Una investigación llevada a cabo por el Instituto de Microelectrónica de Barcelona del CSIC (IMB-CNM-CSIC) ha desarrollado un dispositivo en papel que permite el diagnóstico de enfermedades pulmonares de forma fácil y rápida.
En concreto, dicho instrumento combina microfluídica en papel, transducción electroquímica e inmunoensayos sobre nanopartículas magnéticas y es capaz de detectar biomarcadores de inflamación en muestras de esputo en tiempo récord.
Según explican desde el CSIC, el dispositivo está formado por una matriz de celdas electroquímicas integradas en un chip y un componente de papel incorporados en un cartucho de metacrilato. A raíz de esta composición, permite determinar de manera simultánea tres biomarcadores de inflamación, la interleuquina-8 (IL-8), el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) y la enzima mieloperoxidasa (MPO).
Los autores señalan que la concentración de estos marcadores en el esputo ayuda a la detección temprana de diferentes estadios de enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC).
Todo ello, además, según apunta César Fernández-Sánchez, coordinador del trabajo e investigador del IMB-CNM, a través de un dispositivo, "compacto, barato y de fácil manejo".
La tercera causa de mortalidad
La EPOC se considera, actualmente, la tercera causa de mortalidad en el mundo, ya que, en países de renta media o baja no suele estar disponible la prueba de función respiratoria por espirometría necesaria para su diagnóstico y asignación de tratamiento. Por ello, se antoja especialmente relevante el instrumento desarrollado por el CSIC.
Además, Manuel Gutiérrez-Capitán, investigador del IMB-CNM, avanza que "la versatilidad de la tecnología de diagnóstico presentada se puede adaptar fácilmente a la detección de otros biomarcadores diana, como son secuencias específicas del ARN del virus SARS-CoV-2".
Según precisan desde el CSIC, en la investigación también han colaborado el Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC-CSIC), el Instituto de Investigación Sanitaria Islas Baleares (IdISBa), el Departamento de Ingeniería Química de la Universitat Politècnica de Catalunya, el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER-BBN), el Centro de Física – Universidade do Minho – Universidade do Porto (CF-UM-UP) de Portugal y la empresa Cellvax, SAS de Francia.