Esta mañana, la patronal díscola del sector tecnológico -DigitalES, la que se separó de la histórica Ametic por el anhelo de los operadores de telecomunicaciones de copar el poder político de la misma- ha celebrado su primer congreso en Madrid. Se trata de su particular respuesta al tradicional encuentro de Ametic en Santander, que este año celebra su 32ª edición. De hecho, ambas citas comparten gran parte de sus temáticas, como la inteligencia artificial, la conducción autónoma o el blockchain.
En cualquier caso, el presidente de DigitalES, Eduardo Serra, ha apelado al enorme protagonismo de la economía digital respecto al Producto Interior Bruto, cifrado en el 5,6% en estos momentos. "Sin embargo, dicen los expertos, si lo hacemos bien podríamos subir un 1 o un 2,3% en los próximos años". Para ello, afirma el longevo portavoz, es afianzar "los procesos de digitalización, en los que estamos por debajo de la media europea" en el gran despliegue de infraestructuras de comunicaciones.
Como pecado original de esta asociación, coto cerrado de las 'telco', Serra ha presumido que nuestro país "cuente con más infraestructuras que Francia, Portugal e Italia juntas". Entremezclando temas dispares como la automatización o las habilidades STEM, Eduardo Serra ha concluido su intervención apelando a que "debemos tener más esperanza en el futuro que temor".
El protagonismo de esta primera jornada del primer congreso de la recién creada patronal de las telecomunicaciones fue compartido con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. A pesar de que esta política no tiene competencias en materia digital (la Secretaría de Estado pertenece al Ministerio de Economía, en la figura de Francisco Polo). Maroto ha destacado el "gran nivel de automatización de la industria española, por encima de nuestros vecinos" así como el "buen papel de la Administración Pública electrónica, cuartos en el último informe DESI, gracias a la buena política de datos abiertos en áreas como la sanidad".
Eso sí, el análisis de la ministra no obvia algunos de los grandes retos de nuestra sociedad digital, como la formación y capacitación en estas lides. "Falta talento digital en España. Ese es uno de los grandes retos que tenemos, extender las habilidades y competencias digitales, no sólo básicas, sino también las avanzadas, entre todos los trabajadores. Deben estar preparados para la demanda actual y para las profesiones digitales que conforman la economía del siglo XXI".
Además, Maroto ha apelado a solucionar -mediante una labor conjunta de la industria privada y el Gobierno- la que es una de las barreras más destacadas en cualquier proceso de digitalización: la financiación o, mejor dicho, la escasez de recursos a causa de la economía de escala. "Tenemos que favorecer el crecimiento de las empresas y que puedan ser más fuertes para encarar la transformación digital. Estos procesos ya no son algo opcional, son un imperativo, y muy especialmente para las pymes, si no se quieren quedar relegados en este nuevo contexto". Por el momento, el Ejecutivo ha dispuesto un programa de industria conectada 4.0 con una dotación de 100 millones de euros.