En 1926, los hermanos Cavalieri Ducati constituyeron en Bolonia una empresa llamada Società Scientifica Radio Brevetti Ducati. Su objetivo era fabricar receptores de radio (Bolonia presume de ser la cuna de Marconi) y otros dispositivos. Cosas como calculadoras (de esas mecánicas que tras teclear una cifra requerían accionar una palanca) y proyectores de cine.

Durante la Segunda Guerra Mundial la fábrica fue bombardeada y al acabar la contienda nadie podía comprar nada. En un radical giro empresarial, presentaron en 1946 el motor cucciolo (cachorro), un monocilíndrico de 48 centímetros cúbicos listo para acoplarse a cualquier bicicleta. Tres años después crearon su primera motocicleta, la Ducati 60, capaz de recorrer 90 kilómetros con un litro de gasolina.

Hoy, Ducati produce más de 50.000 motos al año de manera casi artesanal («el 80% está hecho a mano», dice la encargada de mostrar la fábrica y el museo) y compite al más alto nivel en el campeonato del mundo de Moto GP. La zona donde desarrolla las máquinas de competición es super restringida.

Para que sus pilotos Dovizioso y Petrucci corran más rápido en los circuitos, Ducati utiliza inteligencia artificial. Y para que sus clientes corran mejor por las carreteras, con la máxima seguridad, aplica la inteligencia adquirida en la competición a sus máquinas comerciales. Luego, los clientes le envían datos de comportamiento de sus motos y esa información ayuda, a su vez, a afinar detalles para los diseños de carreras. Es como una economía circular de datos.

"Sí, es como un círculo", admite Konstantin Kostenarov, CTO de la firma italiana, que explica a INNOVADORES cómo eso puede ayudan a mejorar hasta seis decisivos milisegundos por vuelta (diferencia de 2018 a 2019) en un mismo circuito.

"A diferencia de la Fórmula 1, donde los equipos están recibiendo datos y comunicándose con sus pilotos en tiempo real, en Moto GP está prohibido por reglamento. La única telemetría disponible en tiempo real es la de Dorna [la empresa española que gestiona el campeonato], que se ve en la televisión. Nosotros los descargamos con la moto parada. Hacemos los análisis muy deprisa en los entrenamientos, comparándolos con los datos ya acumulados, para tomar decisiones", indica Kostenarov.

Con esa información, haciendo simulaciones con realidad aumentada, generan "dos mapeados alternativos", para configurar los parámetros de la moto durante la carrera, que el piloto selecciona y cambia a su criterio. El análisis puede indicarle cuánto conveniene inclinarse en una curva, dónde la frenada es más peligrosa y qué cabe esperar de la máquina en cada tramo. Aunque la «última decisión en todo momento es del piloto».

Las Ducati GP llevan más de 60 sensores incorporados y generan hasta 30 terabytes de datos, entre las dos máquinas oficiales, durante un fin de semana de competición. "Y tenemos 15.000 motos de carretera conectables con nuestra app Up Link en el móvil, que generan quizás dos veces más de datos por semana», añade el CTO. Y eso que «son unos 10.000 los que la utilizan habitualmente cada día".

La información de los clientes convierte a las motos comerciales en una fuente continua de big data en condiciones de viento, lluvia y carreteras que no se admiten en circuitos. Y sirve también para facilitarles un «mantenimiento predictivo, por ahora básico pero personalizado, además de crear una comunidad, donde comparten sus experiencias entre ellos». Acaba de desarrollar un sistema para llamadas automáticas de emergencia si detecta que la moto se cae y discrimina si ha sido sólo la máquina o si alguien ha caído con ella.

El patrocinador tecnológico NetApp se ocupa de la infraestructura para mover los datos "entre los servidores, la nube y el edge" con la máxima agilidad. Hay que llevar a los circuitos una instalación "que cabe en un camión" para conectar a la red, gestionar la seguridad y trabajar con "workstations portátiles mientras se hace la computación [con IA] en nuestro cuartel general, porque no es suficiente el cluster en el box".

"Llevamos dos años haciendo un trabajo conjunto para resolver los desafíos de Ducati, incluyendo cumplimiento de normativas, como GDPR, y seguridad de los datos. Creo que hemos conseguido lo mejor simplificando", precisa a INNOVADORES Marco Pozzoni, director de ventas de NetApp en Italia. La solución para las carreras "es un datacenter en una caja. No hace falta tener personal de IT viajando. Es muy fácil de configurar y de utilizar por cualquiera. Y se puede mover por todo el mundo".   

NUEVO ENFOQUE

rnMientras se hablaba de motos en Bolonia, de la convención anual de NetApp en Las Vegas llegaba un nuevo enfoque para el uso de la nube. Se llama ‘Keystone’ y Pozzini explica que es una estrategia para utilizar la nube y el almacenamiento local de la misma manera, "respaldada por un software contratado por suscripción», para facilitar las cosas «al 95% de las empresas, que no son nativas digitales".