Dice el informe McKinsey 'Global survey: The state of AI in 2020', sobre inteligencia artificial, que el uso de la IA se ha convertido en 2020, para las empresas, en "una herramienta para generar valor" que, cada vez más, se traduce en ingresos. Algunos de los consultados, "de diversas industrias", le atribuyen ya, al menos, un 20% de su EBIT.
"Constatamos que quienes atribuyen el 20% de EBIT a la IA proceden de múltiples sectores, incluido el tecnológico. Nos pareció notable que no fueran sólo del sector tecnológico. La IA se adopta a menudo en el área que impulsa un valor significativo para la actividad de una empresa en particular. Así, por ejemplo, los minoristas a menudo adoptan IA en marketing y ventas", explica a D+I Michael Chui, socio del McKinsey Global Institute, en San Francisco, y uno de los autores del estudio.
Otro fenómeno que detecta la investigación, desarrollada entre el 9 y el 19 de junio de 2020 con 2.395 consultados, es que muchas de esas empresas se han aplicado a utilizar la IA como guía para invertir en su transformación digital y dar respuesta a la Covid-19, tratando de reducir la brecha que se percibe entre los que ejercen el liderazgo en esta tecnología y el resto. No obstante, McKinsey entiende que esos líderes en IA ofrecen a los demás pistas para el éxito.
El dato clave es que prácticamente el 50% declara que su organización "ha adoptado la IA al menos en una función". Lo cual es una paradójica reducción de la respuesta de 2019, que situaba esa cifra en el 58%. Y plantea una duda: ¿A qué le llaman 'usar inteligencia artificial' en el informe? ¿Cuenta, acaso, el uso de aplicaciones de plataformas que la incluyen en algunas de sus funciones, como Office o Gmail?
"Definimos la inteligencia artificial (IA) como la capacidad de una máquina para realizar funciones cognitivas que asociamos con las mentes humanas. Por ejemplo, comprender y generar lenguaje natural", concreta Chui.
La definición incluye también "realizar tareas físicas utilizando funciones cognitivas. Por ejemplo, robótica 'física', conducción autónoma y trabajos de fabricación".
"Desarrollamos e hicimos preguntas de una manera que creemos que dejó claro a los encuestados que estábamos buscando la implementación de software más que básico, como Microsoft Office o Siri, en sus organizaciones", especifica.
Menor implantación en Latam... y Europa
De las respuestas deduce el informe menos implantación en compañías latinoamericanas. Por industrias, destacan telecos y tecnológicas, seguidas por automoción y sector de ensamblaje, aunque perdiendo cuota respecto al año anterior.
"América Latina tuvo una de las tasas de adopción más bajas, entre las regiones en la encuesta de este año, junto con Europa", advierte Chui. "Para Latam, en la mayoría de los casos que se utilizó IA se aprovechó para el desarrollo de productos y, o, servicios (19 %) y operaciones de servicio. Por ejemplo, servicios de campo, atención al cliente y back office".
De la aplicación que se hace, hay mayoría en 'mejora de productos' y 'optimización de operaciones de servicio' (24% de respuestas en ambos casos). Le siguen 'optimización de funciones en el producto' (21%) y 'servicio predictivo' (19%). En el área de marketing y ventas, un 17% dice utilizar IA para hacer analítica de su servicio al cliente y el 14%, para hacer segmentación.
Por primera vez se ha preguntado por la utilización de deep learning, una poderosa tecnología que utiliza redes neuronales y puede ofrecer asombrosas simulaciones de la realidad, incluyendo, en el lado extremo, la generación de vídeos capaces de falsificar la presencia y declaraciones de cualquier personaje.
Un 16% responde que sus empresas han utilizado esta tecnología, con el dato significativo de que lo hace el 30% de las compañías de telecomunicaciones y alta tecnología.
El estudio también descubre que la IA tiene más impacto en las cuentas empresariales por incremento de ingresos que por reducción de costes. Chui lo atribuye en el propio informe a que "no sólo hay retos tecnológicos, sino que también se requieren cambios en la organización".
