La pandemia ha alterado la vida normal, pero no ciertas costumbres. El nodo español de EIT Digital Madrid sigue celebrando su anual Venture Stand-up Event, presumiendo de su startup más brillante del año pasado, PeasyPay, de la que ya dimos cuenta en Disruptores e Innovadores el pasado diciembre.
Su tecnología de reconocimiento facial permite pagar prácticamente con la mirada. Identifica a la persona incluso con mascarilla y está en uso en Guadalajara. El repaso a los éxitos también recuerda los robots autónomos de Last-Mile Delivery, que entregan comestibles en Finlandia y en Francia.
Jesús Contreras, director de EIT Digital Madrid, comenta que hay algunas iniciativas chinas similares a la de PeasyPay, pero esta es la primera en Europa. Y funciona. Y eso que "Europa no es líder en digital, ni siquiera es segunda. Estamos detrás de Estados Unidos, detrás de Asia… y necesitamos reconstruir la soberanía digital de Europa".
Esa es, dice Contreras, la razón de existir de EIT Digital, que lleva 10 años operando en Europa y dos años y medio en España y Portugal. "Necesitamos crear nuevas startups, pero no cualquier clase de startups, sino muy fuertes desde el primer momento. Internacionales desde su comienzo, con inversiones fuertes y asociaciones", subraya. "El tamaño importa, en este sentido".
Y esos son los motivos por los que cada año se hace desde EIT Digital una convocatoria para nuevas empresas, con disposición a invertir "algunas docenas de millones en algunas docenas de startups".
Este año cuatro proponentes lanzan sus ideas en el foro madrileño, en busca de socios y colaboradores.
Internet de las cosas frente al cambio climático
El primero, Antonio Jara, de Hopu. Una compañía dedicada a la captación de datos mediante sensores y dispositivos IoT, orientados al sector de Smart Cities, apoyada por las aceleradoras Lanzadera y Wayra.
Hopu ha registrado ahora una nueva compañía llamada Imaginext, la que realmente presenta en esta ocasión, cuyo propósito es ayudar a las ciudades a desarrollar planes de acción basados en evidencias contrastadas para mitigar el cambio climático.
Considera las enormes cantidades de dinero que se van a invertir en Europa para desarrollar el 'green deal' ("hasta un trillón de euros", dice Jara refiriéndose a "un billón". Las presentaciones de EIT Digital en Madrid se hacen siempre en inglés) y aspira a captar fondos para la recuperación de Next Generation.
"Europa nos desafía a hacer uso de los datos y demostrar que estamos respondiendo adecuadamente", expone. Su primer plan es un proyecto piloto en Madrid, para lo que está en conversaciones con la Universidad Politécnica, abierto a trabajar con más ciudades.
El producto de Imaginext son algoritmos para gestionar datos de la ciudad como meteorología, dinámica de movimientos humanos, multitudes, tráfico y datos como el censo, junto a otras informaciones de valor establecidas.
Todo se analiza en el marco de la plataforma de software abierto y modular Fiware. Jara añade que su propuesta también es valida para un entorno B2B, con empresas que planeen actuar, por ejemplo, en el ámbito de la energía o nuevos materiales.
Su propuesta más específica para las ciudades sería 'zonificar' los orígenes de la polución en tiempo real.
Segunda pantalla
Por su lado, Sandra Grano de Oro, de Optiva Media, propone el proyecto Inclusive TV, cuyo objetivo es facilitar a los sordos los diálogos que se producen en pantalla en programas informativos, bien mediante subtítulos o con un intérprete de lenguaje de signos.
Optiva Media es una consultora de telecomunicaciones creada en 2002 que trabaja en el ámbito planetario con grandes operadoras como Telefónica, Orange, Vadofone y Tivo, especializada en televisión digital.
La idea de Inclusive TV va en otra línea. Según la directiva europea para servicios de información visuales, es un derecho que incluye a los discapacitados y, por tanto, el objetivo es alcanzar un 100% de subtitulación y audiodescripción, para invidentes, en las emisiones de medios públicos.
La propuesta de Inclusive TV es utilizar herramientas basadas en inteligencia artificial para facilitar formas de interpretación en remoto, no necesariamente escritas, eventualmente con una segunda pantalla. Su público objetivo incluye el creciente grupo de los más mayores, que con la edad pierden capacidad auditiva.
