Los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030, según la Organización Mundial de la Salud. Unos problemas que, solo en nuestro país, padecerá una de cada cuatro personas a lo largo de su vida. Demencia, Alzheimer, ansiedad, depresión, derrames cerebrales, problemas de sueño…. Lo cierto es que cada vez son más las enfermedades que tienen su origen en nuestro cerebro y cada vez más las personas que las sufren.
"Los seres humanos hemos combatido muy bien nuestro deterioro físico y así hoy vivimos muchos más años, es cierto. Pero igual de cierto es que nos faltan herramientas para combatir el deterioro de nuestro cerebro y la neurotecnología puede ayudar mucho a ello", afirma María López Valdés, cofundadora y CEO de Bitbrain.
Lo afirma ahora y así lo creía también hace 13 años, los que hace que ponía en marcha la compañía junto a otros investigadores de la Universidad de Zaragoza "para que todo el conocimiento que estábamos generando no se quedara, como sucede en muchas ocasiones, en un cajón, para que llegase a la sociedad y pudiese realmente generar valor. Ya entonces creíamos firmemente en el poder de la neurotecnología y en que ésta iba a llegar a las casas de la gente. Por eso y para eso montamos Bitbrain, para acelerar ese proceso".
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Y con ese objetivo, el de llevar los avances neurotecnológicos hasta el hogar de las personas, Bitbrain comenzó a desarrollar avanzados equipos de EEG (Electroencefalógrafo) y otras tecnologías de monitorización humana, junto con soluciones software para aplicaciones e investigación.
"No sólo hacemos equipos que permiten registrar las señales cerebrales, también desarrollamos el software que permite analizar esas señales", explica. En definitiva, "una plataforma que incluye el hardware y el software en la que vamos a incluir tratamientos y diagnósticos nuestros pero también de otros con un único objetivo: acelerar la investigación y permitir que todos estos proyectos sean antes una realidad para la sociedad".
La tecnología textil, un hito
Desde la propia Bitbrain han trabajado no solo para mejorar la usabilidad de sus soluciones de software sino también los dispositivos que desarrollaban hasta llegar a su última innovación: Neurohead Band, un equipo de medición EEG con forma de diadema, completamente textil, inalámbrico y portátil, que mide la actividad cerebral.
Presentada a principios de 2023 en el Consumer Electronic Show (CES) de Las Vegas, la Neurohead Band es resultado de más de cinco años de investigación en neurotecnología y textiles inteligentes y, como asegura María López Valdés, un hito: "La tecnología textil nos permite no solo abaratar costes sino también desarrollar un equipo sencillo, fácil de utilizar, ergonómico… Definitivamente, es la vía para, realmente, poder llevar la neurotecnología a casa del paciente".
Así, la Neurohead Band que actualmente está probándose en varios institutos de investigación de todo el mundo y que podría comenzar a monetizarse como herramienta de investigación clínica a principios de 2024, permitirá mejorar enormemente los estudios y proyectos en los que Bitbrain está trabajando actualmente.
Vigilar la calidad de nuestro sueño
"Nuestros principales campos de actuación hoy son, dentro de la neurociencia, las ramas de la memoria, la rehabilitación y el sueño", explica la cofundadora de Bitbrain, este último un campo sobre el que María pone especial foco. "El sueño es una parte fundamental en nuestros procesos de aprendizaje. Cada vez hay más personas con problemas de sueño, no le damos la importancia que deberíamos ya que es una manera de limpiar nuestro cerebro. El mantenimiento del cerebro es dormir", asegura.
Y es precisamente en el estudio de los trastornos del sueño donde la CEO de Bitbrain encuentra un ejemplo muy gráfico para explicar la relevancia de la Neurohead Band: "Realizar pruebas del sueño implica que el paciente se desplace a un hospital y allí tener disponible no solo una habitación sino también técnicos, profesionales médicos, equipos… Con nuestro equipo, donde el hospital podía hacer una prueba a una persona, ahora puedes hacer diez pruebas a diez pacientes en su casa y por un coste menor".
