La nanotecnología es una rama de la ciencia dedicada a la manipulación de la estructura molecular de los materiales para cambiar sus propiedades y con multitud de aplicaciones en la industria o la medicina. Ya se emplea en el diseño de tejidos o en el desarrollo de vacunas.

Para que su despliegue sea mayor es imprescindible superar algunas limitaciones que se producen en algunos métodos de síntesis de nanopartículas, como la presencia de impurezas en la superficie, la dificultad a la hora de controlar el tamaño y su homogeneidad, o el uso de disolventes que pueden generar residuos tóxicos para el medio ambiente.

Los investigadores Yves Huttel y Lidia Martínez llevan desde 2005 desarrollando su conocimiento en esta área de la ciencia para solventar estas dificultades.

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Lo hacen desde el Instituto de Ciencias Materiales de Madrid (ICMM) del CSIC en una serie de trabajos a los que en 2010 se unió el investigador José Miguel García-Martín, del Instituto de Micro y Nanotecnología, también del CSIC, y más tarde la empresa madrileña Nano4Energy, especializada en el desarrollo de recubrimientos PVD y fuentes de alimentación.

El trabajo conjunto dio lugar al desarrollo de una patente “para la producción estable de nanopartículas para su explotación industrial. Se trata de un método físico basado en técnicas de ultra-alto vacío para el recubrimiento de superficies usando nanoestructuras”, detalla Iván Fernández, coinventor de la patente y director ejecutivo de Nano4Energy. 

Con ese método participaron en el programa COMTE-EBT, de la Fundación General del CSIC, atrayendo la atención de la consultora FI Group y, junto a Miguel Carretero, perteneciente a esta firma, fundaron en 2020 Nanostine.



En aquí donde han desarrollado una tecnología que “permite sintetizar nanopartículas y recubrimientos nanocolumnares con una pureza muy alta, controlando el tamaño y la composición con mucha precisión, y sin generar ningún residuo en el proceso de fabricación”, añade Fernández.

Espacio, energía y biosensores

Los comienzos de esta spin-off del CSIC ya fueron prometedores. Al poco tiempo de su fundación ya participaron en un proyecto ESA-BIC, en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Comunidad de Madrid, con el que desarrollaron recubrimientos para dispositivos de radiofrecuencia en satélites. “Fueron los resultados obtenidos lo que nos animó a seguir adelante”, reconoce su confundador.

Aunque tuvieron que esperar a 2022 para que se produjera el punto de inflexión y empezar a despegar con otros proyectos tras recibir una ayuda del programa Neotec de CDTI. “Esta ayuda nos ha permitido construir un equipo industrial para el recubrimiento de superficies con nanopartículas y con nanocolumnas. Este equipo es único en el mundo, por su capacidad y la novedad tecnológica que representa”, cuenta Fernández.

Durante ese mismo año, Nanostine consiguió un doctorando industrial de la CAM que trabajará durante los próximos tres años en su área de desarrollo de recubrimientos para dispositivos de radiofrecuencia en aplicaciones espaciales.

Además, 2022 también fue crucial para expandir las investigaciones de Nanostine a una nueva aplicación: el desarrollo de sensores. “Gracias a ser seleccionados en el programa de aceleración I´MNOVATION de Acciona, hemos realizado un piloto para el desarrollo de biosensores capaces de detectar bacterias en las plantas desalinizadoras de agua”.

Más de 800.000 euros de inversión

Actualmente, Nanostine trabaja en tres sectores. En el aeroespacial, para el recubrimiento de dispositivos de radiofrecuencia en satélites; energético, para el recubrimiento de electrodos para aumentar la eficiencia en pilas, baterías y condensadores; y en sensórica, para el desarrollo de sensores capaces de detectar diferentes tipos de bacterias.

En este tiempo, la spin-off ha captado 835.000 de inversión. Junto a las ayudas a la investigación de organismos como la Agencia Espacial Europea, la Fundación Madri+d, CDTI, el programa de innovación de Acciona, B5tec y algunos inversores privados, FI Group ha ingresado 300.000 euros anuales en le proyecto.

“Nuestra colaboración va más allá de aportar capital; desde FI Nvest acompañamos a las empresas en la optimización de su hoja de ruta de financiación, así como en el acceso al mercado, gracias a la red de más de 18.000 clientes del grupo”, asegura Carretero.

La última inyección de capital la recibieron hace unas semanas. “Gracias a este incremento de capital, la compañía tiene previsto ampliar la plantilla y continuar con el desarrollo en I+D y comercial”, señala Daniel González, actual CEO de la compañía y uno de los tres nuevos perfiles que se han incorporado recientemente a Nanostine para potenciar su crecimiento y extender su tecnología a otros campos y aplicaciones.