La relación entre el turismo y la tecnología se ha vuelto aún más estrecha en los últimos años, en parte gracias a la introducción de herramientas como la inteligencia artificial o el análisis de datos. La materialización de esta simbiosis no solo se ha dado en Fitur, que cuenta con un espacio dedicado enteramente a este ámbito, sino también en el surgimiento de profesiones relacionadas con la digitalización que se han convertido en pilares fundamentales de este sector. Entre ellas, la de CIO.
Esas siglas albergan al llamado Chief Information Officer, es decir, el responsable de los sistemas y de las tecnologías de la información de la empresa. Esta posición, que antaño se antojaba más propia de las compañías con core tecnológico, ahora es clave para la apuesta de las firmas que quieren avanzar hacia su transformación.
En el marco de Fitur, Miguel Abril, CIO en Soltour, uno de los turoperadores líderes en España, explica en una entrevista con D+I-EL ESPAÑOL que a su puesto, además de los retos propios del cargo (como el foco en la seguridad o en los datos), se le suman otros propios de la industria en la que opera.
Entre ellos, destaca la necesidad de dotar de recursos y formación a las agencias de viajes, sus clientes, que, normalmente, son pymes que no disponen de estructuras propias para abordar este cambio digital. Según explica, ellos les proporcionan las herramientas necesarias para que puedan competir al nivel de los actores más grandes y acceder a un mayor número de clientes, el usuario final.
De los catálogos a los escaparates digitales
Abril cuenta que uno de los grandes ejemplos de este proceso ha sido algo tan sencillo como digitalizar los catálogos de viajes. Hasta hace poco, explica, las agencias imprimían grandes tiradas de estos folletos para tenerlos en sus oficinas e incluso ofrecerlos a sus clientes, pero al ser algo físico se quedaba obsoleto en un período muy corto de tiempo.
Así, el CIO señala que han apostado por habilitar un sitio web en el que los usuarios seleccionan las categorías que más se adaptan a sus gustos y, a raíz de ellas, se genera un documento que se pueden descargar con las ofertas con su versión más reciente. "De esta manera, solo se imprime lo que es necesario y, cuando se hace, va actualizado con la última información disponible", precisa. "Las grandes tiradas eran muy inspiracionales, pero no eran ecológicas y mucho menos usables".
En la misma línea, apunta que otra de las modificaciones en esta apuesta por la transformación de las compañías del sector turístico está relacionada con los llamados "escaparates digitales". Tradicionalmente, explica, las agencias imprimían sus ofertas o productos más interesantes y los colgaban con celo en el cristal, mientras, ellos proponen una pantalla conectada con los servidores que ofrezca la misma información, pero más actualizada y segmentada según la localización.
"Es una herramienta que descarga a la agencia de tener que ocuparse de este escaparate y permite que se dedica a atender a los clientes que acceden gracias a la llamada generada por esa parte digital", añade Abril.
El CIO precisa que, más allá de estos casos de uso, también han apostado por otras herramientas como la inteligencia artificial (IA). "Hemos introducido la IA como un mecanismo más para que la agencia pueda encontrar el producto ideal que ofrecer a su cliente, que cada vez es más exigente", apunta.
Abril explica que los usuarios demandan experiencias más especiales, más a medida, lo que hace que las agencias puedan no ofrecerle el servicio adecuado al no estar especializadas en el producto que demanda. Como solución ante esta problemática, desde Soltour han implementado un buscador impulsado por IA en que los operadores pueden introducir la descripción de la petición del cliente en lenguaje natural y que devuelve una selección de ofertas que más se ajustan a la misma.
Centrarse en vender
El responsable de tecnología señala que este tipo de herramientas ayudan a que los operadores se dediquen a su función principal y les libera de otro tipo de acciones secundarias, algo que se antoja imprescindible en el caso de pequeñas empresas que no tienen tantos recursos. "La idea es dárselo prácticamente hecho para que solo se centren en vender", afirma.
Y es que, apunta, el sector turístico es una de las industrias en las que hacer una transacción es mucho más difícil. "Vender un viaje es mucho más complicado que vender una camiseta o unas gafas", ejemplifica. Así, explica que la tecnología ha llegado para aportar mucha más facilidad en este proceso.
"Aún así, siempre va a haber un perfil de cliente que prefiere ir a una agencia y tener contacto con un humano que le transmita seguridad, confianza y, sobre todo, experiencia", insiste. "Que nadie se asuste porque la IA o cualquier otra tecnología que pueda surgir siempre serán herramientas para que los trabajadores puedan optimizar su trabajo y puedan dedicar mucho más tiempo vender".