Rehabilitación motora, mejora cognitiva, neuroestimulación durante el sueño…, las aplicaciones de las soluciones de Bitbrain son muchas. "El desafío no es solo que podamos vivir más años sino que los que vivamos mentalmente sean mejores", defiende María López Valdés.
Nuevos materiales, la llegada de 6G o la aplicación de la inteligencia artificial (IA) son solo algunos de los hitos que ya marcan el futuro de la neurotecnología, tan apasionante como imprevisible, señala la CEO de Bitbrain.
"La IA ha supuesto un acelerón enorme. En nuestro caso en concreto, la banda textil que hemos presentado tiene menos sensores que otro tipo de equipos y es lo que llamamos técnicamente ruidosa; es decir, que cuando la llevas a casa del paciente la señal que recoge no es tan perfecta como si estuvieras en un laboratorio, en un entorno controlado", cuenta. "La inteligencia artificial nos permite extraer datos de esa señal algo más ruidosa, algo que de otro modo no sería posible".
Otra de las mejoras que la aplicación de la IA ha permitido a Bitbrain es la personalización de sus intervenciones. "El cerebro es plástico, cada persona tiene un cerebro distinto según las experiencias que ha vivido, cómo le han educado, qué hace en su día a día… Lo ideal para que la neurotecnología funcione es que ésta se adapte al cerebro de cada persona; se hace una pequeña calibración, el algoritmo aprende cómo es el cerebro de esa persona en particular y adapta la intervención a esa persona, es decir, hoy, gracias a la IA, tenemos tratamientos que son muchísimo más eficaces porque están personalizados".
La ética, el límite
Pero, ¿cuál es el límite de la neurotecnología entonces? ¿Existe de hecho? María López Valdés no duda: la ética y la privacidad de los datos. "La neurotecnología tiene que ser usada para el bien común, hay usos de la neurotecnología que son discutibles por supuesto y hay que estar vigilantes y poner barreras. Los países tienen que involucrarse y poner reglas,en este sentido España yo creo que lo está haciendo francamente bien, acaba de crearse la acaban de poner en marcha el Centro Nacional de Neurotecnología, Spain Neurotech, que, aparte de investigar, también va a poner el foco sobre los aspectos éticos de su desarrollo", señala.
Y es que, como añade, la neurotecnología invasiva puede ser positiva por ejemplo en el caso de pacientes que sufren Parkinson en un estadio muy avanzado a los que "con implantarles un chip en el cerebro, puedes eliminar la enfermedad". Pero no todo vale, afirma la CEO de Bitbrain. "También podemos implantar esos chips por ejemplo para crear un súper hombre, con neurotecnología e inteligencia artificial, así que lo primero que hay que preguntarse es si queremos eso, a lo mejor la respuesta es sí pero que no sea una empresa privada quien lo decida sino que, si ese es el camino, sea algo que decidamos como sociedad".
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Inmersos en varios estudios, uno de ellos para retrasar la aparición de la demencia senil, desde Bitbrain siguen avanzando con un objetivo: "No creo que tal y como está ahora mismo la neurotecnología a nivel de desarrollo puede eliminar la demencia pero sí retrasarla y si logramos retrasar su aparición lo suficiente, podemos conseguir que esa persona muera de vieja pero sin sufrir demencia. Por lo que hay que luchar y es para lo que trabajamos día a día es para que estas tecnologías nos ayuden a tener una mejor calidad de vida y así disfrutar realmente todos los años que tengamos que vivir".
Una meta que, escuchando a María López Valdés, tiene mucho de deseo también: "Queremos llevar la tecnología a la sociedad y lo estamos creo consiguiendo. Somos conscientes de que podemos fracasar pero es tan valioso lo que se puede conseguir que merece la pena intentarlo. Hoy podemos decir que estamos abriendo una puerta a curar las enfermedades mentales y neurológicas, ojalá en un futuro podamos decir que lo hemos logrado o al menos que las hemos reducido". Así sea con el cerebro y también con el corazón.