¿Es que hay, en los líderes empresariales, resistencia al cambio?, le pregunta D+I.
"La cultura corporativa es uno de los factores más importantes que determinan el éxito o el fracaso para escalar la IA en una organización", responde.
"Nosotros vemos la IA como un medio para mejorar a los empleados, en lugar de reemplazarlos en la mayoría de los casos. Y, de hecho, alistar a la fuerza de trabajo en estos esfuerzos les permite comenzar a desarrollar algunas de las habilidades necesarias, a medida que la IA finalmente remodela el futuro del trabajo".
"El informe muestra que los mayores rendimientos de la IA tienen más que ver con aplicar un buen programa de gestión de cambios (44% en los que mejor lo aprovechan frente al 28% de otras empresas) y que los líderes estén alineados con la estrategia IA (60% frente 34%)", añade.
Chui sugiere un artículo publicado en Harvard Business Review sobre las barreras culturales para escalar la IA y cómo superarlas.
De las compañías que han obtienen mejores rendimientos, hay un 55% que asegura tener una hoja de ruta que prioriza utilizarla en toda la organización. Además, un 43% afirma tener una visión clara y una estrategia de aplicación, el 60% ve a sus directivos implicados con la estrategia IA y un 43% tiene programas de desarrollo y colaboración con socios y ecosistemas. También es significativo que el 53% considera que su estrategia IA se alinea con el conjunto de la estrategia corporativa.
El informe alerta de que "hay compañías que todavía consumen un tiempo desproporcionado en depurar e integrar datos sin seguir protocolos estándar para construir herramientas de inteligencia artificial".
En cuanto al tipo de desarrollos que prosperan, Chui especifica que "las empresas que mejor aprovechan la IA son más propensas a construir las soluciones 'en casa' que el resto de los consultados".
Los riesgos
En el balance de los riesgos que puede implicar la IA, un 62% de los consultados se afana en tratar de mitigar los relacionados con la ciberseguridad (porcentaje inalterado respecto al año anterior). El 50% se preocupa por el cumplimiento regulatorio (dos puntos más) y un 45% por las cuestiones de privacidad de las personas (es el mayor incremento, seis puntos, respecto a la encuesta anterior).
En cambio, decrece el interés por la 'explicabilidad' de la IA, que pasa del 41% en la anterior encuesta al 39% en 2020.
"La 'explicabilidad' de los modelos puede ser importante por múltiples razones", aduce Chui, "incluyendo el cumplimiento de las regulaciones, la creación de confianza entre los empleados en los productos con IA, y la comprensión de cómo funciona un modelo para que puedan mantenerlo actualizado y funcionando bien".
Su aclaración se remite al detalle del informe que subraya su importancia en actividades como la atención médica, cuando del uso de la IA se pueden deducir recomendaciones a un paciente.
Entender los criterios que rigen una inteligencia artificial puede ser esencial para interpretar la actividad de una entidad financiera, incluso por los reguladores, o cuando se trata de que los trabajadores de una fábrica confíen tanto en el proceso como en su propia seguridad cuando utilizan maquinaria pesada o dispositivos conectados. "Los ataques han aumentado significativamente durante la pandemia", recuerda el informe.
No obstante, en la revisión de las industrias que más se han apoyado en la IA durante la primera ola de la pandemia (cuando se completó el estudio de campo), y en cierta medida como consecuencia de ella, la más destacada es la actividad de servicios de salud y farmacéutica. Un área en la que un 44% de los entrevistados declara haber incrementado la inversión. Otro 44% dice que se ha mantenido y sólo ha decrecido en un 11%.
Michael Chui subraya que "otros sectores en los que la aplicación de IA se ha incrementado en los procesos de producción incluyen la fabricación avanzada. Por ejemplo, automóviles y materiales básicos [+42%]. De hecho, el 38% de los encuestados informó haber aumentado su inversión en IA en fabricación como resultado de la pandemia de la Covid-19".