Si hay un sector en el que las ventajas de la digitalización y las nuevas tecnologías son especialmente “palpables” éste es sin duda el de la sanidad. Una mejor atención a los pacientes, el desarrollo de nuevos medicamentos o terapias, la prevención de nuevas enfermedades… La digitalización del sector sanitario no solo presenta indudables mejoras para el paciente sino que también permite a los profesionales sanitarios realizar su trabajo de una forma más rápida y efectiva.
Muestra de cómo esta innovación tecnológica en el ámbito de la sanidad es estratégica es el anuncio del propio Gobierno de España del PERTE para la Salud de Vanguardia y, hace apenas unos días, de cómo se va a doblar su dotación económica desde los 900 millones de euros iniciales hasta más de 2.000 millones.
Sin embargo, en ese camino hacia la llamada eSalud aún hay algún escollo por salvar como la formación, la calidad e interoperabilidad de los datos, la conectividad o la seguridad y privacidad de la información.
Por todo ello y de todo ello se habló en el encuentro organizado por D+I junto a especialistas en salud digital de Sanitas, HM Hospitales, el Instituto de Ingeniería del Conocimiento y Boehringer Ingelheim y en el que, si algo hizo coincidir a todos, fue que el futuro de la sanidad será digital o no será, una tendencia que ya ha comenzado a imponerse.
Así lo explicaba César Morcillo, director médico del Hospital Digital en Sanitas que apuntaba cómo han pasado de un 2 por ciento de consultas digitales hace 2 o 3 años a que hoy esta modalidad ya represente el 25 por ciento de las consultas que se producen en los hospitales de la compañía. “Ha sido un cambio de paradigma y que se ha producido tras escuchar al cliente que valora la inmediatez y comodidad que le ofrecen las consultas online”, explica.
Digitalización para optimizar procesos
Un cambio que, además, también se presenta como una solución a la falta de sanitarios que vive España y que se une a la sobredemanda de asistencia por parte de una población cada vez más envejecida, señalaba Alberto Estirado, CIO y Director de Transformación Digital en HM Hospitales. “La digitalización sin duda está propiciando una optimización de procesos que antes no teníamos. Cada día disponemos de menos recursos, tanto de profesionales como económicos. Por ello, esta capacidad que nos dan las nuevas tecnologías y la digitalización de hacer los procesos más eficaces, también permite que los médicos y profesionales sanitarios dediquen su tiempo a tareas más fructíferas para la salud”.
Automatización, 5G, realidad virtual y aumentada, robots, impresión 3D… Son muchas los nombres propios de las tecnologías que están dibujando esa digitalización de la sanidad pero, si hay un denominador común de todas ellas ese es el dato.
Unos datos que, por ejemplo, en el caso de la farmacéutica Boehringer Ingelheim no solo está permitiendo la fabricación más ágil y precisa de nuevos medicamentos sino, incluso, ofrecer nuevos servicios. “Para nosotros el dato es clave en toda la cadena de valor, desde la investigación, el desarrollo y/o la comercialización de los medicamentos. Pero, más allá de ello, los datos nos han permitido también desarrollar terapias digitales. Es decir, ya no tratamos solo con medicamentos a las personas y los animales para mejorar su calidad de vida, sino que también podemos ofrecerles terapias, a través de aplicaciones móviles, como es el caso de la que ya estamos preparando para pacientes con esquizofrenia” explicó Rosa María López Carneros, Directora de Operaciones de Negocio de la compañía en España.
Datos seguros y anonimizados, claves
Datos para desarrollar nuevos negocios y ofrecer nuevos servicios y datos que, sin duda, son la base también de la nueva atención sanitaria que ya se está esbozando: personalizada y preventiva.
“La medicina personalizada tiene que estar basada en los datos, datos que también serán los que ayuden a avanzar en procesos, en la toma de decisiones, en los tratamientos, etc.”, aseguraba en el encuentro Elisa Martín, directora del entorno de Salud del Instituto de Ingeniería del Conocimiento y especialista en Inteligencia Artificial.
