Alinear las actividades de I+D con la innovación empresarial para lograr una industria competitiva, exportadora, y generadora de empleo de calidad. Esta es una de las propuestas lanzadas por el grupo de reflexión de Ametic, la patronal de la industria digital insta a definir e impulsar grandes proyectos tractores, basados en tecnologías disruptivas y rápidamente escalables, en campos en los que "España pueda lograr una ventaja competitiva a nivel global, o donde exista un mercado en expansión".
En este sentido, la apuesta de Ametic es lanzar macroproyectos tractores de país en la industria agroalimentaria; la transformación digital en la atención sanitaria; la movilidad sostenible en el ámbito urbano e interurbano, o la digitalización del sector turístico. Sectores en los que, en opinión de estos expertos, "España destaca por su potencial y proyección", por lo que ayudarán a "impulsar inevitablemente procesos de transformación digital, que contribuirán a la consolidación de una industria competitiva en España".
Así, este grupo de expertos consideraprioritario definir una estrategia de crecimiento basada en la economía del conocimiento y el impulso de proyectos tractores relacionados con los grandes retos presentes y futuros, como el envejecimiento de la población; el cáncer, o el medio ambiente, entre otros.
‘Paradoja europea’
En este informe, el sexto presentado por este grupo de reflexión, se hace alusión al concepto de ‘paradoja europea’, expuesto por primera vez por la Comisión Europea en 1995, y que sostiene que, a pesar de que la producción científica de Europa es puntera en el mundo, no se consigue que una parte importante de los resultados de investigación y desarrollo se traduzca en innovaciones que generen actividad económica.
La realidad es que, entre las 500 empresas con mayor volumen de negocio del mundo, 37 son tecnológicas, de las cuales 22 son asiáticas, 13 son americanas y solo dos son europeas.
Según el Global Innovation Index 2019, que mide el esfuerzo en innovación realizado por cada país, España ocupa el puesto 29, muy por detrás de lo que le correspondería a un país con su PIB. No obstante, en el periodo 1996-2018, España está en el décimo lugar en el ranking mundial de publicaciones científicas (SCImago Journal and Country Rank), a pesar de los recortes de los últimos años, y de una escasa inversión en I+D.
En este sentido, se menciona el ejemplo de Corea: tras la apuesta del Gobierno por una estrategia de crecimiento económico basada en conseguir el liderazgo mundial en determinadas tecnologías y servicios de las tecnologías de la información, la renta per cápita pasó de 8.273 dólares en 1990, un 39% inferior a la española, a 43.351 dólares en 2018. Finlandia, por su parte, diseñó una estrategia parecida a principios de los noventa y actualmente es un referente del Estado del bienestar.
En Europa, para intentar mayor cohesión en los procesos de I+D+i, distintos grupos de expertos están colaborando con la Comisión Europea en la definición del Noveno Programa Marco de Investigación e Innovación (FP9) orientado a misiones tecnológicas, una iniciativa liderada por la economista Mariana Mazzucato. El organismo europeo está actualmente identificando las misiones que guíen la I+D y la innovación en Europa para la próxima década.
Grupo de reflexión
Este equipo está formado por profesionales del ámbito académico y empresarial de gran prestigio para debatir sobre el impacto de la digitalización en el sector industrial en España. Actualmente, está formado por 11 personas: Xavier Castillo, Antón Costas, Guillermo Dorronsoro, Emma Fernandez, Xavier Ferrás, Francisco Marín, Pedro Mier, Elena Pisonero, Sara de la Rica, Felipe Romera y Ana Ursua.