aspecto en el que aporta su propia experiencia en Adidas, desde la compra de startups, hasta la creación de áreas de innovación dentro de la propia compañía.
También dedica atención a quienes disponen de innovación para vender, "entendiendo las necesidades que hay. Porque si ninguna empresa tiene una necesidad, no venderás nada".
"Estamos hablando de innovación. Es decir, algo nuevo", insiste Pascual. "Igual, primero sólo lo compran los early adopters", los usuarios que persiguen la ultimísima novedad. "No te puedes poner a vender a alguien que es súper tradicional, intentando convencerlo. Tienes que ir a la gente más dinámica".
"Si la gente, o la empresa, no quiere lo que hace tu máquina de café, por mucho que pretendas venderle, si no la necesita, no la necesita. Es una aproximación de psicología. Pero, también, que al final es hacer negocios", incide.
Indagando cuál es su target de referencia, afirma que su manual de referencia puede interesar a cualquiera. Como a su propio vecino, un bombero recién jubilado, que ahora desea saber lo que es innovación.
Si bien, asegura que "a un jefe de innovación le va a cambiar totalmente de arriba para abajo. Le va a dar pistas para hacer innovación eficazmente".
Explica que utilizó a su marido como conejillo de indias, para asegurarse de que cada cosa se entiende, aún sin conocer la materia: "Me dio un poco de pánico que alguien que no tenga ni idea… Es que hablo de conceptos muy avanzados a veces y creo que a quien no haya tenido ni idea de esto, pero sí mucha curiosidad, el libro le va a poner muy a tono".
El repaso incluye las cuestiones éticas de la innovación, aspectos legales y de propiedad intelectual, el equilibrio entre competencia y colaboración, el liderazgo, los costes de la innovación y cómo la digitalización crea valor. Todo desde la premisa de "no hacer por hacer" innovación, sino considerando "qué impacto va a tener. Qué va a cambiar en nuestra forma de vida".
"La última frase que pongo en el libro es ¿Qué tipo de futuro quieres tener?", concluye Jara Pascual. La pregunta del millón.