El gasto en actividades innovadoras por parte de las empresas en España experimentó un aumento del 22% entre 2020 y 2022, alcanzando los 20.836 millones de euros. Esto representa un incremento de 3.762 millones de euros, según revela la Encuesta de Innovación en las Empresas del Instituto Nacional de Estadística (INE), en cuya elaboración han participado más de 40.000 empresas con al menos diez empleados, y cuyos resultados recoge la Fundación Cotec.
A este crecimiento positivo contribuyen tanto la I+D que se realiza dentro de las compañías (I+D interna), como la I+D que se adquiere fuera de las organizaciones (I+D externa), junto con otras actividades innovadoras, como el diseño, la imagen de marca, la propiedad intelectual y el desarrollo de software, entre otros intangibles.
En el caso de la I+D interna, el incremento ha sido más pronunciado, con un aumento del 25%, en comparación con la I+D externa (16%) y el resto de actividades innovadoras (20%). Estas cifras consolidan la I+D que se realiza dentro de las compañías españolas como la principal fuente de inversión en innovación, representando más del 50% del total.
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Sin embargo, al relacionar estos datos con la cifra de negocios, se observa que el gasto en actividades innovadoras tiene un peso reducido en los ingresos totales de las empresas, representando solo el 0,93% de la cifra de negocio. Esta proporción ha disminuido desde el 1,08% en 2020.
Esto es debido, según recoge el informe, al “notable crecimiento nominal” de la cifra de negocios (42%), superando al aumento del gasto en innovación empresarial (22%). En consecuencia, la inversión promedio subió significativamente en el último período, concretamente un 6%, alcanzando los 866 euros por empresa de 10 empleados o más.
A más tamaño, más inversión
Así mismo, los datos reflejan una relación directa entre esta inversión en innovación y el tamaño de las compañías. Mientras que las empresas pequeñas destinan el 0,7% de su presupuesto a ello, las medianas asignan el 0,8%, y las grandes el 1,1%.
Además, si nos detenemos en el análisis por sectores de actividad, existe una marcada diferencia –aproximadamente de 70 puntos porcentuales–, entre el sector con mayor presencia de empresas innovadoras, que es el de la farmacia, con un 78%, y el que registra menos, el de la construcción, que se queda en un escueto 8,4%.
De los diez sectores económicos con la mayor proporción de estas empresas, nueve pertenecen al ámbito industrial. En cabeza, junto a la mencionada farmacia (78%), le siguen productos informáticos, electrónicos y ópticos (62%) y química (54%). Por otra parte, la única rama de actividad del sector servicios en este top diez es información y comunicaciones, con un 36% de empresas innovadoras.
En la industria, las ramas que experimentan el mayor crecimiento son energía y agua (con un incremento de cinco puntos porcentuales), reparación e instalación de maquinaria y equipo (+4 pp) y muebles (+3 pp). En servicios, los incrementos más destacados se han producido en actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (+5 pp), actividades sanitarias y de servicios sociales (+4 pp) y hostelería (+3 pp).
Brechas territoriales
El panorama de empresas innovadoras por territorios también revela algunas disparidades. En este caso, existe una brecha de casi 12 puntos porcentuales entre la región con la mayor concentración de este tipo de compañías, el País Vasco (con un 30%), y aquellas con la menor, Asturias y Baleares (ambas con un 18%).
En la mayoría de las comunidades autónomas, once en concreto, se registró un aumento en el porcentaje de empresas innovadoras en comparación con el periodo anterior. Los mayores crecimientos se han producido en Canarias, Cantabria, Cataluña y Extremadura, mientras que sólo en seis disminuyó (Madrid, La Rioja, Región de Murcia, Andalucía, Principado de Asturias y Castilla y León).
Las diferencias territoriales también se reflejan al analizar el tipo de innovación llevado a cabo por las empresas. Seis comunidades autónomas superan la media nacional tanto en innovación de proceso como en innovación de producto (País Vasco, Cataluña, Madrid, Aragón, Comunidad Valenciana y Navarra). Por otro lado, ocho comunidades no alcanzan la media española ni en empresas innovadoras de producto ni de proceso (Castilla-La Mancha, La Rioja, Islas Canarias, Murcia, Asturias, Andalucía y las Islas Baleares).
Tres excepciones a esta tendencia son Galicia, Cantabria y Castilla y León, que superan la media española en proporción de empresas innovadoras de producto, pero se quedan por debajo en proceso.
Las variaciones en el tamaño promedio del tejido empresarial entre las distintas comunidades autónomas explican en gran medida las diferencias en el gasto medio en innovación empresarial. Las que registran más gasto medio fueron Madrid (más de 1,5 millones de euros), con la mayor densidad de empresas grandes, seguida de Cataluña (912.000 euros) y el País Vasco (894.000 euros). En contraste, menos intensivas en este concepto se encuentran en Canarias (307.000 euros) y Extremadura (320.000 euros).