Cuándo regar, qué partes del cultivo y en qué cantidad. Estas preguntas marcan el día a día de los miles de agricultores que hay en nuestro país, sobre todo en un momento especialmente complicado por la sequía que golpea a España. Desde el 1 de octubre del 2021 hasta el día 1 de febrero del 2022, la pluviometría ha descendido en un 38 % con respecto a la media de los últimos 30 años, según datos del Ministerio de Agricultura español.
El agua o, mejor dicho, la falta de ella se ha convertido en uno de los mayores enemigos del campo y, con ello, en uno de los desafíos a los que dar respuesta de forma inmediata. Un reto en el que, de nuevo, la innovación tecnológica tiene mucho que decir.
El trabajo de UTW así lo señala al menos y es que esta startup, perteneciente al programa ESA BIC Comunidad de Madrid y que innova desde el Parque Científico de la Universidad Carlos III de Madrid, ha hecho realidad la unión de drones e inteligencia artificial (IA).
Teledetección híbrida
Para ello, ha desarrollado Cropsense, una plataforma para dar soporte a decisiones de manejo de riego y nutrición de cultivos utilizando las bases de la agricultura de precisión. Una técnica con la que, gracias a los datos, es posible aprovechar mejor los recursos y optimizar la productividad de las empresas agrarias.
“En Cropsense hemos implementado modelos físicos de comportamiento de cultivo y generado algoritmos propios para el manejo y análisis de información utilizando machine learning. Usamos fotogrametría, termografía, teledetección y redes neuronales”, explica Julio Díaz, CEO de UTW.
“Lo más destacable es el desarrollo de una tecnología propia que hemos bautizado como ‘teledetección híbrida’, con la que somos capaces de fusionar los datos de las imágenes por satélite y del dron de una misma ubicación, permitiendo hacer seguimiento de cultivos de una manera mucho más eficaz y económica”.
Así, la plataforma ofrece a las explotaciones agrarias información detallada tanto de la humedad como de la textura del terreno que permite determinar la cantidad de agua necesaria en cada sector de riego. Una información que pueden monitorizar en todo momento, analizando la evolución del cultivo a lo largo del tiempo y, así, descubrir cualquier tipo de anomalía.
“La integración de sensores de humedad en suelo y temperatura ambiente se combinan con esa información para detallar el comportamiento de la humedad del suelo y el cálculo de la evapotranspiración”, explica Díaz.
Una solución de la que ya han podido comprobar sus bondades los olivares de la empresa García de la Cruz y las vides de la bodega Casas del Valle, ambas toledanas y donde UTW ha puesto a prueba su tecnología. “Lograron ahorrar hasta el 30% de agua, con la consecuente mejora de su producción”, apunta el directivo.
Análisis de datos
Cropsense es el resultado de más de cinco años de investigación en fincas experimentales en los que agrónomos y especialistas en IA han analizado los datos.
“Pocas empresas tienen este histórico y casi ninguna realiza este esfuerzo antes de salir al mercado en un asunto tan crítico para el usuario”, asegura Díaz.
“Adicionalmente, hemos desarrollado tecnología propia que hace que la captura de datos se haga mucho más efectiva, reduciendo la cantidad de vuelos de drones al mínimo y permitiendo hacer seguimiento de cultivos leñosos con satélite, algo que ninguna empresa es capaz de materializar”.
Actualmente, la compañía se encuentra inmersa en llevar al mercado Cropsense que, como añade el CEO de UTW, “será una tarea titánica, ya que el sector agrícola es muy tradicional y lo que ofrecemos supone un cambio total en cuanto a metodología para determinación de riego. En los próximos dos años nos centraremos en implementar mejoras en esta herramienta, fundamentalmente relacionadas con la inteligencia artificial para que sea cada vez más potente, adaptativa y aprenda de la experiencia de usuario”.
Una tecnología que desde UTW afirman que puede aplicarse a otros sectores, más allá del agrícola. “Nuestras propuestas van encaminadas a solucionar, de una manera eficaz y eficiente, problemas a nuestros clientes, en la mayoría de los casos mediante la utilización de drones para la captura y análisis de datos. Trabajamos principalmente con los sectores de energías renovables, medioambiental y agrícola. A partir de los datos, generamos información y productos que ayudan a nuestros clientes”.