Investigación
Investigadores españoles crean biocombustible a partir de los restos de la cerveza
Un nuevo efecto saludable de la cerveza: por cada 100 litros producidos, se generan 20 kilos de residuos sólidos que se pueden aprovechar para generar biobutanol
14 junio, 2019 11:01Se habla mucho de los efectos saludables de la cerveza: es nutritiva, protege el corazón, reduce el riesgo de cálculos renales… Pero ahora también hemos sabido que es beneficiosa para el medio ambiente. Un grupo de investigadores de la Universidad de Valladolid han conseguido aprovechar los restos de la cerveza (lo que se conoce como bagazo) para producir biobutanol, un carburante parecido a la gasolina.
Este grupo de ingenieros químicos y ambientales del Instituto de Procesos Sostenibles (IPS) de la Universidad de Valladolid (UVa) usa bacterias para transformar los azúcares presentes en los residuos agrícolas - como la cebada- y conseguir butanol. El proceso comienza con un pretratamiento que consiste en la aplicación de energía de microondas y agua al bagazo de cerveza (el residuo que queda tras la fermentación), para modificar su estructura.
Las microondas son muy efectivas en esta fase del proceso, ya que con ellas se consiguen temperaturas muy elevadas y, por tanto, una forma más rápida de calentamiento. Una vez que la estructura del residuo queda modificada, las enzimas se encargan de liberar los azúcares simples necesarios para la fermentación. Así se obtiene el producto final: el biobutanol.
“Es un proceso limpio y respetuoso con el medio ambiente en el que se producen otras sustancias naturales de interés como son los arabinoxilanos, con potencial como prebióticos y propiedades antioxidantes y antimicrobianas”, explica la investigadora principal del proyecto Mónica Coca.
El estudio, que ya se ha publicado en la revista Chemical Engineering Journal, es un ejemplo de economía circular, un concepto económico en el que se busca la sostenibilidad del medio ambiente a través de la reducción de residuos y su valorización. Los residuos se convierten así en recursos.
En España se consumen cerca de 4.000 millones de litros de cerveza al año. Si tenemos en cuenta que por cada 100 litros de cerveza producidos, se generan 20 kilos de residuos sólidos, encontramos en las cerveceras una nueva “materia prima” para conseguir combustible más ecológico. Estos restos, con alto contenido en carbohidratos y proteínas, se emplean ahora para alimentación animal.