Según Grano de Oro, el sistema puede ofrecer también ventajas para el aprendizaje del idioma en el caso de inmigrantes. Añade una ventaja en el uso de una segunda pantalla: dos personas viendo juntas una misma película, pueden obtener la ayuda, por ejemplo, en español y portugués por separado, cada uno con su propia pantalla auxiliar.
Como modelo de negocio, se basa en suscripciones o pago por visión. Su ambición es ofrecer su servicio en tiempo real para acontecimientos en vivo.
Realidad aumentada para médicos
A su vez, José Ibeas presenta una spinoff del Hospital Parc Taulí de Sabadell. Una startup llamada Anais Medical, que desarrolla simulaciones médicas realistas de alta calidad para el aprendizaje de actos médicos.
Ibeas, CSO de la nueva compañía, es nefrólogo y se confiesa novato en el mundo de las empresas. Anais (es un acrónimo que viene a significar simulación interna anatómica) surge vinculada a un grupo de investigación sobre las enfermedades del riñón.
Al desarrollar tareas con inteligencia artificial, análisis de datos y tratamiento de imágenes, especialmente en el área vascular, establecieron una relación con las conexiones entre seres humanos y máquinas, como las que ejecutan diálisis. Entonces el grupo dio un salto hacia aspectos relacionados con la ingeniería.
El planteamiento de Ibeas es que esas conexiones de personas y máquinas, a veces delicadas y que requieren actos quirúrgicos muy invasivos, exigen que el médico adquiera un tipo de entrenamiento que en general sólo puede hacerse de manera eficaz sobre el propio paciente.
Las posibilidades de ensayar con dispositivos físicos de simulación muy simples, o con animales, no aportan al medico el toque de lo que luego tendrá que hacer con el paciente: "Ese tipo de modelos es difícil de utilizar, fácil de comprender, pero no son realistas".
A partir de ahí decidieron crear modelos en realidad virtual y realidad aumentada, con un realismo extremo basado en su conocimiento y experiencia sobre el ser humano y anatomía. "Tras la pandemia se demuestra que hay que saltar al mundo digital", afirma el CSO de Anais Medical.
Su producto no sólo sirve para observar los detalles anatómicos. "Puedes introducir tus ojos dentro", dice Ibeas, que afirma conseguir así "una interpretación holística de lo que ocurre en el interior del cuerpo".
Ya tiene amplios contactos con relevantes organizaciones médicas internacionales y grandes hospitales, pero ahora lo que necesita son inversores y distribuidores para su producto.
Como Facebook, pero para el bienestar
La cuarta startup puesta este año en el escaparate de EIT Digital es otra spinoff, de la Universidad Carlos III de Madrid, que se llama eB2. Evidence Based Behavior.
Es una compañía dedicada "al bienestar emocional personalizado", dice su CEO, Antonio Artés. El modelo de negocio se orienta a ofrecer el software a empresas, para facilitar la atención que prestan a sus empleados.
Es un producto que aplica inteligencia artificial, cuyo primer desarrollo se dirigía a la salud mental. Una evolución, que es ahora la esencia de eB2, lo convierte en "un sistema de prevención".
Lo que hace eB2 es monitorizar la interacción de una persona con el mundo digital, las acciones en redes sociales, la huella digital del sujeto, sus movimientos y su actividad, a través del smartphone y wearables, mediante una aplicación.
"Es algo similar a lo que hacen, Facebook, Amazon o Google", admite Artés. "Pero con los datos recolectados nosotros creamos una solución de inteligencia que obtiene información aprovechable para mejorar el bienestar de los empleados, u ofrecer información para el departamento de recursos humanos".
También asegura que se facilita a cada persona un control absoluto de su privacidad en la app. Cita estudios que indican que menos del 15% rechaza ser monitorizado.
"La solución es básicamente pasiva", añade. "¿Qué podemos hacer con los datos que recogemos? Podemos predecir la conducta y estabilidad de una persona. Prevenir, por ejemplo, un intento de suicidio. Podemos medir la incapacidad o funcionalidad de alguien sin preguntar nada ni aplicarle una escala. Podemos predecir si es feliz, o neutro…".
Sugiere que puede ser utilizado para mejorar el bienestar o la promoción de adultos en buen estado de salud. Un portal web puede servir para facilitar terapias y actividad clínica, con información objetiva para gestionar grupos.
Otra variante es un portal web que puede utilizar el departamento de recursos humanos para monitorizar en tiempo real el efecto de sus acciones en el grupo, percibir niveles de estrés y otros indicadores que pueda incorporar. El sistema funciona como un Marketplace para otras posibles fuentes de información.