El 'superordenador' Marenostrum 4 en el BSC.

El 'superordenador' Marenostrum 4 en el BSC. BSC

Investigación

España tiene el talento y la tecnología para ser una potencia cuántica, pero los expertos piden paciencia

Los expertos advierten que dicha tecnología se encuentra en una fase "muy emergente" y sus resultados no se apreciarán hasta dentro de varios años.

10 septiembre, 2022 02:51

La cuántica está llamada a ser una de las tecnologías "más transformadoras" y "revolucionarias" de todos los tiempos, con un impacto presente en todos los ámbitos, desde la seguridad a la meteorología. En esta evolución, España se posiciona como una de las regiones llamadas a liderar su desarrollo. 

No obstante, el camino hacia ese escenario aún se antoja largo, ya que, como ha subrayado Josep M. Martorell, director asociado del Barcelona Supercomputing Center (BSC), durante una mesa redonda celebrada en el Congreso anual de AMETIC, se trata de una tendencia que tendrá implicaciones "muy potentes" a nivel científico, pero que "no se verán ni hoy ni mañana" porque aún se encuentra en una fase muy emergente.

Martorell ha insistido en que esta vertiente, al contrario que otras iniciativas como el Kit Digital, que acaba de abrir su segunda fase y cuyos resultados se ven "de forma más inmediata", se trabaja para "el largo plazo". 

Así, aunque están en marcha programas como el Quantum Spain, promovido por la Secretaría de Estados de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA) dentro del Plan de recuperación y con un presupuesto de más de 20 millones, sus resultados no se empezarán a apreciar hasta dentro de varios años. 

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En concreto, este plan tiene como objetivo fundamental "crear y fortalecer el ecosistema de computación cuántica en España", es decir, que en tres o cuatro años el sector digital de la región tenga a su disposición un número pequeño de infraestructuras instaladas sobre dicha materia.

"En 12 o 18 meses tendremos ya dos, tres o cuatro máquinas en marcha de acceso abierto", ha avanzado el director asociado del BSC. 

A la par, ha añadido que en ese período se debería haber avanzado en relación a los modelos de programación y en el desarrollo de una "comunidad de gente formada" en esta área. 

"En resumen, es necesario un esfuerzo a nivel nacional coordinado por la SEDIA, la Red Española de Supercomputación, todo ello bajo el paraguas del Plan de Recuperación, para, en tres o cuatro años de plazo, empezar a tener resultados concretos que se traduzcan en infraestructuras, accesos, algoritmos y formación", ha precisado Martorell. 

El anillo cuántico de la Comunidad de Madrid

En este sentido, Sandra Cerrato, jefa de Proyectos de I+D+i y Comunicaciones en la Subdirección General de Sistemas de Información y Comunicaciones para la Seguridad (SGSICS) del Ministerio del Interior, ha avanzado algunas de las iniciativas que están llevando a cabo a nivel institucional. 

Cerrato ha destacado que, entre el centenar de planes de innovación que tienen en marcha desde Centro Tecnológico de Seguridad, uno de los más relevantes es la constitución del anillo cuántico en la Comunidad de Madrid, algo que permitirá "estar a la vanguardia de las tecnologías e impulsar la ciencia española". 

A la par, ha anunciado que, junto a AMETIC, están trabajando en otro proyecto que complementa la parte física de las comunicaciones cuánticas y que saldrá "en un futuro relativamente corto". Según ha precisado, pondrá el foco en la seguridad de las transacciones económicas. 

En su turno, Paloma García, directora de Programas de Normalización y Grupos de Interés de la Asociación Española de Normalización (UNE), ha señalado la necesidad de introducir elementos de normalización en el ámbito de las tecnologías cuánticas. "El primer paso para entenderse es hablar lo mismo", ha resumido. 

Así, dentro de los planes de trabajo del organismo que preside se contempla la "arquitectura de las tecnologías cuánticas", en aplicaciones como la comunicación, simulación, computación o la metodología. Además, ha avanzado que en un plazo más amplio también abordarán otras temáticas como los algoritmos o el internet cuántico. 

García ha insistido en la importancia de trabajar en futuros esquemas de certificación en el ámbito de esta tecnología que se creen en base a normas o estándares reconocidos para trabajar todos "sobre una base transparente de consenso común". 

España podría ser una potencia cuántica 

Y es que, según ha afirmado Martorell, España está suficientemente bien situada para convertirse en una potencia cuántica gracias a un plan nacional "que se aguanta y que es homologable". "Cuando te sientas en Bruselas con tus colegas alemanes o franceses ves que (el programa) tiene el mismo orden de magnitud de inversión prevista y que los pilares se tocan", ha explicado. Todo esto, señala, se fundamenta en el talento presente.

A la par, el director asociado del BSC ha apuntado que también tiene que ver que dicha región "ha cogido a tiempo esta tecnología emergente", algo que, ha precisado, "no siempre pasa", ya que "cuesta ir al ritmo al que van los gigantes mundiales". 

Sin embargo, en este caso, ha señalado que España ha logrado ponerse a la altura y, de hecho, en la estrategia europea relativa a la tecnología cuántica de los 15 autores citados, tres de ellos son españoles, a lo que se suma que en este país está "el mejor centro de supercomputación de Europa".

"Creo que el camino está marcado, solo hay que tener un poco de paciencia, no es una tecnología que en el breve período de tiempo de resultados espectaculares aplicables al mundo industrial, tiene que madurar", ha explicado.

Cerrato coincide con Martorell y precisa que este es el momento de apoyar esta tecnología "para que no pille fuera de juego". "Estamos en una muy buena posición a nivel país con unos científicos de primer nivel y con presencia en todos los proyectos a nivel internacional".

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En este contexto, la jefa de Proyectos de I+D+i y Comunicaciones en la SGSICS ha desgranado algunos de los retos de futuro que tienen desde el Ministerio del Interior en este campo, entre ellos, la formación. Según ha explicado, siendo un nicho de mercado tan específico, es difícil encontrar gente que tenga la educación necesaria para trabajar en ello, a lo que se suma la dificultad de retener el talento. 

A este se suma la necesidad de apoyar a las empresas para poder sacar adelante los casos de uso concretos con los que cubrir las comunicaciones cuánticas para que sean seguras. 

Por su parte, Martorell ha concluido su intervención señalando que hay que intentar evitar que pase en la computación cuántica lo mismo que pasó con la inteligencia artificial, donde se produjo una curva de expectativas a finales de los 90 que tardó varios años en materializarse, y ha recordado la necesidad de apostar por la soberanía tecnológica europea, que cobra también relevancia en este campo.