La forma de movernos en las ciudades, y fuera de ellas, está en pleno proceso de cambio. Triple cambio, para más señas. Por un lado, estamos asistiendo al cambio de modelo de consumo de los medios de transporte (de la propiedad del vehículo al pago por uso), de la fórmula en sí (apostando por la multimodalidad para cubrir trayectos completos punto a punto y por el coche autónomo) y del motor mismo del transporte (en un ambicioso camino hacia la electrificación de la flota para cumplir con los objetivos de sostenibilidad).
Un escenario sumamente interesante por las potencialidades que nos encontramos por delante; también por los retos que debemos superar en los próximos años. Unas nuevas dinámicas marcadas por la heterogeneidad de enfoques y de disciplinas involucradas que se han sometido a debate de los expertos -investigadores y empresas- de la Universidad Carlos III de Madrid.
“Al final lo que buscamos quienes estamos en la movilidad multimodal es la reducción en los tiempos de transporte, la reducción de las emisiones contaminantes y del número de accidentes. Esto último, encaminado con la ‘visión cero’ que tiene la UE para el 2050, que consiste en cero emisiones y cero accidentes de tráfico”, ha introducido Beatriz López Boada, investigadora responsable del grupo de Mecánica Experimental, Cálculo y Transportes (MECATRAN) de la UC3M. “Se busca una mayor eficiencia operativa y un uso optimizado de activos e infraestructuras, que haya una mayor automatización, digitalización y estandarización de procesos, tecnologías y modos de transporte”.
“Se requiere el diseño de nuevos sensores cada vez más fiables y de bajo coste para capturar información tanto del propio vehículo como del exterior. Y luego procesar esos datos para tomar decisiones en tiempo real y la creación de actuadores con una respuesta rápida, fiables y de poco mantenimiento”, añadió.
A su vez, Tatiana Arroyo Vendrell, profesora de Derecho Mercantil, miembro de la Cátedra Deloitte Legal de Derecho Empresarial, subdirectora del Máster de Acceso al Ejercicio de la Abogacía y del Máster de Abogacía Internacional de la UC3M, ha recogido el guante de la estandarización para abrir su intervención.
“En el ámbito del transporte de mercancías, la multimodalidad empieza haca ya medio siglo con la estandarización de los contenedores. Lo curioso es que, en el plano jurídico internacional, no se haya llegado a ningún consenso cuando el mayor reto es tener una regulación común para relacionarnos con otros países. España sí cuenta con una regulación específica, aunque es cierto que hemos regulado este aspecto dos veces”.
“Necesitamos encontrar el consenso necesario para ser más competitivos, innovadores e integrar aquellos elementos de nueva creación, como la inteligencia artificial o los medios de transporte autónomos”, ha destacado, aludiendo además al debate sobre quien asumiría la responsabilidad legal ante un accidente de un vehículo autónomo.
Por su parte, Arturo de la Escalera, investigador responsable del Laboratorio de Sistemas Inteligentes de la UC3M, quiso añadir que “tenemos la gran oportunidad de cambiar el modelo de movilidad urbana, pasando del actual, en el que tenemos un vehículo que conducimos poco tiempo al día o usamos grandes autobuses que tienen trayectos fijos a otro modelo que esté basado en pequeños autobuses autónomos de seis o diez plazas que se ajusten a nuestro itinerario, que compartamos con otros usuarios y autobuses que, por su coste y por su comodidad, hagan innecesario el uso del vehículo particular en entornos urbanos”.
Para el investigador, los grandes retos en estas lides atañen a la seguridad en entornos urbanos y, por supuesto, a la confianza de los usuarios. “Hay una desconfianza similar a los coches autónomos similar a la que hubo en su día respecto a los primeros coches o los primeros trenes”, reconoce.
“El concepto de vehículo autónomo está en un proceso de redefinición hacia un coche compartido que pueda tener sentido en las ciudades y que pueda tener nuevas aplicaciones. Hay actualmente dos grandes grupos de trabajo: por un lado los fabricantes de automóviles, más centrados en sistemas de ayuda a la conducción, y por otro las empresas de origen tecnológico, que hacen hincapié en la parte autónoma”, explica De la Escalera. “Pero hoy por hoy tiene que imponerse el realismo, hay retos en materia de seguridad y de la capacidad de percepción, aunque podríamos ver pronto estos automóviles en el transporte en zonas rurales o en parques nacionales más que en entornos urbanos”.
El ferrocarril como eje vertebrador
Una vez sentadas estas bases, lo que queda por discurrir es cómo hacer que se conviertan en realidades de negocio inmediatas. Y ahí es donde pasamos de hablar casi en exclusiva del coche autónomo al ferrocarril como verdadero eje vertebrador de la movilidad multimodal.
Tanto Álvaro Urech, director de Innovación en Alstom, como Jorge López, cofundador de Sigma Rail, startup del parque científico de la UC3M, coincidieron en que son muchas las innovaciones que rodean al tren, pero que el verdadero tema candente es lograr la madurez de esta fórmula de transporte. Y eso pasa por evitar trabas e ineficiencias ("como la forma de medir o gestionar las concesiones, que priman la puntualidad por encima de la multimodalidad") para lograr que la combinación de modos de viaje sea una posibilidad "que se adecúe a las necesidades reales de los consumidores".
De ahí al tren de hidrógeno (que para Urech solo es "cosa de tiempo verlo en España, ya que está siendo usado en muchos países y podría desplegarse fácilmente en las vías no electrificadas") al mantenimiento preventivo y la mejora operativa de las propias infraestructuras ferroviarias que centran los pensamientos de López, esencial también para configurar un modo de transporte que cumpla con los estándares más altos que podamos imaginar.
Por su parte, Carmen Granados, Gerente en Bidafarma, empresa de distribución farmacéutica con sede en Leganés Tecnológico, resaltó los esfuerzos de las empresas del ramo por innovar en procesos pero también en la electrificación de su flota. Aunque con un freno, "el de la autonomía de las baterías", que impide llevar todos sus vehículos "con características especiales de temperatura y seguridad" a la categoría de cero emisiones.
Leganés pide más inversión en transporte público
La cita fue inaugurada por el alcalde de Leganés, Santiago Llorente, quien demandó mejoras en la red de transporte público “a medida que nos alejamos del centro de las ciudades”.
En sus palabras, “la multimodalidad es una posibilidad real en la almendra central de Madrid y muchas capitales europeas, pero es manifiestamente mejorable en la periferia, donde la densidad de transportes públicos es menor”.