Recuperar una visión de Estado sobre la innovación. Esta demanda (casi histórica) de los centros tecnológicos españoles está más cerca de convertirse en realidad. El 30% de la I+D empresarial de todo el país se desarrolla en estos institutos y ahora podrían recibir su recompensa. La responsable de este optimismo es conocida como Cervera. "Es el momento de rescatar una línea de apoyos de la Administración General del Estado que ayude a la generación de conocimiento propio por parte de los centros tecnológicos", señaló el presidente de Redit, Fernando Saludes, en el Foro de Consejeros celebrado en Valencia. Estas ayudas no son nuevas, existieron hasta el inicio de la crisis, pero desaparecieron en 2010.
En ese escenario, la llamada Red Cervera se alza como un mecanismo "fundamental para potenciar el papel de los institutos para recuperar la política de Estado en materia de innovación". Este plan, presupuestado para 2017, nunca llegó. Una nube de incertidumbre se cernía sobre el 2018 y, cuando parecía que iba a perderse otro año más, el nuevo director general del CDTI, Javier Conde, anunció el jueves que el plan se aprobará antes de diciembre.
"El objetivo es posicionar a España en el primer nivel de determinadas áreas tecnológicas estratégicas y de impacto para nuestra economía", afirmó. Y lograrlo pasa sí o sí por dos acciones con un hilo conductor, la excelencia. La primera consistirá el reforzar las capacidades de los institutos; la segunda, por impulsar la cooperación entre institutos y empresas. Para no caer en generalismos, por primera vez se va a priorizar por líneas tecnológicas.
Aunque todavía no se han concretado esas 27 tecnologías preferentes, Conde sí anunció las principales áreas de interés para el CDTI: materiales avanzados, eco-innovación, transición energética, fabricación inteligente, tecnologías para la salud, cadena alimentaria segura y saludable, deep learning (inteligencia artificial), redes móviles avanzadas, transporte inteligente y protección de la información.
Para conseguir su misión, el CDTI destinará 20 millones de euros a la financiación basal de centros tecnológicos excelentes y redes de investigación. "Queremos que los centros colaboren, que puedan compartir infraestructuras entre sí, que se especialicen en una actividad y así generar excelencia", añadió el director general del CDTI. Incluso adelantó que se está estudiando la posibilidad de introducir una partida presupuestaria para la incorporación de talento senior de categoría internacional, aunque remarcó: "Todavía no se puede asegurar nada".
La resolución sea plurianual, para tres años. "No es realista lanzar resoluciones anuales porque no queremos crear incertidumbre en los centros", destacó. "Siempre funcionamos con seguridad para poder atender al compromiso, aunque reduzcamos el número de beneficiarios", dijo. "Por eso no vamos a poder adjudicar cantidades relevantes". ¿Posible solución? Conde apeló a la "complementariedad" con las autonomías.
Por otro lado, el nuevo programa incluirá 500 millones para la colaboración entre los institutos y el sector privado en proyectos relacionados con las tecnologías prioritarias. El mecanismo escogido son los préstamos parcialmente reembolsables con el máximo tramo no reembolsable (33%). "Situaremos a los centros tecnológicos en un lugar preferente como interfaz entre el conocimiento y la empresa", concluyó Conde. "Y generaremos capacidades en tecnologías de impacto para la economía española".
La reacción de los centros tecnológicos no se ha hecho esperar. Desde Redit contemplan este anuncio como algo "positivo". "Se recuperan los apoyos del Estado a los centros tecnológicos a través del CDTI", señala la directora de Redit, Cristina del Campo. «Va en la línea de apalancar la inversión privada», agrega.
En la misma línea se dirige la opinión del director de AINIA, Sebastián Subirats, aunque con matices. "Hoy soy más optimista que ayer", confiesa a INNOVADORES. Sin embargo, prefiere esperar hasta tener las bases y los programas definitivos. Una de las cuestiones que le preocupa es la definición del perfil beneficiario de las ayudas. "Espero que se tengan en cuenta los indicadores propios del mundo de la innovación y no de la ciencia". Se refiere a criterios como las publicaciones o las patentes, más propios de los centros de investigación, mientras que la principal misión de los institutos es llevar esa investigación al mercado, trabajando codo con codo con las empresas.
Caso de éxito
Más de 12.700 empresas han trabajado con los 11 centros tecnológicos de Redit. Para muestra, un botón. Instalaciones Industriales Grau ha creado y lanzado al mercado tecnologías de reactores y de secado por atomización gracias a la colaboración con AINIA.