La sueca Ericsson y la finlandesa Nokia fueron grandes estrellas, tras la estadounidense Motorola, en los comienzos de la telefonía móvil, a finales de los noventa. Sobre todo, en el salto de la movilidad analógica a la digitalización GSM. Luego el tifón de las compañías asiáticas las barrió del escenario. Ahora, como dos fénix, resurgen reconvertidas en 'campeones europeos' del 5G.
"La revolución digital está cambiando los grandes actores de la economía. Hay muchas iniciativas en marcha, pero el 5G es clave, porque será un driver fundamental para otras tecnologías relacionadas con la digitalización".
Lo dice Willem Jonker, el CEO del Instituto Europeo de Tecnología Digital (EIT Digital), cuya misión, encomendada por la Unión Europea, es "forjar la digitalización" del continente.
Jonker habló de la digitalización, durante la Conferencia de EIT Digital celebrada este martes en Bruselas, como algo que "apenas acaba de comenzar". Su entusiasmo se vuelca en que esta vez no es un tren perdido por Europa, a cuyo vagón de cola hay que intentar subirse, sino que ocupa dos asientos en la locomotora: "Nokia y Ericsson son líderes en 5G, en un momento en que se están construyendo los cimientos de un nuevo modelo. Por eso es una prioridad vital construir una infraestructura propia, europea, para no depender de Estados Unidos y China. Esto es fundamental. Está cambiando el balance de poder en el mundo, entre Estados Unidos y China y nosotros [Europa] podemos ayudar a equilibrarlo".
Su discurso incluye un cierto tono burlón, sobre el modo en que lo digital cala en la sociedad. "La inteligencia artificial sirve para todo", dice Jonker, mostrando chuscos titulares de tabloides británicos. "¡Hasta es capaz detectar los niveles de obesidad según los edificios!", dice riendo.
"La primera década de la digitalización ha sido gloriosa. Ahora la opinión se mueve. La gente teme a la robótica, la IA, lo que está pasando con las redes sociales, tras el escándalo de Cambridge Analytica, los ataques de ransomware, la burbuja del Bitcoin… Alguna de las grandes plataformas de redes sociales se quebrará en 10, o tal vez 5 años", aventura Jonker.
"Es el momento de las plataformas digitales. La próxima ola es la digitalización de la industria. Y es una transición a la que Europa no llega tarde. Pero hay que invertir en software, en datos", señala, subrayando la gran diferencia entre las redes sociales, dirigidas al público (B2C), y entre empresas (B2B): "A las empresas les va mejor tener variedad de proveedores, segundas opciones. Al público no le importa tener una segunda red". Por eso propugna "invertir en las plataformas open source", para "diferenciarse en el servicio".
La pujanza se ve en la exhibición de scaleups vinculadas con EIT Digital. El pasado año, en el mismo local, quedaba bastante más espacio vacío. Este año eran 45 expositores, agrupados en cinco áreas de negocio, aparte de las actividades de educación y aceleradora de la organización.
Áreas de Infraestructura, industria, salud, ciudades y finanzas, todo con el apellido 'digital' y con la ambición de formar parte de la Revolución Deep Tech. Una idea de innovación que explica con un ejemplo Chahab Nastar, jefe de investigación e innovación de EIT Digital: "Uber creó un gran modelo de negocio, pero no tecnologías innovadoras. Aprovechó las redes, las comunicaciones, el GPS de los móviles… Deep tech es desarrollar un traductor instantáneo, o el reconocimiento facial en el móvil".
O un simulador de computación cuántica, capaz de alcanzar los "41 Qbits", como explicó Clara Pezuela que ha logrado Atos España. "La computación cuántica puede no ser realidad hasta 2030 y hay asuntos por resolver, como que pueda colapsar la criptología", aclara Pezuela, "Pero sirve para ir aprendiendo como programar y desarrollar esa computación".
Los proyectos de emprendimiento que EIT Digital combinan ideas de nuevas compañías con la capacidad científica de instituciones educativas o científicas y grandes empresas. Ejemplos: La scaleup italiana Drones 112, de Turín, trabaja con las universidades politécnicas de Madrid y Milán y prueba sus diseños con Ferrovial y servicios de emergencia en España y Reino Unido. Su objetivo es coordinar emergencias (desde incendios, polución o accidentes, hasta urgencias médicas) usando drones, reconocimiento de objetos y escenarios con tecnología vídeo analítica.
La alemana Ki elements, spinoff de DFKI GmbH desarrolla con esta, la clínica universitaria de Saarland (Alemania) y las francesas INRIA e Innovation Alzheimer un sistema de detección precoz de desórdenes cognitivos analizando el lenguaje de una persona.
Y otra más: la francesa Alfstore compite con su proyecto Cab más allá del negocio de Google Analytics, con un sistema de recogida y análisis de datos de la utilización real de, por ahora, pequeños electrodomésticos. Del usuario al fabricante, asociándose con Telecom Italia, el Politécnico de Milán, y el Grupo SEB que posee marcas como Moulinex y Rowenta.
Una cosa choca, sin embargo, en el discurso de EIT Digital, que incluye conceptos como 5G, inteligencia artificial, open source, pero elude por completo lo que muchos ven como la gran revolución digital: ¿qué pasa con el blockchain? "Tenemos proyectos con distributed ledger [contabilidad distribuida] y otras cosas similares", confiesa Jonker a INNOVADORES, "pero en cuanto a blockchain… Somos totalmente escépticos sobre blockchain".
Másteres para emprendedores tecnológicos
La educación es una de las patas fundamentales de EIT Digital. Desde hace dos meses, el director de la Escuela de Máster es el español Arturo Varona, que gestiona la actividad europea desde un despacho en el nodo de Madrid: "Nuestros programas son complementarios a los de las escuelas de negocios, pero exigen una elevada preparación científica y técnica. Los alumnos necesitan haberse graduado en ese tipo de carreras. Y les añadimos gestión empresarial, para prepararlos si deciden ser emprendedores".