La banca es uno de los sectores donde el rendimiento del software es más crítico y afecta a más parámetros de negocio, ya que sus aplicaciones soportan importantes procesos transaccionales y articulan servicios esenciales para el día a día de ciudadanos y empresas.
La transformación digital ha hecho que las compañías busquen una mayor eficiencia en torno a dichos servicios para garantizar, más allá de la calidad, el buen funcionamiento y la eficiencia como soporte a la competitividad.
En un encuentro organizado por D+I, representantes de Orizon, BBVA, Evo Banco, Unicaja y Mediolanum han debatido sobre la necesidad de mejorar la productividad del software como factor clave en los procesos de disrupción tecnológica que acompañan a la migración a la nube del sector bancario.
Todos los ponentes se han mostrado de acuerdo en que disponer de un sistema con un rendimiento excelente es "una de las bases fundamentales" del negocio bancario y "más aún con la alta competitividad y los nuevos hábitos de los clientes actuales y futuros".
Gonzalo Bonet Urgelles, CIO de Mediolanum, ha inaugurado la conversación precisando que el software en las entidades bancarias "es estable y confiable" debido a los altos niveles de exigencia que se imponen para ofrecer una buena gestión a los clientes. "Al final, trabajamos con sus ahorros, sus metas, sus objetivos… eso hace que estemos muy atentos para prevenir cualquier situación que se pueda producir", ha señalado.
Por su parte, Rubén Andrés Priego, CIO de Evo Banco, ha apuntado que la calidad de este elemento depende del entorno, de la entidad y de la plataforma que hay detrás de la infraestructura, ya que la escalabilidad "es más compleja de mantener" en sistemas legacy.
En este sentido, Ernesto Taubman, responsable de Desarrollo de Soluciones Tecnológicas en BBVA, ha puntualizado que, a pesar de que muchos nuevos bancos se basan en las nuevas tecnologías, el core, "donde están las cuentas", sigue estando en mainframe. "En el mundo 'next gen', la escalabilidad juega de otra forma", ha apuntado.
Durante su intervención, Emilio Martínez Pallasa, director de Infraestructura Tecnológica de Unicaja, ha afirmado que "la calidad del software bancario es altísima". "Independientemente de que el sistema sea legacy o de última generación, lo importante es desarrollar cambios que permitan evolucionar, correctivos y que el software siga dando un rendimiento de alto nivel".
Por su parte, Ángel Pineda, CEO de Orizon, se ha mostrado de acuerdo con sus compañeros y ha afirmado que lo que está en juego "son los costes, no el servicio o la disponibilidad" "Al final, se centra mucho en el cliente y, si hay que pagar, se paga", ha resumido.
Un crecimiento digital del 20% anual
Por otro lado, Pineda ha explicado que el sector bancario ha sufrido en los últimos tres años una gran transformación como consecuencia del auge de la digitalización producida a raíz de la pandemia. Esto ha provocado que gran parte de los actores que basaban su 'core' en un sistema más tradicional hayan tenido que modificar sus estructuras en un tiempo récord para adaptarse a las nuevas necesidades de sus usuarios.
En este sentido, Martínez ha apuntado que el cambio de tendencia se ha manifestado en un crecimiento "como mínimo" del 20% anual en el canal digital y ha obligado a los bancos a reorientar su estrategia para potenciar nuevas fórmulas de gestión remota.
"La idea es potenciar la experiencia de cliente, sin necesidad de asistir a la oficina para nada, apostando por una asistencia personalizada, incluso en remoto", ha señalado.
Priego, por su parte, ha precisado que la pandemia supuso "una oportunidad, más que un problema", ya que ya estaban preparados de antemano al ser un banco digital. Aun así, el directivo ha querido precisar que, a pesar de su vocación tecnológica, desde su entidad no solo se orientan al cliente más joven, sino que también quieren captar al sénior gracias a su asistente de voz.
Taubman se ha mostrado de acuerdo con su compañero y ha explicado que una de las acciones que están llevando a cabo en su entidad para intentar paliar la brecha digital es pedirles a los usuarios mayores que lleven el móvil a la oficina para enseñarles de forma presencial cómo manejar las herramientas bancarias.
Por último, Bonet ha apuntado que, a pesar de que estos canales son fundamentales y están experimentando un crecimiento elevado, siempre tienen que ser complementarios a los más personales. "La digitalización debe complementar al contacto humano", ha resumido.