La belleza y la cosmética, como muchas otras áreas de nuestra vida cotidiana, no quieren quedarse atrás en la era de la digitalización. Realidad aumentada, realidad virtual, inteligencia artificial o el internet de las cosas son solo algunas de las tecnologías que se están aplicando ya en este sector para responder a una demanda cada vez más fuerte del consumidor, la personalización de los productos, y a los deseos de las empresas de vender más y mejor.

Y es que a medida que la tecnología se integra aún más en nuestra vida cotidiana, los dispositivos de belleza inteligente también están empezando a penetrar en el hogar. Y con el paso del tiempo las empresas, grandes y pequeñas, dedicadas a la cosmética han empezado a ofrecer a sus consumidores nuevas formas de integrar sus rutinas de cuidado personal en sus hogares utilizando las últimas herramientas disponibles. A continuación te contamos algunas de las principales tendencias en el mundo ‘beautytech’ que señala un reciente informe de CB Insights sobre los cambios, retos y tendencias que afronta el sector. 

Podríamos ver a jugadores inesperados incursionar en dispositivos de belleza en el hogar. Por ejemplo, la cadena de supermercados con sede en Alemania Lidl, que ofrece una línea de belleza de presupuesto privado, anunció recientemente un fabricante de máscaras faciales DIY, que crea máscaras de hidrogel personalizadas que usan colágeno, jugo de fruta, leche o yogurt.

Realidad aumentada y escáneres 3D para mejorar tu piel

¿Un espejo que te ofrece un análisis diario de la piel (sobre arrugas, manchas o hidratación) y recomendaciones personalizadas además de usar la realidad aumentada para permitirte ver cómo te quedaría un maquillaje determinado? Sí, ya es posible porque los espejos se han subido al carro de la la tecnología con distintas implementaciones. Y eso es lo que ofrece, por ejemplo, HiMirror, un cristal inteligente ideado por New Kinpo Group, que además se conecta con el asistente por voz de Amazon Alexa para ofrecer al usuario un informe detallado sobre el estado de su piel. La técnica de escáner 3D puede ayudar también en los tratamientos personalizados de cuidado de la piel. De esta forma, están disponibles ya también en el mercado productos que escanean la piel y que permiten controlar su evolución a medida que pasa el tiempo gracias a la combinación con aplicaciones móviles que registran su evolución.

Muchos de estos dispositivos se pueden usar en hogares inteligentes, pero también de forma independiente y para llevar. Así, encontramos el ejemplo del cepillo inteligente de L'Oréal, anunciado en la pasada edición del CES, y que ofrece información basada en datos recogidos por la misma herramienta de cepillado para un mejor cuidado del cabello así como recomendaciones de productos específicos gracias a su combinación con una aplicación móvil que permite visualizar un análisis de la información recogida por el peine. En la misma línea podemos encontrar el SalonLab Analyzer de Schwarzkpof, un dispositivo de mano equipado con distintos sensores que miden características como la humedad, la calidad y el color del cabello. Una vez medida la calidad interna del pelo, el dispositivo permite la creación de un champú personalizado que se adecúe a las características obtenidas. 

La principal barrera para la implantación masiva de esta clase de dispositivos es su elevado coste, aunque a medad que a medida que el internet de las cosas y otras tecnologías se generalicen, se espera que generalicen en salones de belleza y poco a poco se incorporen a las rutinas de cuidado diario. 

La tecnología también llega al punto de venta

La implementación de la tecnología en el punto de venta, en un mercado tan sensible a las pruebas de producto como el del maquillaje y la cosmética, también puede ayudar a aumentar la interacción de los clientes con las marcas, así como a aumentar las ventas en la tienda y en dispositivos móviles. Así, los vendedores del sector se están asociando con nuevas empresas tecnológicas para impulsar tales interacciones. Pantallas interactivas digitales que sugieren productos y enseñan a los clientes nuevos trucos de maquillaje, escaneo facial para ayudar a los clientes a encontrar el tono de piel perfecto en bases de maquillaje y polvos bronceadores ya son una realidad que cada vez se extenderá más.

Uno de los mayores ejemplos de éxito es el de la empresa canadiense de realidad aumentada ModiFace, que este mismo mes de marzo ha sido adquirida por el gigante de la cosmética L'Oreal. ModiFace ha desarrollado para la marca francesa, entre cosas, herramientas ayudar a los consumidores a visualizar cómo se verá su pelo después de un tratamiento de coloración concreto. Benefit Cosmetics también ha trabajado con la canadiense para lanzar ua herramienta de realidad aumentada que ayuda a los usuarios a probar cómo les quedarían diferentes tipos de cejas -la especialidad de la marca es el diseño de las mismas- antes de depilárselas. Esta empresa también ha trabajado con otros grandes nombres como Sephora o Estée Lauder para desarrollar aplicaciones y espejos que permiten al cliente ver cómo quedarían sobre su piel distintos maquillajes. 

Aceleradoras e incubadoras

Las aceleradoras e incubadoras de startups también juegan un importante rol en el mundo de la belleza. Las grandes compañías internacionales han decidido apostar por externalizar sus departamentos de innovación en determinadas ocasiones para lanzar nuevos productos al mercado que incorporen las últimas tecnologías. Así, podemos encontrar el ejemplo de Sephora Accelerate, que lanzó su primera convocatoria en 2016 con el objetivo de empoderar a las mujeres empresarias en el mundo de la belleza, que todavía están poco representadas en la industria. La compañía ofrece fondos para entre 8 y 10 startups a las que previamente se ha invitado a presentar su solicitud. Las seleccionadas participan en un campamento de belleza de una semana de duración con talleres, eventos y mentoring  y que culmina con un día de demos final. Aunque no todas las marcas llegan a las estanterías de Sephora la compañía ofrece mentores y redes continuas para estas marcas.

El grupo L'Oréal (dueño de marcas tan conocidas como L'Oréal Paris, Lancôme, Garnier, Maybelline o YvesSantLaurent) cuenta con la Fábrica de fundadores de L'Oreal. La compañía seleccionada cada año cinco startups para acelerar en Founders Factory, con sede en Londres,