Una certeza que también llevaba a Elisa Martín a señalar los desafíos que aún tiene por delante el sector de la salud para realmente extraer el valor que los datos esconden y poder, con ello, avanzar hacia esas metas: “Cuando hablamos desde el concepto de salud de una persona, los datos clínicos no representan más del 10 por ciento de toda la información que puedes tener. A esa información hay que sumarle muchos más datos relativos a sus hábitos de vida, a factores medioambientales, socio-económicos… Hay que integrar toda esa información y, para ello, necesitamos datos estandarizados y normalizados. En definitiva, necesitamos mucha calidad en los datos en sí mismos y un mayor volumen de datos y para lograrlo la inteoperabilidad es absolutamente imprescindible”.
En pro de esa interoperabilidad ya hay numerosas iniciativas como también explicó el CIO y Director de Transformación Digital en HM Hospitales que, además poner en marcha durante la pandemia la base de datos clínica anonimizada COVID DATA SAVE LIVES, está impulsando ahora el Proyectos Hermes, para la interoperabilidad de la historia clínica de los pacientes sea una realidad en la sanidad privada.
Del mismo modo, el director médico del Hospital Digital en Sanitas compartía con el resto de participantes el programa Data For Good y la iniciativa de Open Data de la compañía para poner a disposición de la comunidad científica y académica datos anonimizados de sus pacientes, y la directora del entorno de Salud del Instituto de Ingeniería del Conocimiento el sistema de alertas tempranas en el que está trabajando para la detección precoz y el manejo integral de las sepsis, mediante Big Data e Inteligencia Artificial.
Datos que suponen un reto añadido en cuanto a su uso, algo sobre lo que también quisieron reflexionar los asistentes al encuentro de D+I. Y es que, aunque todos coincidieron en señalar que precisamente el sector salud es especialmente riguroso en el tratamiento de la información, con controles férreos y comités éticos “que regulan tanto la fabricación de medicamentos como el desarrollo e implantación de soluciones digitales”, explicó Rosa María López Carneros, también señalaron que hay que seguir manteniendo este control y avanzando en la normativa y regulación.
“Hay países donde el dato no se maneja con tantas garantías como en España y Europa. Por ello, tenemos por tanto que estar muy pendientes de cómo y dónde están los datos; No hay que tener pánico pero sí cautela; los datos son masivos y va a haber entidades que van a querer utilizar los datos con fines excesivamente crematísticos”, reflexionaba Alberto Estirado.
Cautela, control y, cómo no, formación, otro ingrediente imprescindible en esa digitalización de la sanidad y en la gestión de los datos como base de dicha transformación, añadía Elisa Martín: “El sistema que controla la privacidad y el tratamiento que se les va a dar a los datos es riguroso y funciona. Dicho esto, es cierto que el desafío es que los comités éticos de los hospitales estén suficientemente formados en las áreas de datos para que entiendan bien, cuando tu presentas un proyecto, el objetivo y los riesgos reales del mismo porque, a veces la falta de información lo que hace es que el miedo funcione más que el beneficio que vas a obtener”.
El futuro de la salud
Beneficios que la innovación tecnológica en el sector sanitario ya está mostrando y que no harán sino incrementarse. Así, el futuro de la salud será cada vez más digital, “con la atención médica allá donde esté el paciente, móvil y 24x7 y, espero, más democrática ya que la digitalización nos va a permitir escalar el nivel de conocimiento y así cualquier persona y desde cualquier parte del mundo va a poder acceder al mejor profesional”, auguraba el CIO y Director de Transformación Digital en HM Hospitales, Alberto Estirado.
En la misma línea se situaba el director médico del Hospital Digital en Sanitas, César Morcillo: “La salud será mucho más personalizada, respondiendo a la inmediatez y comodidad que entre otras cosas pide el cliente/paciente y eso lo van a facilitar todas las herramientas digitales que permiten virtualizar parte de la asistencia, aunque buscando un concepto híbrido porque no todo tiene que ser digital. Y para eso de nuevo la Inteligencia Artificial va a permitir un mejor flujo asistencial, identificando qué necesita ser presencial y qué no”.
“Hay que entender que la digitalización en sí no significa nada si no nos centramos en las necesidades del paciente. Por todo ello, yo creo que el cambio de paradigma pasa por humanizar esa digitalización desde el inicio”, concluía Rosa María López Carneros, Directora de Operaciones de Negocio en Boehringer Ingelheim, una afirmación con la que recogía el sentir común de todos los participantes en el encuentro.