La realidad aumentada y la virtual tienen mucho potencial más allá del entretenimiento. Un informe de Capgemini demuestra que las empresas ya están utilizando estas tecnologías para mejorar sus operaciones internas, su eficiencia, su productividad y su seguridad. Según el estudio, titulado Augmented and Virtual Reality in Operations: A guide for business investment, el 82% de las compañías usuarias asegura que las ventajas obtenidas cumplen o superan sus expectativas.
Sin embargo, se detecta que la falta de talento dentro de las empresas y la insuficiencia de las infraestructuras de back-end suponen un lastre importante para la adopción de estas dos tecnologías. De hecho, la mitad de las empresas consultadas que aún no han implementado alguna de ellas asegura que en los próximos tres años explorarán cómo hacerlo.
En su mayoría, los proyectos de realidad aumentada se están utilizando para obtener ayuda de expertos de forma remota y en tiempo real con dispositivos portátiles, mientras que la realidad virtual se está empleando, sobre todo, para impartir formación a empleados.
Aunque la implantación de la realidad aumentada es más compleja, el estudio indica que las empresas la perciben como “más ventajosa que la virtual”, porque “mejora la productividad gracias a la agilización de los flujos de trabajo”.
Entre las ventajas que citan los encuestados sobre la realidad virtual, destaca el aumento de la eficiencia y la seguridad, así como el apoyo que supone para gestionar las complejidades de las tareas, lo que incrementa la productividad.
Encuesta
Capgemini ha hablado, entre mayo y junio de este año, con más de 700 ejecutivos de los sectores de automoción, industria y utilities con un profundo conocimiento de las iniciativas de AR o VR de sus organizaciones. El informe se ha centrado principalmente en compañías activas en estas tecnologías, de las que 603 están experimentando o implementando las mismas tecnologías. Un 73% de estas empresas facturó más de 1.000 millones de dólares en 2017.