Llevar la tecnología que forma parte del día a día al espacio, ese ha sido el objetivo que ha cumplido Cisco a través de la Callisto, un proyecto que forma parte del programa Artemis, una iniciativa internacional liderada por la NASA cuya finalidad es que el ser humano vuelva a pisar la Luna y consolidar una presencia sostenible sobre su superficie.
Tras una larga lista de intentos y un gran número de retrasos, el pasado 16 de noviembre, la agencia espacial estadounidense consiguió hacer despegar la misión con la salida del cohete Space Launch System (SLS) y la cápsula Orion que lleva desde el Kennedy Space Center en Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos).
A pesar de que se produjo un fallo en uno de los motores poco después de la salida que tuvo que ser solventado, la planificación siguió adelante como estaba prevista y, después de casi 26 días de "viaje" y con más de 2,1 millones de kilómetros recorridos, la cápsula Orión regresó sana y salva a la Tierra, aterrizando en mitad del Océano Pacífico, frente a la costa de California.
"Una prueba de lo que está por venir"
Callisto forma parte de diferentes misiones de diversas temáticas que se han llevado a cabo en el marco de este programa. En su caso, relacionada con el despliegue tecnológico.
En concreto, se trata de un iPad modificado que se ha emplazado a bordo de la cápsula Orión al que se ha integrado el software de Cisco y el asistente de voz de Amazon, Alexa. Más allá de la tecnológica y la empresa de comercio electrónico, también ha colaborado la multinacional Lockheed Martin.
El objetivo persigue es demostrar cómo la inteligencia artificial, las videoconferencia o la tecnología de reconocimiento de voz pueden mejorar la eficiencia o el conocimiento a las personas que se encuentren a bordo de una nave, ya que, si el plan continúa tal y como se prevé, Artemis II será el primer vuelo tripulado.
Según ha precisado el vicepresidente de gestión de producto de Webex en Cisco, Jono Luk en una rueda de prensa, la idea original era explorar cómo las herramientas comerciales pueden ser útiles para los astronautas en las futuras misiones al espacio.
"Callisto es una gran oportunidad para traer nuestra mejor tecnología, tenacidad y colaboración humana para convertir los sueños imposibles en realidad", precisa.
Así, tal y como explica, Webex a bordo de la misión permitirá facilitar las comunicaciones 'cara a cara' entre los astronautas y las personas en la Tierra durante los viajes espaciales de largo recorrido a través de las videollamadas, además de facilitar la transmisión de instrucciones mediante la pizarra colaborativa o las anotaciones. "Los humanos somos animales sociales, necesitamos interactuar", precisa.
"Se trata del mismo tipo de interacciones que se realizan entre dos usuarios que están en el mismo planeta, pero con una de ellas a cientos de miles o millones de kilómetros", explica. "Es un gran hito para las misiones espaciales y una prueba verídica de lo que está por venir".
Por otro lado, con la integración de Alexa se podrá preguntar cualquier dato sobre el estado de la cápsula o controlar los dispositivos conectados a la misma sin necesidad de utilizar las manos o de desplazarse.
Más distancia, pero los mismos problemas
Luk explica que la idea para este proyecto empezó hace alrededor de tres años partiendo del interés de utilizar tecnologías del día a día en el impulso de una nueva generación de exploración del espacio, algo que, desde el origen, "no fue tarea fácil".
El experto de Cisco señala que, en su desarrollo, tuvieron que enfrentar una gran cantidad de desafíos hasta conseguir brindar una comunicación fluida, dado que los requerimientos técnicos son mucho mayores que entre dos equipos situados en el mismo planeta.
"Hay que considerar las elevadas distancias, el ancho de banda limitado, la radiación o el ruido espacial", explica. "Por ejemplo, una señal de vídeo que permita hablar en tiempo real con alguien que está en la Luna debe viajar más de diez veces la circunferencia de la Tierra".
No obstante, desde la compañía precisan que, aunque las distancias involucradas en la comunicación son mucho mayores que las habituales, los desafíos que tuvieron que abordar "no eran tan diferentes" de los que afectaban a la comunicación terrestre.
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Así, los aprendizajes que han sacado a partir de este experimento no solo han demostrado cómo se puede usar tecnología comercial para la exploración espacial, sino que también ha ayudado a resolver algunos de los problemas que afectan a la conectividad en el planeta.
La tecnológica precisa que estas innovaciones son solo el principio y que, de hecho, ya tienen en marcha otra serie de herramientas que podrían seguir revolucionando las comunicaciones, por ejemplo, Webex Hologram, que se usa para reproducir la experiencia espacial en la Tierra de forma virtual o la aplicación de IA aplicadas a la traducción y transcripción de idiomas.
También, están trabajando en la eliminación del ruido de fondo para mejorar la claridad en las llamadas o el reconocimiento facial para incrementar la seguridad.